Hace 1 año y 8 meses que Núria Picas se colgó el dorsal por última vez. Fue en la Lavaredo Ultra-Trail de 2018, y aquel día no se subió a ningún podio. De hecho, ni tan siquiera consiguió cruzar la línea de meta tras sus 120 km. Fue el día que su tobillo, maltrecho desde mucho antes, dijo basta definitivamente. O eso creía hasta hace unos días.
Esta navidad, gracias al corredor Pau Bartoló, le dio una nueva oportunidad a la medicina. Conoció al médico Jordi Vega, “uno de los mejores especialistas del mundo en tobillos” -nos cuenta ella-, y decidió someterse a una intervención quirúrgica que ha resultado todo un éxito. Y es que ha terminado con unas molestias que se alargaban desde hace 20 años, mucho antes de que empezase a correr de forma profesional.
Ahora, la corredora catalana, mira al futuro con mucha ilusión. A los 43 años, y después de haberlo ganado casi todo (véase el Ultra-Trail World Tour 2014 y 2015 o el Ultra-Trail del Mont Blanc 2017), la vida le ha regalado una nueva oportunidad que no duda en aprovechar. Recuperándose de la operación, todavía no quiere marcarse objetivos ambiciosos, pero sí que se ha marcado un calendario con el objetivo de poder regresar a la línea de salida de la gran ultra de Chamonix.
“La semana pasada se cumplieron 20 años de un accidente que sufrí”
¿Cómo estás, Núria?
Bien, todavía con algunas molestias de la intervención, pero muy contenta con esta situación en la que me encuentro. Encontrarme de nuevo sin dolor, con la esperanza de poder correr libremente es algo con lo que no contaba.
¿Qué te ocurría exactamente?
Que arrastraba problemas en el tobillo izquierdo desde hace muchísimo tiempo. La semana pasada se cumplieron 20 años de un accidente que sufrí en una vía ferrata de Montserrat. Tenía 23 años y los médicos me dijeron en aquel momento que no podría volver a correr.
“En 2011 hice mi primer ultra, la Cavalls del Vent, y esa carrera cambió mi vida”
Obviamente, no acertaron.
Bueno, durante los 6 o 7 primeros años, sí. Luego, sobre todo a partir de 2009-10, empecé a hacerlo con continuidad y a apuntarme a alguna carrera. En 2011 hice mi primer ultra, la Cavalls del Vent [precursora de Ultra Pirineu], y esa carrera cambió mi vida. Llegué sin saber si sería capaz de correr durante tanto tiempo seguido y me fui con la victoria y el récord femenino.
¿Cómo te cambió la vida esa meta?
Sobre todo porque me convertí en corredora profesional y cambió mi manera de enfocarme al deporte. Mi objetivo entonces era trabajar todos los aspectos para rendir al máximo, pero siempre había uno que no podía controlar: el dolor del pie. Era algo crónico, a veces fuerte y a veces débil, pero que siempre estaba ahí. Normalmente en invierno era peor.
“En Lavaredo pensé que podía ser mi última ultra trail”
¿Cómo mitigabas el dolor?
Más que mitigarlo, aprendes a convivir con él, lo asimilas, pero la gente que me conoce sabe que me limitó bastante. Cada año me hacía una resonancia para mantenerlo controlado.
¿Por esas molestias dejaste de correr?
Sí, en 2018 fui a Skyrun Madeira, que tiene 2 km en los que vas remontando el cauce de un río. Creo que ese tramo me terminó de machacar. La acabé, fui tercera en sus 55 km, pero pensaba se acabaron las posibilidades de correr para mí. Unas semanas después fui a Lavaredo y se cumpieron los peores presagios. Recuerdo que pensé podía ser mi última ultra trail, pero como ya había pasado por esa situación con el accidente, nunca me rendí.
¿Y qué hiciste?
Pues aunque no podía entrenar más de una hora empecé a darle a la bicicleta, siempre pensando en que en algún momento intentaría volver a correr.
“Pensé en anunciar públicamente mi retirada en 2019, pero al final decidí no hacerlo!
¿Siempre te mantuviste positiva?
Bueno, siempre hay algún momento en el que piensas en tirar la toalla. De hecho, incluso pensé en anunciar públicamente mi retirada en 2019, pero al final decidí no hacerlo. Había algo dentro de mí que me decía que no lo hiciera, que si me retiraba, que fuera porque realmente quería, no por un tobillo que no me dejaba en paz.
Y unos meses más tarde la situación ha cambiado, y mucho.
Sí, esta Navidad, mi amigo Pau Bartoló me dijo que tenía que verme con un traumatólogo que había conocido. Éste, con gran profesionalidad, me derivó a un segundo, uno de los mejores del mundo en tobillos. Me abrió y encontró lo que ninguna otra prueba anterior había reflejado: tenía el tendón del dedo gordo completamente incrustado en el hueso.

“Volver a vivir este deporte con la pasión que siempre he tenido pero sin las molestias y los límites que hasta ahora me marcaban”
No suena demasiado bien.
Lo liberó y también me trató algunos otros puntos del tobillo que tenía afectados. Ahora puedo hacer algunos movimientos que antes no podía y que son fundamentales para las carreras. Este médico me ha regalado otra oportunidad.
¿Y qué piensas ahora?
Pues que quiero aprovecharla, creo que me merezco poder correr sin dolor. Quiero volver a ponerme un dorsal, volver a vivir este deporte con la pasión que siempre he tenido pero sin las molestias y los límites que hasta ahora me marcaban.
Para una persona que lo ha ganado casi todo, ¿eso significa que vas a intentar volver al máximo nivel?
Mira, hace mucho tiempo que estoy inactiva, cada vez soy más mayor y el nivel femenino va creciendo, pero yo estoy convencida de quiero volver e intentar ser competitiva.
“No quiero quemar cartuchos con carreras de 100 millas hasta que no sea necesario”
¿Has hecho calendario para este año?
Sí, he mirado carreras pensando en conseguir los puntos para poder ir al UTMB en 2021. Me encantaría volver a estar en esa línea de salida. Si estoy bien, la primera será en casa, en la Berga Trail.
¿Irás a Val d’Aran by UTMB para conseguir el pase directo a Chamonix?
Puede que vaya, pero no a la distancia más larga. No quiero quemar cartuchos con carreras de 100 millas hasta que no sea necesario, prefiero sumar otras dos pruebas más cortas de 5 puntos.
Bombera en excedencia, ahora mismo estás como diputada del Parlamento de Cataluña, que imagino que es una tarea exigente. ¿Cómo lo harás para compaginarlo?
Tanto el deporte como la política me apasionan. Tuve la oportunidad de entrar como diputada y quise aprovecharla. Ahora estamos a la espera de que se convoquen unas nuevas elecciones y no sé si continuaré. Y al cuerpo de bomberos ya tengo ganas de volver.
