El pasado jueves Manuel Merillas Moledo escribió su nombre en la historia del Mont Blanc (4.810 m), convirtiéndose en la persona que más rápido ha subido y bajado hasta su cima desde Courmayeur, por la vertiente italiana.
La noticia corrió como la pólvora los medios de comunicación de todo el mundo, incluido el prestigioso diario estadounidense The Times. Entre esta exitosa vorágine, el leonés nos atendió en pleno camino hacia su próximo e inminente objetivo: el Monte Rosa (4.634 m).
“Me he dado cuenta de que me desenvuelvo bien en altura”
Imagino que estás contento con todo lo que estás viviendo.
Sí, claro. Aunque más que por el resultado del reto, porque me he dado cuenta de que me desenvuelvo bien en altura. Sabía que soy bueno subiendo y bajando, pero ahora también que funciono bien por allí arriba. Cada vez quiero hacer más alpinismo y eso es algo muy importante.
¿Habías estado alguna vez a esa altitud?
Nunca había estado en cimas tan altas. En carreras o algún entrenamiento sí que había estado a 4.000 o 4.200 m, pero esto es subir y bajar. Además, en esta experiencia también he podido entrenado varios días seguidos durante muchas horas por encima de los 3.000 m, algo que tampoco había hecho.
“Hemos comparado segmentos en Strava con otros realizados por otros corredores como Karl Egloff”
Todo son buenas noticias entonces. ¿Cómo evalúas si tu rendimiento es bueno o no en altitud?
Fundamentalmente por sensaciones, ritmos y a partir de los que me cuenta gente que sabe más. Por ejemplo, Txus Romón siempre analiza lo que hago y hemos comparado segmentos en Strava con otros realizados por otros corredores importantes como Karl Egloff (que vive y guía en Los Andes). Los resultados son muy favorables para mí tanto en subida como en bajada, a pesar de que yo solo llevaba unos días en altura.
Fuiste al Mont Blanc después de tantear el Cervino, donde Kilian Jornet tiene el récord con 2h52’. ¿Cómo lo viste?
Estuve unos días en Cervinia, pero la meteorología no nos dejó intentarlo con grandes nevadas entre los 3.500 y los 4.000 m. Estaba todo blanco, con nieve nueva, que nos obligó a cambiar todos los planes. Sí que pude reconocer el trazado hasta el refugio, pero de ahí hasta la cumbre estaba imposible.
“Iré al Cervino más adelante, seguro”
¿No llegaste a cima?
No, tal vez podría haber subido con crampones y piolet, pero no era una buena idea ir por allí arriba solo. Ahora, que ya se habrá derretido bastante la nieve, ya no me da tiempo volver a intentarlo. Pero iré al Cervino más adelante, seguro. Es posible que a algunos les suene a excusa, pero a ellos les diría que vinieran y lo intentaran. Otros alpinistas, que conocen mejor la montaña, también se dieron la vuelta y cambiaron de objetivo.
Así que de Cervinia os movisteis a Courmayeur, a por el Mont Blanc.
Sí, llegamos un sábado y durante toda una semana siguió lloviendo y nevando, aunque sí que nos permitió reconocer el recorrido. Otro día subimos a dormir a un vivac a 3.100 m, en la base del Petit Mont Blanc, para aclimatarnos mejor. El lunes 9 pude entrenar muy bien a casi 4.000 m, el martes descansé, el miércoles corrí más tranquilo y el jueves hice el reto. Como los días anteriores hizo buen tiempo, subió gente y la huella estaba abierta. Acerté con el día porque al siguiente cayó una tormenta brutal y hubo varios rescates.
Contaste con la colaboración del anterior recordman, tu amigo y jefe de equipo Marco de Gasperi.
Sí, aunque no pudo estar el día del ataque, me ayudó en todo lo que pudo, dándome muchos consejos importantes.
“Paré hasta 8 minutos para comer y abrigarme bien”
¿Cómo te encontraste durante la actividad?
