EL CAMINO DE SANTIAGO EN BICICLETA EN 26H26M

Manu Merillas se recupera a golpe de pedal: “Sigo siendo capaz de afrontar carreras largas, solo falta que el pie funcione”

Casi dos años después de lesionarse y 5 tras la operación, el corredor de Valseco (León) empieza a ver la luz subido a su bicicleta. Entre otros retos que nos cuenta, completó los 780 km del Camino de Santiago en 26h26m. Intentará volver para la Alto Sil 2018.

Manuel Merillas en la Travesera de Picos de Europa 2017 donde no pudo participar debido a una lesión.
Manuel Merillas en la Travesera de Picos de Europa 2017 donde no pudo participar debido a una lesión.
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Hace poco más de dos años que el joven Manuel Merillas se proclamó subcampeón de la Copa del Mundo de Skyrunning, materializando tal vez el momento deportivo de su carrera. Mucho tiempo ha pasado, tal vez demasiado, para un atleta poderoso y competitivo que desde entonces ha tenido que afrontar una compleja lesión conocida como síndrome de Haglund. “Una calcificación en el calcáneo que presiona el Aquiles y produce mucho dolor”, nos explica el de Valseco (Leon), ya muy familiarizado con la terminología médica.

Hace 5 meses fue operado y poco a poco va recuperando el ritmo gracias, especialmente, a su buen hacer sobre la bicicleta. A golpe de pedal, ya han llegado los primeros retos para Merillas: algunas carreras de BTT, el Camino de Santiago non stop y otros retos personales en sus queridos Picos de Europa. Proyectos que le mantienen en forma y que le han devuelto la ilusión de volver a lo más alto en las carreras por montaña. Estará, con dorsal o sin él, en la próxima Carrera del Alto Sil.

“Ahora estoy en paro, así que tengo tiempo de sobras para entrenar y para seguir recuperándome”

¿Cómo es tu vida últimamente?
Ahora estoy en paro, así que tengo tiempo de sobras para entrenar y para seguir recuperándome de la lesión. Fundamentalmente hago bicicleta, lo combino con el gimnasio y estoy volviendo a correr poco a poco.

¿Y qué tal las sensaciones corriendo?
Llevo ya corriendo casi dos meses. Empecé con 15 minutos y cada 2 días subía entre unos 3 minutos más. He llegado al tope de una hora a un ritmo aproximado de 5 min/km, y también voy metiendo algunas cuestas suaves. Lo máximo que he corrido desde la lesión son 14 kilómetros.

¿Y andar? ¿Puedes moverte bien por la montaña?
Sí, he estado andando más de 4 horas, casi 20 km, y con bastante desnivel. El cuerpo está listo y solo falta que me vaya recuperando. Hasta que esté bien no podré volver a competir como antes.

“Ayudo a la familia en todo lo que puedo, con el ganado o con la maquinaria. Este es el mejor lugar para recuperarse de cualquier situación”

Has vuelto a casa, a Valseco, y una vida más familiar, ¿no?
He vuelto a mi pueblo, perdido entre la montaña, y a vivir como siempre lo he hecho. Ayudo a la familia en todo lo que puedo, con el ganado o con la maquinaria. Este es el mejor lugar para recuperarse de cualquier situación.

¿Cuánto tiempo llevas lesionado?
Casi dos años. Hace cinco meses que me operaron y cada semana puedo ir haciendo más cosas. El 80% de las horas de entrenamiento semanales son con la bicicleta, con la que tengo libertad total y trabajo cardio. Luego hago ejercicios en el gimnasio de bosu, core y gomas para ir preparando las articulaciones para las carreras.

“Salí de Roncesvalles y en 26 horas y 26 minutos aparecí en Santiago de Compostela; me salieron unos 780 kilómetros”

Y dentro de ese trabajo en bicicleta, vimos que recorriste el Camino de Santiago non stop.
Sí, salí de Roncesvalles y en 26 horas y 26 minutos aparecí en Santiago de Compostela; me salieron unos 780 kilómetros. Con este reto me he demostrado a mí mismo que sigo siendo capaz de afrontar carreras largas, solo falta que el pie funcione.

Explícanos cómo fue la experiencia.
Los primeros 400 kilómetros son un sube y baja, con algunos llaneos, en los que se va muy rápido. Todo el rato a 35-40 km/h y te vas desgastando. Una vez llegas a Astorga y luego a Ponferrada, empieza la parte más dura. Hay muchas subidas cortas, pero que son duras, y así hasta que llegas al final. Se acumula ahí mucho desnivel positivo y, claro, ya llevas un montón de kilómetros en las piernas.

