¿Qué resumen de sensaciones harías de este Anillo de Picos de Europa invernal?
Mucho hielo y mucha nieve… Había que abrir mucha huella, sin parar y haciendo todo sobre la marcha
¿Qué ha sido lo más duro de esta travesía?
Los macizos occidental y central enteros, en los que había tramos sin bebida y sin comida de hasta ocho horas, aunque al final hemos podido pasar bien todo. En cuanto a lo técnico, lo más difícil fue el canal del Siriellu, muy helado y donde hicimos un ladeo muy peligroso.
Háblanos del material. ¿Cómo ibais equipados?
Llevamos para la última parte dos piolets. íbamos encordados y con arneses, porque una caída en rampa se puede gestionar para que tu compañero no coja velocidad. Con la cantidad de hoyos y caídas que hay, es importante llevar cuerda. En las zonas más difíciles íbamos unidos siempre. Llevábamos buenos crampones, botas, tornillos de hielo por si acaso, casco durante todo el trazado, bastones y guantes a tope. Para la noche, chaquetas técnicas y de membrana.
Llevaríais mucho peso entonces…
Sí, en los puntos más alejados, al menos cuatro litros de agua cada uno… Entre ocho y nueve kilos llevábamos cada uno. Al acabar teníamos los hombros y lumbares molidos de correr con ese peso.
¿Llegasteis a correr en muchos trazados?
Sí, en las zonas con hielo y nieve bajábamos el paso, pero siempre que se podía correr en llano o bajando no perdíamos la oportunidad.
Esta vez comenzasteis en un lugar diferente, como Poncebos. ¿Por qué?
Lo hicimos por coger el macizo occidental y central de día, que es lo que más peligro llevaba y lo que menos conocíamos. Los conocíamos del verano, pero en verano son sendas por las que corres sin problemas y en invierno son laderos con unas caídas que si caes igual no lo cuentas. El trazado es igual, pero la ruta cambia completamente. Es de lo más extremo que se puede hacer en Picos de Europa. Si hablamos de la travesía en general, podía tener un tercer o cuarto grado de dificultad.
¿Fue una sorpresa este nivel de dificultad?
No, íbamos preparados para ello.
Al principio calculabais 30 horas, pero han salido más. ¿Estáis contentos con el tiempo?
Con la cantidad de nieve, mucha blanda y otra primavera, abriendo huella… Creo que ha sido un buen tiempo. Al ver estas condiciones, calculábamos 35 horas, pero al perdernos no hemos podido bajarlo todavía más, por lo que estamos contentos con el tiempo.
Háblanos sobre la dificultad que entrañaba el estado de la nieve.
Por la nieve dura se podía ir bien, pero la blanda se te metía hasta la rodilla, sobre todo en la subida al refugio de Fermoso, un ascenso que tuvimos que hacer muy lentos. También había sitios con nieve polvo de la última nevada, que nos ralentizaba un montón el ritmo. En todos los macizos había zonas de mucha nieve.
¿Qué tramo fue el más largo sin asistencia?
El más largo fue de Lagos hasta Posada, que son unas siete horas y media, a pesar de que calculamos unas nueve horas. En Lagos paramos unos 16 minutos y en Posada una hora para comer y cambiarnos. En Vega de Sotres también paramos casi una hora y en Sotres lo justito para comer, cambiarnos, e ir a por el último tramo.
¿Es clave la asistencia para realizar una actividad así?
Muy clave. Nos han ayudado gente en Cabaña Verónica y nuestro equipo. Sin ellos no se puede hacer esto, sería imposible sin una buena logística.
¿Y las condiciones meteorológicas?
Para empezar había luna llena, que se veía casi sin frontal. Por el día y por la noche había buenas temperaturas y creo que hemos tenido muchísima suerte. Las condiciones han sido perfectas, otro nombre no tiene.

¿El frío no fue importante?
No, hizo muy buen tiempo, apenas necesité la chaqueta de membrana.
¿Veis posible mejorar este tiempo?
Depende de la situación de la nieve; si está en buen estado y no tienes que abrir huella durante más de la mitad del recorrido, se puede bajar perfectamente. Además nos perdimos.