Me habían aconsejado que no apretase al principio, para sentirme mejor cuando fuera ganando altura, así que paré hasta 8 minutos para comer y abrigarme bien. Fui muy bien hasta la arista y la parte final, aunque los últimos 200 m se me hicieron realmente duros y tuve que apretar los dientes. Para la bajada, llevaba piolet y crampones ligeros, por lo que tuve ir con mucho cuidado para no tener sustos. Aun así, hubo tramos que tenía medidos en los que baje muy rápido.
Así que fuiste especialmente a por el récord global, olvidándote del de subida que sigue en manos de Marco.
Tampoco hice el de bajada, que sigue siendo de Fabio Meraldi desde 1995 con 2h16’. Como llevaba solo 8 días de adaptación a la altura no quería arriesgar, si hubiera tenido más tiempo para prepararlo, como cuando hice la ruta 0-4-0 al Teide, sí que lo hubiera intentado.
“Para atravesar el glaciar, tenía que ir acompañado por seguridad (y también para evitar multas)”
¿Cómo estaban las condiciones de la montaña?
Como te digo, había nieve reciente y el glaciar estaba bastante bien, mucho mejor que cuando habíamos subido unos días antes. La arista también estaba bien, pero la diferencia entre Marco y yo es que en su caso allí había una cuerda.

A nivel de material, especialmente los crampones y el piolet, ¿te los habías dejado preparados?
Para atravesar el glaciar, tenía que ir acompañado por seguridad (y también para evitar multas). En mi caso me esperaba el gran esquiador de montaña Denis Trento, amigo de Marco, y él guardaba los crampones, el piolet y la cuerda. Me ayudó a ponérmelos y continuamos.
“Menos los dos últimos días, estuve toda la semana previa al récord durmiendo en el suelo de la furgoneta”
¿Alguna cosa más que quieras destacar de esa aventura en el Mont Blanc?
La fuerza de mi novia, Claudia. La fortaleza que ha demostrado al subir cargada hasta el Mont Blanc. Y es que, aunque dicen que la subida a este pico está hecha para todo el mundo, para alguien novel es algo realmente duro.
Nos han contado también algo de una colchoneta que se pinchó.
Sí, ha sido la única pega de un viaje perfecto, pero no todo lo cómodo que se pudiera pensar. Menos los dos últimos días, estuve toda la semana previa al récord durmiendo en el suelo de la furgoneta, directamente. La espalda está ya hecha.
“Voy a intentar el récord de Franco Colle al Monte Rosa desde Gressoney”
Cambiando de valle, estás de camino al Monte Rosa. ¿Eso significa que vas a por otro MTC (Mejor Tiempo Conocido) allí?
Sí, voy a intentar el récord de Franco Colle desde Gressoney, no el de Marco de Gasperi desde Alagna Valsesia. Es cierto que físicamente estoy muy cansado, el Mont Blanc me ha dejado tocado, pero tengo la aclimatación hecha y es un buen momento para intentarlo.
Mucho reto alpino veo… más que dorsales.
Sí, como te digo, cada vez voy a tirar más por ahí. Al final la cabra tira al monte. Este invierno, más que competir en travesía, quiero hacer montaña, corredores de nieve, escalada en hielo…
“Sé que el UTMB lo voy a hacer alguna vez en la vida. Y ese año lo voy a preparar a tope”
¿Qué buscas: tecnicidad o velocidad?
Una mezcla de ambas. Pero antes de aprender a correr hay que aprender a caminar. Aunque tengo algo de experiencia, quiero volver a aprenderlo todo bien y poco a poco ir ganando destreza y rapidez, pero siempre de un modo seguro. Hasta ahora he hecho muchas cosas y no todas de la mejor manera.
Y respecto a las carreras, estando tan cerca, ¿no te han quedado ganas de quedarte a competir en alguna de las pruebas del UTMB?
Ganas siempre hay, pero no podía ser este año. Como el reto del Cervino, sé que el UTMB lo voy a hacer alguna vez en la vida. Y ese año lo voy a preparar a tope, como hice con la Travesera.
- Etiquetas: alpinismo, manu merillas, manuel merillas, Mont Blanc, récord Mont Blanc
