Cuéntanos cómo fue tu segundo puesto en el Trofeo Kima.
Antes y después de la carrera fue todo muy divertido, gracias a mi padre y a Fran Piñera. Pero en la carrera me sorprendió que hubiera tanto asfalto en una carrera que pensaba que era más de montaña. Salí con calma y al ver que seguía el asfalto bajé un par de marchas para lo que venía. Al llegar a lo más técnico me pegué a Tom y me notaba muy a gusto. Pensaba seguirlo porque creía que él iba bien, pero en la zona de piedra me encontré comodísimo, gracias en parte a mi entrenamiento en Picos de Europa.
Casi sin darme cuenta llegué a la parte más alta con el segundo. Cuando me di cuenta estaba a cuatro minutos de Kilian. En el último collado pensaba atacar en la bajada, pero unos calambres me hicieron bajar el ritmo. Seguía corriendo pero sin apretar todo lo posible y por eso me acabó sacando 16 minutos de diferencia. Además, igual a él todavía le quedaban dos o tres marchas más. Entré en la meta y estaba tieso, todo recto y sin apenas poder moverme, por culpa de los calambres.
La carrera en sí tiene cuatro pasos de los más técnicos que he visto en mi vida. Lo demás se me dio bastante bien. Es muy difícil de correr.
¿Cuál crees que fue la causa de que sufrieras calambres?
Por mi forma de correr. Yo suelo correr sin levantar mucho las rodillas y al ser Kima un terreno en el que hay que levantarlas, los calambres vinieron por tener esa zona algo menos fortalecida. Pero bueno, es algo que no acabo de entender, porque cuando hago carreras como la Travesera hay que levantar la rodilla casi hasta el pecho y nunca he tenido calambres.
Se te ve animado por tus últimos resultados…
Sí, porque ves que las cosas funcionan. Ahora lo que queda es seguir trabajando y mejorar todavía más.
¿Sigues trabajando con un entrenador?
Sí, llevo un año con Jokin. Antes siempre entrenaba a muerte; ahora intento no hacerlo, pero me caliento sólo, porque a veces me pide hacer dos horas de salida suaves y a los 20 minutos ya le estoy metiendo caña.
¿Qué te pareció el Trofeo Kima como carrera?
La carrera es una pasada, las zonas altas tiene sitios peligrosos de verdad, totalmente verticales. Lo peor para mí son los 15 o 16 kilómetros de pista y asfalto. No deja de extrañar en una carrera tan alpina. Se corre muchísimo y si te encuentras cómodo, corres continuamente excepto en los cuatro pasos que hay. Pero es una carrera espectacular.
¿Cuál dirías que es tu carrera favorita?
La Travesera, sin duda. Después me gusta mucho una de Peña Uría, que no la conocía. También carreras del tipo Dolomitas, que me vienen al pelo. Me gustan carreras duras, técnicas y difíciles, de esas que hace falta mirar al suelo a ver dónde pisas.
Y mirando a la próxima semana. ¿Vas a competir en The Rut?
Sí, voy a ir. Lo tengo preparado y todo listo. Tengo ya el vuelo y el hotel.
¿Cómo ves la carrera? ¿Crees que tienes posibilidades en la Copa del Mundo?
Si Kilian gana, ya sabemos que gana la Copa del Mundo. Yo puedo quedar segundo, tercero o caer al cuarto dependiendo de los resultados. Para ganar la Copa del Mundo tendría que ganar y que Kilian prácticamente se retirara. También está Sage Canaday, que para superarle tengo que quedar dos puestos por encima.
¿Notas presión por lograr un buen resultado allí?
No, que salga la carrera que sea y ya está. Yo iré a hacerlo lo mejor posible. Mi objetivo era estar entre los 10 primeros y ahora estoy luchando por estar en los cuatro primeros. Hay que ir a hacer el mejor puesto y no pensar en nada más.
¿Cómo tienes planeado el viaje a Estados Unidos?
Salgo el 11, la carrera es el día 13 y vuelvo ya el día 14. Va a ser una buena leche para el cuerpo y la mente. Pero estoy acostumbrado a estar despierto muchas horas y eso me puede beneficiar.
¿Qué sientes al verte luchando con corredores como Kilian Jornet?
Lo veía imposible, al igual que en Kima. Lo veía muy lejos pero poco a poco veía que le iba cogiendo tiempo y pensé que le podía pillar. Es algo que no me acabo de creer.
¿Que tiene Kilian para ser un corredor tan bueno?
Tiene un portento físico fuera de lo normal. Es un grandísimo corredor.

¿Y después de The Rut?
Luego viene la Limone Extreme, sin ninguna entre medias, si acaso alguna para entrenar. A no ser que Alfredo Gil me diga de irnos a correr la Copa de España o algo así.
¿Cómo te recuperaste tan bien del récord en el Anillo de Picos?
Fue un proyecto de amigos pero también de entreno. Al día siguiente ya estaba bien y ya podía correr, sin agujetas ni nada. Este año mi cuerpo se está recuperando muy bien de todos los entrenamientos y carreras.
¿Con qué te quedas de esta temporada?
Me quedo con el Anillo de Picos y la Travesera. Soy un enamorado de Picos de Europa, tiene algo que me llama la atención. Y en invierno y primavera tenemos unas rutas pensadas que me llaman más la atención que preparar la Copa del Mundo.
¿Entre ellas puede estar volver a intentar el Anillo de Picos?
Hemos pensado hacerlo Fran Piñera y yo en invierno y luego hacerlo con nieve, para bajar mucho más el tiempo. Nos tiraremos por los neveros a muerte. Fran decidió hacer el Anillo conmigo, porque yo no me lo pienso mucho de tirarme por los neveros, aunque sea peligroso. Vamos a buscar el invierno más crudo, con la nieve más dura.
Donde también estás bien clasificado es en la Copa del Mundo de Skyrace…
Son muy diferentes. Son explosividad contra cabeza y aguante. Estoy peleando en las dos y a ver si consigo buenos resultados en ambas.
¿Sigues trabajando en el ejército? ¿Te ponen facilidades para poder competir?
Sigo igual, pero si tengo alguna competición importante me liberan un par de días. En verano estoy en San Sebastián y lo tengo más difícil para entrenar hasta que me vaya a Jaca en septiembre a centrarme en el esquí de montaña también.
Antes nos dijiste que tu padre fue a verte a Kima. ¿Suele seguirte en las carreras?
Mi padre es mi sombra, siempre viene a apoyarme a todos los sitios.
¿También es corredor de montaña?
No, mi padre de hecho tiene barriga. Un día simplemente decidió acompañarme a todos lados, dentro y fuera de España, siempre que se lo permita el trabajo.