Todavía recuerda Marc Pinsach la forma, el color y sobretodo la cruda textura del bloque de granito con en el que impactó el pasado sábado, cuando lideraba el Maratón Vielha-Molières 3010 en el valle de Arán.
Tras haber participado el año anterior en la modalidad corta, quedó prendado de la salvaje belleza de este rincón del Pirineo y decidió volver este para probarse en los 42 km. “Es una carrera durísima, no solo porque tiene más de 4.000 m positivos, sino también por lo técnico del terreno. Hay tramos de prados con muchas trampas y agujeros en las que no puedes despistarte, y también zonas de montaña pura, rocosa y escarpada. Por todo ello es una carrera lenta, que hay que hacer a ritmo de ultra-trail”
Manteniendo el gran nivel que le dio la victoria en la Buff Epic Trail, el esquiador y corredor por montaña catalán tomó pronto el mando de los 42 km araneses pero, cuando se acercaba al pie de la última subida (km 25), sufrió una caída que le dejó fuera de la carrera.
“Llevaba más de 1.000 m de bajada llena de piedras. Me tropecé varias veces y en una de ellas me fui de bruces contra un duro bloque de piedra granítica. Tenía un canto muy agresivo y me golpeé en el costado izquierdo y en la espalda. Noté que había sido fuerte, pero me levanté rápido e intenté continuar. En ese momento mi intención era continuar disputando la carrera, pero pronto empecé a tener problemas para respirar bien y a cada salto me dolía más. Fue entonces cuando decidí parar, con miedo también de no sufrir otra caída que agravara la situación”.
‘Pinsi’ abandonó en el siguiente control y descendió en coche hasta la meta. El médico de la carrera y una prueba en el hospital confirmaban el menor de los males: no había roturas, ni fisuras, por lo que la temporada seguía adelante para el de Cassà de la Selva (Gerona).
Ya desde su casa, todavía dolorido, aprovechamos el incidente para arrancarle algunas reflexiones sobre la relación entre el trail running, la competición y la seguridad.
“Se puede decir que todo ha quedado en un susto”
¿Cómo estás?
Bastante bien. Tengo que tener cuidado con los movimientos bruscos por el dolor, pero se puede decir que todo ha quedado en un susto.
¿Qué recuerdo se te queda de esta carrera?
Mi experiencia no fue todo lo buena posible, pero son cosas que pasan en el trail running. Me quedo con que es una prueba preciosa, con un recorrido lógico y salvaje y que además te lleva a una cima de 3.000 metros. ¿Qué más se puede pedir? Pues unas impresionantes vistas del Aneto.
“Es normal que con todas las horas que me pego en la montaña, entrenando y compitiendo, de vez en cuando te ocurra algo”
Así que han sido, como dicen en otros deportes, “lances del juego”.
Es normal que con todas las horas que me pego en la montaña, entrenando y compitiendo, de vez en cuando te ocurra algo. Parece que en los medios solo se habla de accidentes cuando son casos muy graves, pero lo más habitual son estas pequeñas lesiones de chapa y pintura. Es como cuando se rompió Kilian Jornet en la Pierra Menta. Claro que fue una putada, pero le sale a devolver por todas las veces en las que no le ha pasado nada.
¿Viene bien de vez en cuando un toque de realidad en este sentido?
Sí, estos sustos te recuerdan el riesgo que inevitablemente asumes en la montaña. El pico Mulleres, por ejemplo, no es una montaña difícil, pero es cierto que según en qué lugar te caigas y a qué velocidad te puedes hacer mucho daño.
“Los corredores aceptamos que este tipo de accidentes leves se pueden dar en una competición. Donde creo que perdemos la perspectiva es en los problemas más graves”
El hecho de estar en una carrera, ¿genera una sensación de falsa seguridad?
Los corredores aceptamos que este tipo de accidentes leves se pueden dar en una competición. Donde creo que perdemos la perspectiva es en los problemas más graves. No estoy hablando ahora del Trail Vielha-Molières 3010, pero sí de otras carreras en las que pasas por zonas técnicas en las que una caída es mortal.
Ponme algún ejemplo.

Por ejemplo, a veces me quedo extrañado cuando veo fotos mías de la Pierra Menta. Acabo pasando por sitios por los que, si fuera entrenando solo, seguramente me daría la vuelta, ¡y lo más sorprendente es que casi no me he dado cuenta! Esto tiene una cosa mala, pues no valoras individualmente si estás preparado y puedes darte un susto, pero otra buena, porque a veces el peligro no es tanto la montaña sino las dudas y titubeos de uno mismo.
“Si vas a hacer pruebas con tramos muy técnicos, será mejor que los vayas practicando con anterioridad”
¿Se puede entrenar esta destreza para los tramos más extremos?
Sí, aunque también depende mucho de la forma de ser de cada uno. Igual que si vas a preparar una carrera muy rápida, correras en llano; si vas a hacer pruebas con tramos muy técnicos, será mejor que los vayas practicando con anterioridad.
En una entrevista anterior, Genís Zapater nos comentaba que “las carreras técnicas están en peligro de extinción”. ¿Tienes esta misma sensación?
Pienso en las carreras se busca mucho la seguridad, pero si te lo paras a pensar fríamente, los accidentes graves tienen mala solución por mucha organización y material que lleves. Tenemos que aceptar el punto de riesgo que tienen las actividades de montaña, también las competiciones. Estamos en una sociedad que lo quiere asegurar todo y, lo más grave, que necesita siempre a alguien a quien echarle las culpas y al que pedir responsabilidades antes de mirarse a sí misma. Creo que esto nos llega de EE.UU., donde vemos pleitos por los motivos más sorprendentes. Ante esta situación, entiendo que los organizadores no quieran exponerse.