«La vida se vive hacia adelante y se entiende hacia atrás. Todo pasa por alguna razón, para aprender, evolucionar y hacernos mejores personas. Dan igual los accidentes, lesiones o enfermedades que te depare la vida; lo importante es seguir levantándose de cada caída, una y otra vez, para continuar andando. Hemos nacido luchadores, no cobardes, no existe en nuestro vocabulario la palabra ‘rendirse’ por eso hemos elegido este deporte. Volveré a la montaña, dónde realmente estás mis origenes».
Este es el último mensaje que Paula Cabrerizo Cuevas colgó en sus redes sociales. Casi un año después, estará en la línea de salida del Trail Cara los Tajos. No será su primera competición tras el parón, pues brilló con un victoria (y sexta posición absoluta) en el Trebol Trail en febrero, pero sí la primera a nivel estatal. “Apuntarme a esta carrera es una manera de romper el hielo, de obligarme a mí misma a superar el miedo a volver aunque ya no sea la de antes”.
La madrileña, que ahora suma 23 años, representó una de las mayores eclosiones que ha vivido el trail running español. Se estrenó en 2014, cuando la temporada ya estaba bien avanzada y ese año no perdió ni una sola carrera. En 2015 se proclamó campeona de Europa de Kilómetro Vertical, superando a Laura Orgué o a Maite Maiora y en la siguiente temporada se coronó a nivel mundial en su categoría de promesas (sub23) y subió al podio en el Campeonato del Mundo absoluto.
Tras todos estos triunfos, llegó el vacío. Lesiones y problemas personales le alejaron de las carreras durante casi un año y medio. En esta entrevista nos cuenta cómo vivió este difícil proceso y cómo afronta, de una manera más sosegada, su vuelta al trail running.
¿Cómo estás?
Ahora mismo bastante nerviosa por la carrera. Llevo mucho tiempo parada y arrastrando diferentes lesiones y no sé cómo me encontraré en una prueba que para mí es larga.
“Sé que mucha gente se preguntará dónde he estado en estos meses”
¿Notas cierta presión por volver?
Sé que mucha gente se preguntará dónde he estado en estos meses, cómo es que ya no corro como antes, pero es una cosa que tengo que asumir y no darle más importancia.
Ya te estrenaste hace unas semanas en el Trebol Trail con un excelente resultado. ¿Qué tal las sensaciones?
Contradictorias. Por un lado estaba muy contenta por volver a ponerme el dorsal y por el ambiente, pero también veía lo mal que iba subiendo y lo torpe que me movía. Son pensamientos que no me favorecen porque en vez de ser un aliciente para salir a entrenar, me culpabilizan. Son momentos diferentes y ahora no me quiero comparar con la corredora que fui.
“Estaba tan motivada que no era capaz de ver que realmente usaba el deporte para huir de otros problemas, como una forma de evadirme”
Pasaste de ser una desconocida a ser una juvenil capaz de disputarles los podios a las mejores corredoras del mundo.
Sí, yo venía del atletismo pero cuando conocí este mundo me enamoré. Mi primera carrera, fue la primera vez que iba a la montaña, y sentí una conexión muy especial. Las competiciones me iban bien, los patrocinadores se interesaban por mí y todo fue rodado. Sin darme cuenta al final acabé atrapada. Estaba tan motivada que no era capaz de ver que realmente usaba el deporte para huir de otros problemas, como una forma de evadirme.
Y dejaste de competir.
Sí. En ese momento no era capaz de prever lo que iba viniendo y de tener recursos para controlarlo. El disfrute que había encontrado en los inicios había desaparecido. Me estaba exigiendo demasiado.
“Creo que fue todo un poco psicosomático. Mi cuerpo necesitaba desconectar y esa era la forma que tenía de decírmelo”
También estuviste lesionada, ¿no?
Sí, tuve una caída con un fuerte golpe en la rodilla que me obligó a ir con muletas. Eso me desajustó mucho y luego tuve varios problemas más. Creo que fue todo un poco psicosomático. Mi cuerpo necesitaba desconectar y esa era la forma que tenía de decírmelo.
¿Por qué te metías tanta presión?
Puede parecer sencillo pero cuando te va bien y empiezas a entrar en el bucle de resultados y patrocinios hay que tener la cabeza bien fría. Yo me volqué por completo y después me di cuenta de que estaba vacía, que no tenía nada y que, además, de esto no se podía vivir.
“Cometí el error de centrarme demasiado en el trail, tal vez también me dejé influenciar por el entorno, pero tampoco me arrepiento”
¿La dificultad para profesionalizarte te hizo plantearte el futuro?
Sí, por ejemplo, en aquellos años prácticamente abandoné la carrera y ahora la he retomado porque hay que buscarse un sustento real. Esto no es tenis o fútbol. Ahora lo pienso y creo que cometí el error de centrarme demasiado en el trail, tal vez también me dejé influenciar por el entorno, pero tampoco me arrepiento. Todo eso me sirvió para aprender y ganar madurez.

¿Cómo encaras la vuelta?
Quiero vivirlo todo de otra manera, sin exigirme nada ni tener que demostrar ante los demás. Por ejemplo, el domingo iré a una carrera para la que no me he preparado para disputarla, pero si las lesiones me lo permiten quiero poder disfrutarla. Me tiene que importar más eso que si quedo primera, segunda o última.
“He echado mucho de menos el ambiente, los viajes y a muchos amigos con los que me desvinculé”
¿Qué objetivos tienes para este año?
En principio voy a hacer la Copa de España. Son pruebas que ya he hecho y que viviré con gente conocida. He echado mucho de menos el ambiente, los viajes y a muchos amigos con los que me desvinculé por completo. Quiero retormalo.
Y a nivel de patrocinadores. ¿Cuentas con algún apoyo?
Está la cosa en el aire. Lo primero que tengo que hacer es demostrar a qué nivel estoy, sino no puedo exigir nada. De todas maneras, voy a regresar poco a poco. Quiero tener la calma que no tuve en mi estreno.