El lombardo cruzó la meta de Zegama balanceando los brazos como si acunara a un bebé. Así dedicaba el esfuerzo realizado a lo largo de los 42 kilómetros a su mujer, la corredora Elisa Desco, con la que en los próximos meses tendrá su segundo hijo. A sus 40 años, Marco de Gasperi también estaba comunicando al mundo que llegan nuevos desafíos, nuevos quehaceres que posíblimente le alejen de las carreras por montaña, por lo menos de algunas.
Tras cuatro participaciones, su objetivo este año era superar el segundo cajón al que ya se subió en 2014. La ausencia de Kilian Jornet y Luis Alberto Hernando dibujaban su gran oportunidad en el maratón más apasionado del planeta que, como desveló después, también sería la última. Pero el noruego Stian Angermund-Vik borró a un ritmo portentoso el sueño del italiano, que se tuvo que conformar otra vez con la segunda posición.
«Hemos salido todos con el cuchillo entre los dientes, seguramente animados por la ausencia de Kilian»
¿Estas satisfecho con la carrera?
Bueno, más o menos. Hemos salido todos con el cuchillo entre los dientes, seguramente animados por la ausencia de Kilian, pero nos hemos encontrado con otro corredor intratable como Stian Angermund-Vik. No me he encontrado tan bien como en las últimas semanas, pero aun así estoy contento porque he dado todo lo que tenía dentro. El calor fue también un factor importante; tuve que luchar mucho rato contra los calambres.
¿Cómo fue la carrera?
Desde la salida me agrupé con Aritz Egea, que sabía que llegaba con ganas de marcar el ritmo desde el principio. Salimos muy rápidos y pasamos por Sancti Spiritu a muy buen ritmo. En el cresterío del Aizkorri me adelantó Stian, pensé que tenía que seguirle a toda costa, pero fue imposible. Llevaba un ritmo que era muy duro para mí y yo ya llevaba muchos kilómetros corriendo por encima de mis posibilidades. Desde ahí, intenté concentrarme en hacer mi carrera y terminarla lo mejor posible.
«Me quedo tranquilo porque lo he intentado con la cabeza y con el corazón, y no he podido hacer más»
Al final un segundo puesto, muy meritorio ya que tanto el ganador redujisteis la marca de Kilian Jornet en 2014. Pero, ¿ha sido suficiente para ti?
Al final sí, me quedo tranquilo porque lo he intentado con la cabeza y con el corazón, y no he podido hacer más. Es una carrera que significa mucho para mí por la afición que tiene y tenía muchas ganas de vencer, pero no ha podido ser y no volveré a intentarlo.
¿Fueron muy determinantes las condiciones meteorológicas?
Sí, todos sabíamos que con el calor y el terreno tan seco no te ibas a resbalar. De hecho, corrí con unas zapatillas de asfalto porque no iba a necesitar el mismo agarre que otras ocasiones.
«No sé cuándo se volverán a repetir unas condiciones tan favorables para correr como las de este año y sin eso, será difícil que se vuelva a batir el récord»
Los récords en las actividades al aire libre son siempre muy injustos, ya que hay factores como el estado del terreno o la meteorología que varían mucho.
Sí, en 2014 las condiciones fueron totalmente diferentes, con el barro que es habitual encontrar en Zegama. Este año había calculado que se podría bajar el tiempo de Kilian [3h48m] hasta en 5 minutos. No sé cuándo se volverán a repetir unas condiciones tan favorables para correr como las de este año y sin eso, será difícil que se vuelva a batir el récord.
¿Qué diferencia Zegama de otras de las muchas carreras que has hecho?
Es realmente muy dura. Hay una primera parte en la que se puede correr muchísimo, especialmente hoy que no había barro, mientras que en la segunda hay muchas rocas y piedras y se necesita más técnica. Los corredores que van bien en este terreno pueden marcar las diferencias.
¿Cuál es la clave de Zegama?
Es una carrera para guardarte las energías. Si te conoces bien a ti mismo, puedes encontrar tu momento para atacar, porque hay tramos para todos los corredores: de subida, en los llanos… Personalmente yo esperaba darlo todo en la última bajada y, aunque no pude acercarme a Stian, sí pude defender mi puesto ante el tercero, Marc Lauenstein.
«Cuando me encuentro mal, intento concentrarme en las cosas buenas que me pasan»
¿Utilizaste un pulsómetro para medirte o te fías más de las sensaciones y la experiencia?
Un poco de todo, pero sobre todo hay que trabajar la cabeza. Si tienes un problema y tus pensamientos no están contigo te puede ser imposible terminar. Cuando me encuentro mal, intento concentrarme en las cosas buenas que me pasan, como el ambientazo que había en la carrera. Eso es lo que te empuja hasta el final.
¿A qué ritmo cardiaco intentas mantenerte?
En los últimos años me encuentro bien entre 160 y 168 pulsaciones. Si voy más deprisa no podré aguantar el ritmo mucho rato, pero no todos los días estás de la misma manera. En una carrera como Zegama, intentas recuperar en las bajadas y llanos, mientras que en la subida al Aizkorri fui a un ritmo más alto tal vez por el apoyo del público.
