Un año y medio lesionado y dos meses sin correr, aunque deberían haber sido más. Manuel Merillas continúa el proceso de recuperación de su pie derecho después de la operación que le realizaron el pasado mes de mayo. A pesar de ello, y de que el Mundial de Trail se jugaba esa misma mañana -con su pareja Azara García como una de las favoritas-, el leonés se echó al monte para acudir a su cita obligada con la Travesera Integral de Picos de Europa. Allí dialogamos con él acerca de su estadoy de la importancia que el macizo nórdico ha tenido en su carrera como corredor.
¿Cómo llevas vivir las carreras desde el otro lado de la valla?
Estoy mordiéndome las uñas, porque esta es una carrera que me encanta. Tanto el año pasado, que ya empezaba a estar tocado de la lesión, como éste, que estoy recién operado, me la he perdido.
“Ganar la Travesera ha sido una de las alegrías más grandes que he tenido en mi carrera”
¿Qué significa para ti la Travesera?
Es la gran carrera, tiene muchísimo desnivel y simplemente para querer acabarla tienes que estar con fuerzas y muy preparado. Ganar aquí ha sido una de las alegrías más grandes que he tenido en mi carrera.
¿Te costó mucho?
Cinco participaciones, nada menos. Las dos primeras me tuve que retirar, en la tercera fui séptimo, en la cuarta fui segundo y a la quinta fue la vencida. También conseguí batir el récord de la prueba que todavía está en 10 horas y 41 minutos.
¿Cuál es la clave para superar con éxito esta carrera?
Fundamentalmente no calentarte, ir regulando mucho el esfuerzo durante toda la carrera. El recorrido tiene muchos desniveles y hay que guardar fuerzas hasta el final.
“El Anillo de Picos en verano es como hacer la Travesera, pero añadiéndole 40 kilómetros”
También aquí completaste el reto del Anillo de Picos de Europa en verano y en invierno.
Sí, el Anillo en verano es como hacer la Travesera, pero añadiéndole 40 kilómetros. En total salen 120 km con casi 9.000 m positivos. En invierno, la cosa cambia porque aunque salen menos kilómetros ya que recortas algo en las laderas, tienes mucha más dificultad con nieve y partes en las que te tienes que poner los crampones y el piolet. A nosotros nos costó 13 horas más.
¿Es arriesgado plantear este tipo de actividades con un componente más técnico de una manera tan rápida?
Cada uno sabe dónde se puede meter o no y, lo más importante, es saber controlar esos momentos de estrés y dificultad. Fran Piñera lo bautizó como alpinismo horizontal. Para nosotros los pasos más difíciles fueron en Jidiellu y la Forcadona; tuvimos que encordarnos en varios puntos. Hay que ir preparado para lo que venga. De todas formas, la ruta en verano también tiene sus riesgos.
“No hay otro sitio en España donde puedas encontrar la verticalidad mantenida durante tantos metros como la hay aquí”
¿Qué significan los Picos de Europa para ti?
Fundamentalmente mucha pendiente. No hay otro sitio en España donde puedas encontrar la verticalidad mantenida durante tantos metros como la hay aquí. Para mí es el paraíso y me he movido mucho por aquí. “Cuando quiero ponerme fuerte de verdad, vengo a Picos de Europa”. ¡Estoy unos días perdido por aquí, durmiendo en la cabaña de Sotres o en vivacs, y salgo asalvajao!
Tú que conoces la zona tan bien, recomiéndanos un recorrido para salir a correr.
El más famoso de todos es subir al Urriellu, ya sea desde Camburero, Pandébano o por Dobresengos. A mí me gusta mucho subir a la cueva de hielo de Peña Castil, también a Torrecerredo y la arista de Cabrones. Eso es, junto a Peña Santa, lo más espectacular que hay por aquí. Todo eso se puede hacer rápido, pero en algunos tramos se necesita ir más preparado y llevar algo de material.
En la última entrevista nos contabas que te habías puesto en manos del Dr. Capapé para l operación. ¿Cómo va la recuperación? ¿Te han dado fechas para volver a correr?
De momento se van cumpliendo todos los plazos y espero volver a trotar por llano en un mes. Después de tanto tiempo, no tengo ninguna prisa en acelerar la recuperación. Esta temporada ya la he dado por perdida.
“Las competiciones solo son la guinda del pastel”
¿Qué es lo que más añoras de tu vida antes de la lesión?
Sobre todo los entrenamientos, andar perdido por ahí. Entrenar siempre ha sido lo que más me ha gustado, mirar un punto e intentar buscar la manera de llegar hasta él. Las competiciones solo son la guinda del pastel.
¿Cuánto has llegado a entrenar?
Nunca he llevado reloj ni he sumado lo que hacía, pero seguro que por lo menos 20 horas a la semana. Antes de tener entrenador, lo mismo llegaba a 40 o 50 horas porque estaba todo el día en el monte, ya fuera con el ganado o solo. Luego con un plan de entrenamiento me redujo mucho la carga y aumenté el rendimiento, así que está claro que funcionó.

“Un día cogí las chirucas, el zurrón y un bocadillo de chorizo y me subí al Pico Chao”
¿Cómo empezaste a correr?
Era algo que ya estaba en mi vida, daba igual que fuera jugando a fútbol o haciendo otra cosa. Un día cogí las chirucas, el zurrón y un bocadillo de chorizo y me subí al Pico Chao. Tardé 2 horas y 50 minutos, y poco a poco fui bajándolo y ahora está en 40 minutos.
¿Y a las carreras?
Cuando empecé yo no sabía ni que existía este deporte. Mi tío me comentó que había una carrera en Pola de Laviana, la Quebrapates. La corrí y a partir de ahí fui conociendo gente de este mundillo.
¿Cómo fue esa primera experiencia?
Salí a fuego hasta el kilómetro 12, lo di todo y a falta de 18 kilómetros ya estaba muerto. De ir segundo, terminé llegando a la meta el sexto. No sabía dominarme, salí a todo lo que podía y pensaba que aguantaría. Así me fue.
“He conseguido pasar de correr a lo loco a correr con cabeza. Este deporte tiene mucha psicología y también hay que observar a los rivales”
¿Has aprendido a regularte con el tiempo?
Sí, he conseguido pasar de correr a lo loco a correr con cabeza. Este deporte tiene mucha psicología y también hay que observar a los rivales. Me fijo mucho en sus puntos débiles y, si conozco el recorrido, preveo donde puedo atacarlos. Ha habido veces que el primero me puede ir sacando 5 minutos y yo atacarle donde tengo estudiado y remontarle en pocos kilómetros lo que me lleva en toda una carrera. Eso sí, desde que les pasas, a machete hastsa la meta, no puedes dejar que se te peguen.
¿Eres de estudiar milimétricamente las carreras?
No, todo lo contrario. Solo con lo que me dice la gente y las fotos por internet me hago una idea. Sí me gusta conocer la última bajada, que es donde se juegan muchas veces las carreras. Alguna vez también me he metido un leñazo gordo, pero es lo que pasa yendo tan rápido.

1 comentario
se Hechó al monte??