El deporte en general y el trail en particular son un caldo de cultivo perfecto para que salgan historias de lo más motivador. Una de las más impresionantes es la de Mira Rai, una joven nepalí que parecía abocada a una vida como el resto de sus compatriotas, pero su capacidad de correr largas distancias le ha regalado una vida con la que no podía ni soñar.
De niña, transportaba arroz durante horas para poder alimentar a su familia; luego se fue a Kathmandú para ingresar en el ejército, donde comenzó a practicar deporte de forma habitual. Correr, karate, volleybol, etc… eran algunos de esas disciplinas que le metieron dentro el gusanillo del deporte.
Tras dos años, tuvo que abandonar el ejército, pero su persistencia tuvo premio cuando logró que Salomon la patrocinara y pudiera así competir en carreras por Asia. Antes, pasó un tiempo en Kathmandú, ayudada por su profesor de karate, ya que ella no contaba con ingresos con los que mantenerse.
Un año después, ha competido por países que nunca pensó que visitaría. El último ha sido España, donde participó en la Ultra Pirineu, en la que acabó segunda, poniéndole las cosas muy complicadas a toda una Emelie Forsberg. Al igual que la sueca, Mira siempre corre con una sonrisa dibujada en el rostro, fruto de la felicidad de conseguir vivir un sueño.
¿Cuándo comenzaste a correr?
Comencé a correr hace unos dos años, en las montañas y las nieves de Kathmandú; corría muchos kilómetros totalmente sola, sin nadie que me acompañara.
«Ahora viajo mucho por el mundo, desde que empecé a correr. Hace un año nunca había ido a Europa ni salido de Nepal, y ahora estoy yendo a correr y participar a muchas carreras, compitiendo por todo el mundo.»
¿Dónde vives ahora?
Ahora vivo en Kathmandú, lejos de la villa en la que vivía de pequeña con el resto de mi familia. Solo se puede ir andando entre ambos sitios y tardas unas seis o siete horas.
¿Te ha cambiado la vida correr por la montaña?
Sí, me ha cambiado mucho la vida. Ahora viajo mucho por el mundo, desde que empecé a correr. Hace un año nunca había ido a Europa ni salido de Nepal, y ahora estoy yendo a correr y participar a muchas carreras, compitiendo por todo el mundo. Es muy bueno para mí, aunque a veces se hace un poco difícil.
¿Qué tipo de carreras te gustan más?
Prefiero largas distancias y en alta montaña. Me siento cómoda en las subidas duras.
«Para mí, el apoyo de Salomon es muy importante. Ahora estoy en España gracias a ellos. Sin su apoyo, no hubiera podido hacer lo que hago.»
¿Tienes alguna carrera favorita de las que has corrido?
Mi carrera favorita es 80Km du Mont Blanc, en Chamonix. Es una ruta muy bonita, con subidas y bajadas muy buenas.
¿Cómo de importante ha sido el patrocinio de Salomon?
Para mí, el apoyo de Salomon es muy importante. Ahora estoy en España gracias a ellos. Sin su apoyo, no hubiera podido hacer lo que hago.
¿Has practicado algún otro deporte durante tu vida?
Comencé cuando tenía unos 14 años. En el ejército hacíamos muchas caminatas largas que te permitían estar en forma. También corríamos y hacíamos karate, además de fútbol y voleybol, además de otros deportes al aire libre.
«Estuve en el ejército unos dos años y tenía que volver a mi pueblo, porque resultó que no era apropiada para trabajar allí. Había mucha gente que quería entrar y los hombres fuertes eran los escogidos.»
¿Cómo fue tu experiencia en el ejército de Nepal?
Estuve en el ejército unos dos años y tenía que volver a mi pueblo, porque resultó que no era apropiada para trabajar allí. Había mucha gente que quería entrar y los hombres fuertes eran los escogidos.

¿Qué hiciste una vez que te quedaste fuera del ejército?
Luego no tenía dinero y pude quedarme en Kathmandú, aunque es muy duro si estás sola. Mi profesor de karate me ayudó y pude comenzar a correr.
¿Cómo ha sido tu primer viaje a España?
Vine cinco días antes, para poder correr por la zona y conocer las montañas. En algún modo, son similares a las montañas de Nepal, son muy bonitas. Es un gran lugar para correr.