El mega ultratrail del valle de Aosta (Italia) nos dejó, además de la victoria y récord de Javi Domínguez, otra grandísima actuación de la corredora de Abadiño que, tras ser quinta el año pasado, se llevó la medalla de plata después de una imbatible Lisa Borzani. “A pesar de que el resultado no fue malo, me quedé con una espinita clavada en 2016. Peleé con Borzani hasta mitad de carrera, pero tuve problemas con el estómago”.
Tal vez fuera ese el motivo, y me refiero a sacarse la espinita y demostrar todo su potencial, el que le impulsó a probarse una vez más en los 339 kilómetros y más de 24.000 metros de desnivel positivo que tiene la brutal carrera alpina. O tal vez que unos compañeros de correrías montañeras le embarcaran en un proyecto cargado de ilusión. “El mismo día que recibí la invitación -para una carrera cuya inscripción vale 650 euros-, unos amigos me propusieron grabar un documental de mis vivencias en el Tor des Géants. Aunque tenía dudas de cómo podría encontrarme, no pude decir que no”.
“El objetivo era prevenir una gran fatiga que me volviera a dejar fuera de la carrera”
El segundo puesto es el resultado, pero queremos saber cómo viviste el Tor desde dentro.
Este año pues bastante mejor que el año pasado. Conocer la carrera ayuda bastante. Planteamos otra estrategia diferente con menos paradas, pero más largas. El objetivo era prevenir una gran fatiga que me volviera a dejar fuera de la carrera.
¿Y dio resultado la estrategia?
Sí, paré antes aunque más tarde se me volvería a complicar la carrera. Como me ocurrió en 2016, me llegó la regla y con ella me entró fiebre. Por este motivo no pude dormir en la segunda noche y tuve que parar una tercera vez, algo que otras condiciones hubiera podido evitar. Aun así, Lisa me sacaba demasiada diferencia y no la hubiera podido alcanzar.
En estas carreras tan largas llega un punto en el que te olvidas de los demás
¿Ibas preocupada por las rivales que venían detrás?
Al principio de la carrera sí. Me sorprendió llegar a la base de vida con dos corredoras muy cerca de mí, pero con el paso de los kilómetros fui abriendo hueco y solo me preocupaba en mirar para adelante. En estas carreras tan largas llega un punto en el que te olvidas de los demás.
¿Cómo se prepara una carrera de casi 340 kilómetros?
Supongo que cada uno tendrá su manera. Hay que acumular muchos kilómetros y en mi caso lo hago también compitiendo bastante a lo largo del año. Este año estoy haciendo las Basque Ultra Trail Series. También es importante conocer el recorrido, algo con lo que ya contaba por la experiencia del año pasado, pero igualmente volví en agosto a refrescarlo. Me preocupaban sobre todo las etapas que me iban a tocar de noche.
“Y con esas dudas de su apuntarme o no, llegó el año pasado la invitación”
¿Qué significa para ti el Tor des Géants?
Llevaba años mirando esta carrera porque es muy emblemática, pero es cierto que con las polémicas que hubo respecto a la tolerancia con las trampas se me pasaron un poco las ganas. Y con esas dudas de su apuntarme o no, llegó el año pasado la invitación.
¿Cambió tu forma de correr el hecho de que te estuvieran grabando?
En absoluto, aunque creo que me ha venido bien para no sentirme tan sola. Ha sido una edición curiosa en la que no he compartido kilómetros con otras corredoras, así que encontrarme con alguien con quien hablar cada 5 o 6 horas ha sido un descanso.
“Una vez llegué al avituallamiento mucho antes de lo previsto y tuve que ir a despertarlos a la furgoneta”
En esta entrevista, Javi Domínguez nos contaba que pasan muchas cosas en carrera y no hay con quien compartirlas. ¿Cómo lo ves?
En el Tor des Géants te pasa de todo, especialmente por la cabeza. Yo pasé de estar hundida, preocupada por lo mala que iba, a subirme a la cresta de la ola dos horas después. Mis asistentes se sorprendían más que yo todavía. De hecho, una vez llegué al avituallamiento mucho antes de lo previsto y tuve que ir a despertarlos a la furgoneta.
¿Cuál es la clave para que los momentos malos no puedan contigo?
Cada uno tiene que buscar sus propios motivos para no abandonar. Yo los encuentro rápido porque sacrifico muchas cosas de mi vida, como tiempo de sueño o de estar con mis hijos, para entrenar y correr. Así que solo de pensar en las horas de dedicación previa que llevaba para esta carrera se evapora el pensamiento de tirar la toalla. Abandonar es lo fácil, porque sufres muchísimo, pero al final siempre buscas las razones que te han llevado a estar ahí.
¿Ya terminas la temporada? ¿Qué balance haces de la misma?
Solo me falta una carrera para terminar, la última etapa de BUTS, y es una pena porque es cuando mejor me encuentro. El año empezó muy mal, me detectaron dos hernias y me ha costado mucho encontrar el ritmo y la motivación.
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