«A todos nos gusta ganar, que se nos reconozca o que nos pidan una foto o un autógrafo»
Tal vez sea por eso que vienen tantos grandes corredores que hacen que la Zegama-Aizkorri sea una de las carreras con mayor nivel del mundo.
Sí, además el nivel siempre va para arriba, especialmente en el nivel medio. Ahora hay muchas personas que entrenan durante el año pensando en esta carrera, tanto por ellos como por sus patrocinadores. Y a todos nos gusta ganar, que se nos reconozca o que nos pidan una foto o un autógrafo.

Pero si el nivel ha subido y ahora has marcado tu mejor tiempo, ¿estás corriendo ahora más que cuando tenías 20 años?
No, en aquellos años tenía una gran calidad y, por ejemplo, gané mi primer mundial de corta distancia, en unas pruebas a las que acudían también atletas africanos. En lo que he mejorado es que ahora conozco mucho mejor mi cuerpo y eso se nota muchísimo. Trato de escucharme y, si me siento bien, salgo a hacer tiradas largas. Entreno mucho menos que antes.
«Ahora que todo va para atrás, tengo que estar contento con estos resultados»
¿Es difícil permanecer en la élite durante tantos años?
Llevo 20 años corriendo y en los últimos repito muchas veces esta segunda plaza. Siempre quieres ganar, pero ahora que todo va para atrás, tengo que estar contento con estos resultados.
¿Qué ha cambiado en este tiempo?
Cuando miro las fotos de 20 años atrás me parecen muy lejanas, es otro mundo. Todo ha pasado muy rápido y quisiera parar el tiempo para seguir compitiendo con los jóvenes que vienen muy fuertes. Ahora entreno también a niños, es muy importante para mí darles estímulos y experiencia para que corran en el futuro.
«Antes era impensable encontrar un patrocinador, todo nos lo teníamos que pagar nosotros y solo corrías donde podías ir»
¿Y en el ambiente de las carreras?
Antes era impensable encontrar un patrocinador, todo nos lo teníamos que pagar nosotros y solo corrías donde podías ir. Ahora hay más posibilidades y hay carreras que se han convertido claramente en un negocio. Esta es la diferencia más grande. A pesar de ello, el ambiente sigue siendo muy especial. Seguimos siendo un deporte pobre con muy buenos sentimientos detrás, algo muy especial que en otros deportes más ricos no saben lo que es.
¿Puedes vivir de las carreras por montaña?
Hasta enero sí que era profesional, pero he empezado a trabajar como policía. Trabajo a turnos de mañana y de tarde así que voy muy liado y cada vez me cuesta más sacar tiempo para entrenar.
«Mi padre tiene 81 años y 3 vacas, y suelo ir corriendo a donde él está para ayudarle con el trabajo»
¿Cómo entrenas?
No me gusta madrugar demasiado, así que entreno por las tardes. Mi padre tiene 81 años y 3 vacas, y suelo ir corriendo a donde él está para ayudarle con el trabajo. Me gusta mucho hacer estas tareas y estar en contacto con la naturaleza, creo que en un futuro será a lo que me dedique.
Tu pareja Elisa Desco también pertenece a la élite del trail running. ¿Cómo es eso de compartir tu pasión con la pareja?
Tiene cosas muy buenas, porque te entiendes muy bien. Ahora ella está embarazada y no ha podido venir, por lo que ha sido una motivación en mi carrera. Quería correr por los dos.
«Ser padre es mucho más duro que correr una Zegama-Aizkorri»
Así que vas a ser padre…
Sí, por segunda vez. Es algo muy importante para un atleta porque te quita mucha presión y te dan más ganas de volver a casa después de cada carrera. Ser padre es mucho más duro que correr una Zegama-Aizkorri, serían como 4 o 5.
¿Por qué corres?
Es algo muy especial para mí, empecé desde niño y aunque a veces me gustaría parar y descanso un poco, no es posible. Es como un virus que tienes dentro y no puede salir.
¿Y qué se siente al llegar a la meta de carreras tan exigentes como esta?
Es algo que no se puede explicar, hay que vivirlo. Es un sentimiento impresionante, una liberación de algo que acumulas durante muchos kilómetros. Lo más importante es saber disfrutarlo, porque yo de joven no sabía hacerlo, y ahora las llegadas a la meta me parecen cada vez momentos más especiales.
- Etiquetas: Marco de Gasperi, Zegama-Aizkorri 2017
3 comentarios
Bestial Marco !!! Fuerte Abrazo desde Córdoba Argentina
¿Necesita ayuda para quedar embarazada? Contacto Drmidnight templo hechizo en este correo electrónico (dr.midnight5@gmail.com) Soy Stacy Maria de EE.UU., he estado tratando durante 10 años para quedar embarazada y necesitaba ayuda! He estado yendo a los doctores pero todavía nada. El médico me dijo que mi marido y yo estamos bien, no sé dónde más a su vez. Hasta que un día mi amiga Amanda me presenta a esta gran hechicera que la ayudó a recuperar a su esposo perdido con un hechizo de amor y tamb
Bonita historia. A veces hay que sacrificar el deporte para dedicar más tiempo a la familia.