¿Cómo ves, en perspectiva, tu temporada de competiciones del 2014?
La del 2014 fue una temporada bastante extraña, pero interesante. Es decir, fue una temporada de fracaso para muchas personas, pero no lo fue para mí. Yo creo que fue una temporada de replanteamiento para muchas cosas. Tuve la oportunidad de darme cuenta de la importancia de todo mi equipo y pensar sobre mi manera de entrenar. Al final es una buena temporada para mí, aunque no mucho para mis patrocinadores…
¿Tuvo algún momento positivo que llegues a recordar?
La verdad es que no sé si tuve muy buenos momentos, pero seguro que tuve momentos decisivos, como el hecho de compartir momentos con mis amigos Roland o Joe Grant, cuando estuve en los Estados Unidos antes de la Hardrock 100. También me gustó mucho correr la prueba de Skyrunning en Montserrat, en España. Gracias al reto Cébé, pude encontrar personas muy importantes como Nina, y de esta manera me di cuenta de la suerte de hacer deporte a pesar de los problemas de salud que tenía.
Lo que sí hubo son momentos duros. ¿Cuál recuerdas especialmente?
Yo creo que lo más complicado fue levantarme por la mañana sin saber si iba a estar en forma. No tenía la certeza de que iba a correr con buenas y regulares sensaciones, así que es bastante difícil cuando no estamos acostumbrados.
A día de hoy, ¿estás recuperado de tus problemas de salud?
Ahora me siento mucho mejor, puedo entrenar con normalidad y regularidad desde el mes de enero. A causa de este problema de salud, tuve problemas durante diez meses, o sea que se hace bastante complicado entenderlo y aceptarlo, pero poco a poco puedo volver a lo básico para – crucemos los dedos – correr una buena carrera a finales de este año.
¿Qué es lo más difícil de encarar una enfermedad como la que tuviste?
Yo creo que lo más complicado era no saber lo que tenía, ya que no hice un diagnóstico. Todo esto es una prueba interesante, en la medida de que lo que no te destruye te hace más fuerte. Si tengo el tiempo de volver tranquilamente, puede que sea una experiencia positiva.
¿Qué se aprende de una situación tan complicada como la que viviste?
Sin duda, lo más importante es saber lo que pasa y luego tomarte el tiempo para volver sin tirar la toalla. Yo creo que tomarte ese tiempo es lo más complicado, ya que el ser humano no sabe esperar…
Entonces, ¿con qué objetivos encaras esta nueva temporada?
El tema es fácil, es decir, tengo que tomarme mi tiempo para volver y, poco a poco, correr carreras. El objetivo sería correr un ultra a finales de este año, pero no hay que empezar la casa por el tejado.
¿Cómo te estás entrenando estas semanas?
Actualmente vuelvo a correr; hago entrenamientos de velocidad y estoy practicando mucho “atletismo”. Por supuesto, sigo haciendo otros deportes, tal como el esquí de fondo o de montaña en invierno, bicicleta de carretera o mountain bike en verano. También hago musculación y privilegio entrenamientos cortos, ya que en invierno el cuerpo necesita descansar.
Entonces no eres de los que sólo corren…
No, no solo corro; la verdad es que practico otros deportes como la bici, el esquí, la escalada o el alpinismo. Permite tener el contacto con la naturaleza y así evitar entrenar todo el tiempo corriendo. Por ejemplo, esta mañana iré a hacer dos horas de esquí de fondo, entonces podré entrenar y compartir muy buenos momentos con amigos.
En otro orden de cosas, ¿cuál es tu percepción de la situación actual del trail?
Está creciendo y es algo positivo para este deporte, es un reconocimiento. Sin embargo, los ultras no deben ser un objetivo para todos los corredores, porque todas las personas no están hechas para este tipo de carrera. Hay que aceptar el hecho de tener que correr distancias más cortas, las distancias ultras no son una obligación. Si solo te enfocas en correr distancias muy largas, vas a perder la esencia de este deporte, es decir, disfrutar del monte y eso es lo más importante.
Pero la tendencia es que las carreras sean cada vez más extremas, más largas, con más desnivel…
Es cierto, pero puede ser un peligro para la esencia del deporte y de las carreras ultra. Necesitamos muchas carreras distintas, y tengo el sentimiento de que las carreras muy extremas van a desaparecer porque las masas populares no van a afiliarse.
¿Tú en qué distancias y desniveles te ves más cómodo?
Me gustan las distancias ultra con un terreno técnico. La verdad es que, con este tipo de carreras, puedo tomar mi tiempo para encontrarme a mí mismo. Para disfrutar al máximo de la carrera, de la naturaleza y de los paisajes, tengo que estar listo y no ser un “consumidor”, y esto ocurre mucho en las carreras de montaña de larga distancia.

¿Y sobre el debate de la protección del medio ambiente?
Es un tema decisivo y creo que los organizadores deben concentrarse en este problema, porque una prueba es importante gracias al medioambiente y los sitios extraordinarios. Lo que puede pasar es que, si las personas se convierten en unos consumidores del sitio, entonces van en contra de la práctica y de la naturaleza en general. La naturaleza siempre recupera sus derechos.
Para acabar, ¿cómo ves el nacimiento de nuevos circuitos, como el Ultra Trail World Tour?
Yo creo que tiene buena pinta, pero hay que ir con cuidado. Quiero decir que hay mucho entusiasmo en este circuito, pero es un circuito muy largo, con carreras muy largas, o sea que puede ser algo positivo, pero ojo con la sobrecarga. Hay que ir poco a poco y respetar tu cuerpo, no se puede hacer todo, o mejor dicho, se puede hacer todo, pero con tiempo si queremos perdurar.
¿Crees que podremos ver alguna vez un Campeonato del Mundo real, con todos los grandes compitiendo a la vez?
Yo creo que sí, pero hay que consultar a todos los actores de este deporte: los organizadores, los corredores, patrocinadores… con el fin de hacer un evento reflexivo y no lanzarse a la aventura en la primera ocasión.
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