Los esquiadores de la selección española ya están de vuelta a casa. 7 metales en su medallero, con dos oros en la Vertical Race de Kilian Jornet y Pau Coll, han vuelto a colocar al equipo de la FEDME en el cuarto puesto internacional, detrás de Italia, Suiza y Francia, por este orden.
Pero al margen de los resultados, el Trofeo Internazional dell’Etna era importante por dos motivos. El primero es que se jugaban dos plazas para los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2020, un objetivo que con el que han cumplido nuestros cadetes, y el segundo era la calidad organizativa que la Federación Internacional (ISMF) y el Comité Local podían ofrecer en un cita clave para la olimpización de este deporte.
Y los problemas empezaron pronto, debido a la ausencia de nieve que puso en riesgo la propia celebración del evento. Con este panorama, la improvisación se hizo evidente y las críticas de técnicos y corredores no han tardado en aparecer. Jornet lo expresaba así en sus redes sociales: “Creo que esta temporada de skimo es una metáfora de la ISMF, que debería repensar cuál es su visión del deporte. Desde 2003, cuando comencé a competir a nivel internacional, no he visto tal caos a nivel de comunicación, interna y externa, y de gestión. Creo que si todos los actores (federación, atletas, grandes y pequeños países, organizadores) quieren trabajar juntos, puede ser posible mostrar lo grande que es este deporte.”
A nivel competitivo el desconcierto se puso especialmente de manifiesto en la prueba de Sprint, en la que unas rachas de viento de hasta 110km/h obligaron a detener la prueba cuando todavía faltaban varias rondas en la categoría senior. Así nos lo explica el seleccionador, Oriol Duixans: “Se tomaron los resultados de las rondas clasificatorias para hacer la clasificación general, cuando lo más adecuado hubiera sido anular la prueba y, en todo caso, celebrarla en la última prueba de la Copa del Mundo”.
“La meteorología no lo puso fácil, pero hubo problemas en muchos ámbitos como los hoteles y los desplazamientos”
¿Qué valoración haces de la organización del evento?
Ha sido en general bastante caótico. La meteorología no lo puso fácil, pero hubo problemas en muchos ámbitos como los hoteles y los desplazamientos. Se nota que fue montado con muy poca antelación. En mi opinión, estos Europeos suponen un retroceso a nivel organizativo.
Era una cita clave para este deporte, que tiene la mirada puesta en los Juegos Olímpicos.
Sí, es un poco triste, la verdad. Es complejo encontrar organizaciones capaces de organizar estos eventos y en este sentido la ISMF se tiene que poner las pilas. Es un tema complejo que también tiene que ver con la profesionalización de este deporte.
“Algunos deportistas están trabajando de manera más profesional que las infraestructuras que tienen detrás”
¿A qué te refieres?
En estos momentos, algunos deportistas están trabajando de manera más profesional que las infraestructuras que tienen detrás. Las federaciones no cuentan con los recursos suficientes y a veces nos cuesta estar a la altura.
Al margen del tema organizativo, ¿cómo valoras el rendimiento del equipo español en los Campeonatos?
Ha habido algunos resultados excelentes. Kilian ha vuelto a demostrar que a pesar de la lesión sigue estando a un gran nivel tanto en la Individual como en el Sprint y las chicas han vuelto a meterse en el top10, con Clàudia Galicia a la cabeza. También tenemos a un Antonio Alcalde que ha dado un gran salto, especialmente a nivel mental. Ha aprendido a gestionar las carreras y así poder rentabilizar ese gran motor que tiene. A estos niveles, la cabeza es la clave.
Y además el junior Pau Coll, que rubricó con el oro la Vertical.
Sí, y lo que poca gente sabe es que esquió con 13 puntos en la pierna debido a una caída el día anterior.
“Hemos sido los terceros en la categoría por detrás de Suiza e Italia, pero por delante de Francia”
Por último, en esta cita los cadetes se jugaban dos plazas para las próximas Olimpiadas de la Juventud. ¿Se han conseguido?
Sí, aunque todavía tienen oficializarse. Hemos sido los terceros en la categoría por detrás de Suiza e Italia, pero por delante de Francia. Como los helvéticos serán el país anfitrión, podemos decir que somos la segunda selección con más posibilidades de conseguir esas plazas.
Terceros en el cómputo general a pesar de no haber conseguido ninguna medalla.
Nuestra estrategia se ha basado en puntuar con muchos esquiadores. En general, las carreras de otros países europeos tienen un mayor nivel por lo que es normal que nuestros cadetes lo tuvieran complicado. Ahora lo que toca es trabajar internamente, echar adelante un programa nacional de tecnificación y formarlos lo mejor posible para la gran cita.
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