Hace 5 años, un jovencísimo Pau Capell estaba encerrado en su cuarto siguiendo la Transgrancanaria en el ordenador. Tras ser operado de la pierna, acababa de empezar a correr, y vio reflejados sus sueños en un atleta francés, de nombre Sébastien Chaigneau, que volaba por los senderos de la isla. “Lo que más me gustó fue que parecía una persona normal. Alguien como tú y como yo, y que estaba haciendo algo extraordinario». El pasado sábado, el catalán repetía la hazaña del galo, convirtiéndose en la segunda persona con dos oros en la ultra de Gran Canaria.
Era la cuarta vez que el de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) viajaba a la isla, un lugar donde ha fraguado algunos de los momentos más importantes de su meteórica carrera. Si el año pasado, su victoria le consagraba en la élite internacional, este año era el rival a batir.
“A los 10 minutos de parar me empiezan a venir los mareos y tengo que desconectar”
Enhorabuena. ¿Cómo te encuentras?
Muy contento por la victoria, aunque los momentos después de una carrera así no son fáciles, siempre me quedo hecho polvo. A los 10 minutos de parar me empiezan a venir los mareos y tengo que desconectar.
¿Qué tal se duerme después del esfuerzo?
Pues más bien poco. Te vas despertando y los dedos de los pies se van acordando de las piedras que golpearon. Supongo que después de llevar el cuerpo al límite durante tantas horas, cuesta volver a la calma. Lo que suelo hacer es salir a andar. Así oxigeno un poco las piernas y me duelen menos. Ayer incluso fui a la piscina y a la playa.
“La gente de aquí, que me transmite mucha tranquilidad. Como dije al finalizar, ‘ya me siento un poco canario”
Cuatro años aquí y cuatro buenos resultados, tres triunfos incluidos. ¿Es tu carrera fetiche?
Me gusta venir a la Transgrancanaria porque es la manera de empezar el año de manera positiva. Ya se ha convertido en una cita fija de mi calendario y espero que por mucho tiempo.
Este año venías como principal favorito. ¿Se notó la presión?
No sé muy el porqué, pero esta es la carrera en la que me siento más tranquilo. Tal vez sea porque todavía no te estás jugando ningún circuito o por la gente de aquí, que me transmite mucha tranquilidad. Como dije al finalizar, “ya me siento un poco canario”.
“De todas maneras, cuando les ves a esas horas de la madrugada en la carrera piensas: ‘¿qué le estoy haciendo a mi familia?”
Este año además viviste la carrera arropado por tu madre y por tu novia, que te hacían la asistencia. ¿Cómo se llevan estas citas en familia?
Es algo habitual para mí, pues no lo hace The North Face. Además de que es un placer, delegar estas funciones es muy importante para mí, ya que así me tengo que preocupar solo por correr. Somos un buen equipo y los éxitos son compartidos. De todas maneras, cuando les ves a esas horas de la madrugada en la carrera piensas: “¿qué le estoy haciendo a mi familia?”. Por el momento lo van aceptando y viven también con ilusión. Eso sí, luego les invito a comer.
En qué ha cambiado el Pau Capell que ganó la Advanced en 2014 al que ya es una estrella en Gran Canaria.
La primera vez que vine aquí era un novatillo. Era mi primera carrera fuera de Cataluña y no sabía dónde me metía. Significó mucho porque me abrió la mente y me hizo salir de mi zona de confort. Aunque ya tenía la misma entrenadora, Laia Díez, mi dedicación era menor. Menos horas de entrenamiento y poca preocupación por aspectos como la nutrición. Ahora, soy un maniático de todos los detalles y tengo ya una experiencia que es clave en este deporte.
“Pronto saldrán otros más jóvenes que empiecen a apretar desde abajo en las largas distancias”
Sorprende ver la edad que tienes y tu palmarés.
Con 26 años, no puedo decir que soy viejo, pero estoy seguro de que pronto saldrán otros más jóvenes que empiecen a apretar desde abajo en las largas distancias. El deporte evoluciona, los tiempos se van recortando y mantenerse arriba será cada vez más duro.
Me llama también la atención tu forma de correr. Te has convertido en un valor muy fiable. ¿Cómo lo consigues?
En mi día a día soy una persona muy cabezona y en las carreras me pasa lo mismo. En las que me van bien no lo necesito, pero en otras tengo que tirar de toda esa terquedad para seguir. Por ejemplo, en la última Ultra Pirineu me encontré sin piernas desde el km 50, pero no tiré la toalla y entré en el top10. Me gusta terminar todo lo que empiezo.
“Voy a intentar ir a otra carrera de la categoría Series para sumar el máximo número de puntos posibles. Seguramente será la CCC”
¿Esta victoria, importante para el Ultra-Trail World Tour, cambia en algo el calendario que nos avanzaste hace unas semanas?
En líneas generales no, pero sí que voy a intentar ir a otra carrera de la categoría Series para sumar el máximo número de puntos posibles. Seguramente será la CCC.
¿Por qué no el UTMB?
Lo he desechado porque son muchos kilómetros y uno de los objetivos del año es hacer bien la Ultra Pirineu. El año pasado llegué muy justo de fuerzas y lo pagué.

¿Y no te atraen los retos personales fuera de la competición? Es una práctica cada vez más común entre los atletas.
Sí que me llaman. De hecho, este año tenía pensado un proyecto que al final no he podido cuadrar en el calendario. No te puedo dar mucha más información, pero sería una ruta de muchos kilómetros por etapas, en alta montaña y que enseñe la cultura de la zona en la que vivo.