“Comer o beber lo hacía encima de la bicicleta y por la noche también continué pedaleando gracias a mi padre y mi cuñado, que iban detrás con un coche de seguridad”

¿Cómo gestionaste las paradas?
A priori la idea era ir del tirón, parar solo para las obligaciones. Paré en Burgos a reabastecerme, a poner o quitarme ropa y por dos pinchazos. En total sumaría un total de 15 minutos en paradas. Comer o beber lo hacía encima de la bicicleta y por la noche también continué pedaleando gracias a mi padre y mi cuñado, que iban detrás con un coche de seguridad.

Tu padre siempre está ahí acompañándote.
Está en todos los lados. Para el Camino de Santiago se pegó dos noches sin dormir para adelantar faena y venir. También suele ayudarme mi tío Vicente o Carlos ‘el minero’, un amigo.

¿Qué fue lo más difícil?
Sobre todo los últimos 90 km, pensaba que no se acababan nunca. Son todo repechos de 1 a 3 km y ya no tienes fuerza ninguna. Había sitios en los que no podía ni dar pedales, incluso me mareaba. Pero bueno, poquito a poco llegué arriba de todos.


“La sensación cuando llegas es algo impresionante, mi padre estaba llorando y yo, por poco”

¿Cómo es el Camino de Santiago desde un punto de vista más espiritual?
Es una penitencia y te hace conocerte mejor a ti mismo. La sensación cuando llegas es algo impresionante, mi padre estaba llorando y yo, por poco. Cualquier persona que ha hecho el Camino sabe de lo que hablo. Una lástima que no me concedieran la Compostela.

¿Y eso?
No tenía más que el sello de Roncesvalles de dos días antes y la persona que tenía que dármela no se lo creyó. Al final me quedé sin ella.

¿Te encontraste mucha gente en el camino?
Básicamente a nadie. Empecé por la mañana y cuando llegué a la zona de León a Burgos, que es donde conozco más gente, era de madrugada. La gente a esas horas suele estar dormida.

“Las cosas bonitas nunca están al lado de la calzada”

¿Pierde un poco el encanto el Camino de Santiago por carretera?
Creo que sí, las cosas bonitas nunca están al lado de la calzada. Esta ruta tiene muchos lugares mágicos, especialmente cuando te vas acercando a Galicia, que yo me he perdido. Pero no me quedaba otra.

¿Cuál es tu sueño ahora?
Correr. Los proyectos irán llegando, tengo algunos en mente, pero lo más importante es seguir recuperándome. Me gustaría pensar que voy a estar a tope durante el año que viene, pero no lo puedo asegurar.

“Estaré en la carrera de al lado de casa, en la Alto Sil, pero no sé si con dorsal o sin él”

¿En qué carrera te gustaría volver?
Estaré en la carrera de al lado de casa, en la Alto Sil, pero no sé si con dorsal o sin él, o si llegaré en forma para competir. Allí me han apoyado mucho y siempre intento ir a las carreras para ayudar con lo que puedo. ¡A ver si se van a olvidar de mí!

Además del Camino de Santiago, ¿has hecho más retos verdad?
Sí, dos semanas después cumplí otro objetivo, aunque tuve que adaptarlo a mi modo de entrenar ahora. La idea era ir del mar al punto más alto de los Picos de Europa, la cima de Torrecerredo. Así que salí de la playa de San Antolín en bicicleta de carretera y en 1 hora y 30 minutos la dejé en el cruce de Sotres, donde cogí la de montaña. 26 minutos más y estaba ya en Collado Pandébano, donde empecé a andar. De allí al Urriellu y, por la collada de Don Carlos hasta el Torrecerredo en 1 hora y 43 minutos. En total, me salieron 3 horas y 40 minutos. El descenso ya lo hice tranquilamente con un amigo.

“Este tipo de proyectos personales son lo que más me llena”

¿De dónde salió esta idea?
La tenía desde hace tiempo y, además, creo que volveré cuando pueda correr más. O tal vez lo haga directamente desde Poncebos. Este tipo de proyectos personales son lo que más me llena.

Hace dos semanas que Fran Piñera batió el récord de El Anillo de Picos de Europa, que tú conoces bien. Después de haberlo hecho en verano y en invierno, ¿te gustaría volver a intentarlo?
Sí, además lo hizo por más de 25 minutos respecto al tiempo que habíamos hecho con Pablo Villa en 2014. Es un máquina, y da igual que tenga 44 años que 50 años, va a seguir siéndolo siempre. Por mi parte, claro que quiero volver a El Anillo y hacerlo lo más rápido posible.

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1 comentario
  1. Gran persona y gran deportista sin contaminar por la epidemia marketinera. Recupérate pronto y disfruta de lo que te gusta. Bravo Manu.

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