La corredora catalana empezó a moverse por las pistas de atletismo a los 10 años. Probó muchas disciplinas, incluido el lanzamiento de jabalina, pero acabó agotada de luchar contra el cronómetro. En ese momento de parón y crisis deportiva, aparecieron en su vida las carreras por montaña y su cercano macizo de Montserrat se conviritió en el campo de recreo perfecto, no solo para entrenar, sino también para disfrutar de la naturaleza.
Tres años después, Sheila Avilés está llamando a las puertas de la élite internacional. Entre sus credenciales, un tercer puesto en el maratón Zegama-Aizkorri el pasado fin de semana. Un éxito que seguramente no hubiera llegado sin el carácter osado y competitivo que se forjó en las pistas de atletismo desde que tenía 10 años.
¿Te esperabas este resultado?
No, mi objetivo era llegar entre las 10 primeras, con eso ya me hubiera quedado muy contenta. Para mí es como sueño que todavía no me creo que se haya cumplido.
«En los primeros kilómetros me ví corriendo junto a Emelie Forsberg y otras corredoras a las que admiro, y ya estaba alucianando»
¿Y cómo explicas entonces este tercer puesto?
Hice una carrera muy progresiva, yendo de menos a más. En los primeros kilómetros me ví corriendo junto a Emelie Forsberg y otras corredoras a las que admiro, y ya estaba alucianando. De un séptimo puesto fui adelantando hasta formar un grupo con la tercera y la cuarta. En el kilómetro 30 decidí jugármela; sabía que en el descenso iba a estar mi oportunidad, así que hice un cambio de velocidad y pude distanciarme. No tenía ninguna estrategia preparada, simplemente me ví corriendo con la élite y, en vez de limitarme pensando en que eran más rápidas que yo, saqué mi espíritu competitivo y me fue bien.
El de Zegama es uno de los podios más codiciados del panorama internacional. ¿Esperas que te abra puertas?
Sé que lo que pasa aquí tiene mucha repercusión, pero no sé lo que puede conllevar eso. Estoy muy feliz con el resultado, pero si te soy sincera no creo que me cambie la vida. Voy a seguir siendo la misma chica, auténtica, sencilla y muy agradecida alos que siempre me han apoyado.
«Estaré en la carrera de Zumaia, en la Buff Epic Trail y, si todo va bien, en al OCC del Ultra-Trail del Mont Blanc»
¿Cómo encaras el calendario después de sumar estos valiosos puntos para la Copa del Mundo?
Mi objetivo inicial era la Copa de España, pero una lesión me ha dejado fuera de dos pruebas por lo que ya no puedo centrarme en eso. Es posible que ahora apueste más por el circuito internacional, pero mi objetivo para este año seguirá siendo adaptarme a la distancia del maratón. Estaré en la carrera de Zumaia, en la Buff Epic Trail y, si todo va bien, en al OCC del Ultra-Trail del Mont Blanc.
Eres de las más jóvenes del pelotón, ¿crees que es una venta para ti?
La principal ventaja es que tienes más margen de mejora, pero por otro lado te falta algo de experiencia. Me noto algo novata en muchas carreras, pero es algo que iré cogiendo con la práctica.
«Pasé por una mala racha y lo dejé todo, hasta que un amigo me descubrió este mundo»
Tras muchos años en el atletismo, ¿por qué diste el salto a las carreras por montaña?
Llevaba toda mi vida en una lucha constante contra el cronómetro y me agoté. Pasé por una mala racha y lo dejé todo, hasta que un amigo me descubrió este mundo. Siempre me había gustado mucho la naturaleza, así que me enganché rápido. Me ayudó mucho a desconectar y me cuenta de que corriendo por la montaña volvía a encontrar a esa niña que llevaba dentro y que quería seguir disfrutando de correr.
De eso hace tres años, seguramente frenéticos.
Sí, ha ido todo muy rápido. En el primer año, ya encontré los primeros patrocinios y competí en las Sky National Series en las que solo me superó Oihana Kortazar. Siempre he querido competir con las mejores, así que al año siguiente me pasé a las Skyrunner World Series y terminé en la 11ª posición de la modalidad sky. Fue un gran resultado ya que lo que yo buscaba era simplemente ganar experiencia.
Viajar a diferentes países disfrutando de lo que más te gusta tiene que ser muy gratificante.
Esta es una de las cosas que más me han gustado de este deporte. Cuando haces atletismo, entras dentro de un recinto cerrado y no conoces los lugares alos que viajas. En el trail, vas a sitios de belleza espectacular y compartes la vivencia con el resto de corredores. De los viajes que he hecho me he quedado prendada de los Alpes; me gustaría pegarme por allí una buena temporada entrenando.
«Al ser un deporte pequeño, puedes compartir la carrera con corredores a los que admiras»
¿Cómo es el mundillo que has encontrado en este deporte?
Yo veo una especie de familia en la que todos nos conocemos y la gente es muy cercana. Al ser un deporte pequeño, puedes compartir la carrera con corredores a los que admiras. En mi caso es una suerte compartir además equipo con Núria Picas o Zaid Ait Malek.
¿Te dedicas exclusivamente a las carreras por montaña?
Más o menos. Estudié INEF y llevo grupos de entrenamiento. Siempre he estado haciendo muchas cosas, trabajando y estudiando, y nunca había tenido la oportunidad de centrarme en mi carrera como deportista. Este año he querido ponerme a prueba para ver qué puede sali de esto.

¿Cuentas con el apoyo familiar?
Sí, todos me apoyan a que luche por mis sueños. Siempre me han dejado elegir mi propio camino y les estoy muy agradecida por ello. Siempre me dicen que casa y lugar para entrenar no me van a faltar.
«Echo de menos salir más con mis amigos, pero prefiero irme temprano a la cama si al día siguiente voy a entrenar»
Imagino que tanta dedicación exige también renuncias. ¿Cómo llevas ese tema?
Todos los deportes si te los tomas en serio son sacrificados. Echo de menos salir más con mis amigos, pero prefiero irme temprano a la cama si al día siguiente voy a entrenar en la montaña.
¿Te gustaría poder llegar a ser profesional de este deporte?
Sería cosa muy bonita poder hacer de mi pasión un trabajo. De todas maneras, no me quiero presionar y por eso he estudiado y tengo otras alternativas laborales. El tiempo lo dirá.