¿Esto es más alpinismo o correr por montaña?
Yo diría que alpinismo ligero. Fran le pone otro nombre, pero es un punto intermedio entre ambas categorías.
¿Llevabais GPS con vosotros?
Sí, con una entrada marcada para saber si nos desviábamos y para ir marcando la ruta que íbamos completando.
¿Cómo fue la noche que pasasteis en la montaña?
Fueron 14 horas deseando que amaneciera.
Y al terminar, os dolería todo….
Lo peor la espalda, los lumbares, los hombros… Todo en general.
Hubo un accidente en la ruta antes de que pasarais. ¿Lo sabíais?
Se lo habían dicho a Fran antes de empezar. De camino me lo dijo y fuimos con mucho cuidado. Al llegar a Cabaña Verónica preguntamos qué había pasado y nos dijeron que había fallecido un montañero. Pasamos con cuidado y Fran siempre me pedía ir concentrados. Aunque fuéramos encordados, hay que tener mucho cuidado, porque te podías pegar un talegazo que te quedabas ahí.
En la ruta veraniega destacasteis que os dieron muchas pájaras. ¿En esta os pasó también?
Ninguna. Hemos ido a un ritmo perfecto. En verano íbamos a pulsaciones más altas y el cuerpo sufre más. Comíamos bien, bebíamos bien y nunca nos cogió el frío. Estuvimos más de 32 horas sin pájaras ni bajones. Incluso apretamos en el tramo final. La última bajada a Poncebos la hicimos en 17 minutos…
¿Diríais que habéis sufrido menos ahora que en verano?
Sí, hemos sufrido menos. En verano el Jidiellu tardamos 2h20’ para ese canal y esta vez han sido dos horas justas. Esta vez estaba con nieve, pero el ladeo ese fue donde más expuestos estuvimos. Iba yo delante abriendo huella, pero los crampones que llevábamos funcionaron perfectamente para el hielo.
¿Os faltó o sobró algo de material?
No. No nos ha faltado nada ni nos ha sobrado nada.
¿Ves posible hacer esta ruta en esquís?
Sin problema, pero sería para hacerla entre marzo o abril, incluso mayo. Al tener el mar al lado, o pillas buena nieve y temperatura, o se hace mucho hielo y no se puede hacer con esquís. Como mínimo lo veo posible a finales de febrero. Se mejoraría el tiempo, eso sí, con buena meteo. En las zonas bajas también es importante no pillar nieve…
¿Qué tal es ir con Fran en estos retos?
Es puro coco, no hay quien la reviente… Pone esa cara de mala ostia, de terrorista, y te sigue donde haga falta. él me dice que compitiendo no le sale esa chispa de sufrimiento, pero cuando va conmigo se concentra de tal manera que no hay quien lo descuelgue. Hay diferencia de edad entre nosotros. él pone la experiencia y la fuerza y yo pongo el motor.
¿Quién se encarga de la logística?
De eso nos encargamos los dos. Eso sí, para el material siempre le preguntaba a él qué era lo mejor para este caso. Es importante porque nos cambiamos hasta cuatro veces de ropa, sobre todo guantes, calcetines y ropa interior.
¿Cómo encaras la temporada de nieve?
Estoy con el esquí a tope, preparando bien la temporada y a entrenar y seguir mejorando.
¿Tienes algún proyecto más por Picos de Europa?
De momento no, pero seguramente saque algún proyecto con un amigo asturiano para hacer las 12 cimas más altas de Picos en el día. Es algo para hacer este verano y tiene buena pinta.
¿Algo que quieras decir a la gente que quiera hacer actividades parecidas o que vaya a Picos de Europa?
El material es muy importante para la seguridad. La gente piensa que son unos montes más, pero Picos es muy alpino y el hielo es muy peligroso. Es mejor cargar 20 kilos y llevar todo lo necesario, además de saber pararte en una caída cuando vas encordado. Yo peso poco y Fran me para con un brazo.
- Etiquetas: alpinismo, fran piñera, manuel merillas, trail
