¿Qué ha sido lo más difícil de batir el récord del Anillo de Picos de Europa?
Lo más difícil era ser capaces de mantener el ritmo que hemos seguido. Para conseguir ese tiempo hay que salir fuerte desde el principio y mantenerse así muchas horas. Por la noche pasamos por una zona en la que hubo mucha niebla y tuvimos algún pequeño despiste.
¿Es más complicado mantener este ritmo siendo tres que corriendo solo?
Es complicado, porque mientras yo tenía una pájara -y vas jodido, «haciendo la goma» y te cuesta seguir- los otros dos van bien y no se puede aminorar mucho el ritmo. Intentábamos no bajar el ritmo y no parar, recuperar a nuestro compañero lo más rápido posible. Pero tanto Manuel como Fran son bestias, máquinas de correr por la montaña y si tienen un bajón se recuperan porque están muy bien entrenados.
¿Sufristeis todos alguna pájara?
Desde que llegamos a los Lagos de Covadonga hasta el Refugio de Vegabaño fui muerto. Fueron tres horas y media muy malas, con vómitos, dolor de estómago, etc… Pensaba que tendría que parar, pero me encontré con un amigo, Javi, que me dio muchos ánimos. Me tomé una cerveza y pude recuperar. Luego Fran tuvo problemas de estómago durante la noche y tuvimos que darle un anti inflamatorio… pero se le pasó. A Merillas le dio desde Collado Jermoso hasta Tiros de Casares, y no podía ni andar
«Es la primera vez que tomo una cerveza para recuperar. Me lo tengo que apuntar por si me vuelve a pasar…»
¿Cómo es eso de que te recuperaste con una cerveza?
Ellos se sorprendieron, pero les dije que si no recuperaba con esto, que paraba. Pero me sentó genial, me asentó el estómago y volvieron las fuerzas. Me lo tengo que apuntar por si me vuelve a pasar (risas). Compitiendo nunca lo había hecho. Ni siquiera en una actividad fuerte. Sólo después de alguna carrera.
¿Conocíais el recorrido?
Yo sí, lo había hecho en invierno con Salva Calvo y Fran también lo conocía, ya que entrena y corre mucho por esta zona. Merillas sólo lo conoce de haber hecho la Travesera.
El Anillo en Invierno con Salvador Calvo: 45 horas con solo 4 de descanso
Hiciste el Anillo de Picos de Europa en invierno con Salvador Calvo ¿cómo fué la experiencia?
Lo hicimos corriendo, en 45 horas. Sólo paramos en el Refugio de Urriellu unas 4 horas para que se hiciera de día y hacer la Brecha de los Cazadores con luz, porque se había acumulado hielo. Fue una pasada, pero muy duro. De aquella actividad me quedo con el compromiso, nos jugamos la vida en algunos pasos sin cuerdas… Pero esto ha sido más duro por el ritmo, por no parar, por no descansar en ningún momento más de cinco minutos.
¿Qué material llevabais en invierno?
íbamos muy ligeritos. Llevábamos mallas largas, camisetas térmicas, ni forro polar siquiera. También impermeable, guantes, gorro y demás. Los crampones eran adaptables para las zapatillas y un piolet cada uno. Llevábamos muy poco peso en material. Los refugios estaban todos cerrados, menos el de Urriellu, donde estaba el guarda de casualidad.
¿Y ahora, en verano, cuál fue vuestro material?
También muy ligeros, muy minimalistas. Manu y yo llevábamos mochilas muy ligeras, Fran llevaba una riñonera; también llevamos manta térmica, frontal, cortavientos, guantes y nada más. Como mucho llevaría un par de kilos a la espalda.
«Sin el equipo de gente que nos apoyó no lo hubiéramos podido hacer tan rápido»
¿Cómo era vuestro equipo de apoyo?
Lo ideamos una semana antes. Cuando se fueron enterando mis amigos se ofrecieron a ir a la zona para ayudar. Se situaron en varios puntos y Fran también tenía a gente en algunas zonas. Lo fuimos improvisando, pero si esta gente no viene, no lo hubiéramos hecho tan rápido.
¿En qué puntos estaban?
Poncebos, Canal de Trea, que fue en horario nocturno, en Lagos de Covadonga con comida, en Vegabaño, en Posada, en Cabaña Verónica nos prepararon pasta unos amigos de Fran, en Vegas de Sotres… En total habremos tenido unos siete abastecimientos.
«Intentamos bajar de las 21 horas pero nos resultó imposible»
¿Crees que se puede mejorar vuestro tiempo de 21h10’?
íbamos al límite. A falta de una hora para terminar intentamos bajar de las 21 horas, pero no fue posible. Merillas tenía problemas en la rodilla en la parte final y no podíamos bajar rápido. Forzamos un poquito para bajar de 21 horas, aunque nos quedamos cerca. Se puede bajar el tiempo, pero tienes que prepararlo muy bien, entrenarlo de forma específica y estudiarlo a fondo. Además, se tienen que juntar un par de personas fuertes y tener asistencia. Si no, lo veo complicado.
¿Por qué es tan complicada esta ruta?
Tienes que conocer mucho la zona, porque Picos es muy salvaje, sobre todo por la zona de Vega de Ario y Cabrones. Como haya niebla en esta zona, como no lleves GPS estás vendido. Hay zonas tan salvajes que es muy difícil dar con los pasos. Hay zonas que conozco bien, pero con niebla se hace todo muy complicado.

«Una actividad de 21 horas hace que el físico pase al segundo plano y lo que tira es la cabeza»
¿Pensáis volver a rebajar vuestro tiempo algún día?
De momento yo no. Hay que dejar pasar un tiempo, porque si no quema mucho. Ahora mismo estoy destrozado tanto por dentro como por fuera, es muchísima fatiga. No hemos dormido nada, porque si no era imposible bajar de 24 horas. Hemos ido al límite todo el tiempo.
Supongo que llegabas a este reto en un buen momento de la temporada…
Estaba cerrando mi temporada y había bajado mucho el volumen de entrenamiento. No las tenía todas conmigo para acabar. Merillas está muy fuerte y Fran también. Pero mi ventaja es que la ruta la conozco por hacerla antes y eso te da mucho. Una actividad de 21 horas hace que el físico pase al segundo plano y lo que tira es la cabeza. Y yo la tengo muy dura.
¿Cuáles son tus objetivos ahora?
Corro una carrera (Villalfeide-Polvoreda) nivel muy regional en León, una carrera que es muy especial para mi ya que es mi lugar favorito para entrenar.