El Elbrus es el gran objetivo del año para Karl Egloff. Tras batir los récords de Kilimanjaro y Aconcagua, el techo de Europa es el nuevo objetivo. Por ello y muchos más, el 2017 de Egloff se presenta apasionante, y con él hablamos de todo ello en esta entrevista.
¿Cómo se presenta la nueva temporada de carreras por montaña?
El Huascarán, Perú en Julio del 2016 fue nuestro último proyecto grande, luego de esto me he dado el tiempo necesario para recibir al mundo a nuestro primer hijo, Julián. En el 2017 he estado entrenando y trabajando en las montañas, dos semanas estuve este mes en el Aconcagua guiando un grupo y asistiendo a mi amigo Nicolás que logró un nuevo récord en la ruta 360. Estoy de vuelta en casa y sin duda el Elbrus será mi siguiente viaje en términos de proyectos 7 summits. Viajare la primera semana de Mayo nuevamente al Elbrus Race que me regaló muchas alegrías el año pasado. Luego del Elbrus permaneceré en Europa, competiré en Grecia y entrenaré en los Alpes, junto a mi familia que en esta ocasión me acompañaran durante casi cinco semanas en Europa. Es probable que viaje a España unos días, debo concretarlo.
Para finales de Julio espero volver al K3 en Italia. Una cumbre andina en velocidad, ésta de igual manera por verse si es este año el Sajama en Bolivia o el Ojos del Salado en Chile que están pendientes como objetivos cercanos. Habrá algunas competencias locales que acompañarán mi preparación, sobre todo las que se realicen en la altura y relacionadas con poca distancia y mucho desnivel positivo que me ayudan mucho a mantenerme en forma para los proyectos que sin duda son una prioridad.
Karl Egloff está preparándose para intentar el asalto al récord de la cima más alta de Europa, el Elbrus. Con él charlamos de cómo va su preparación y de sus actuales y próximos proyectos.
¿Cuáles serán tus objetivos competitivos durante los próximos meses?
Fuera de los proyectos sin duda el Red Fox Elbrus Race en Rusia el 7 de Mayo y el K3 en Italia finales de Julio entre algunas competencias nacionales
¿Podremos verte competir por España o Europa?
En España aún no tengo planificado viajar, pienso que debo buscar una carrera de mi estilo ya que me encantaría poder ir, es un país maravilloso y ni hablar del nivel, que es el mejor del mundo.Es posible ahora en mayo que viaje con mi familia a dar unas charlas y poco a poco ir conociendo más, sé que carreras sobran en España, hay de todo tipo, todo el año y con el mejor nivel.
¿Te gustaría competir en alguno de los grandes ultras europeos o estadounidenses?
No es mi especialidad, prefiero seguir puliendo mis habilidades en alta montaña, hay mucho por mejorar y conocer, pienso que la vida útil de un atleta es limitada y quiero dedicar mi esfuerzo, tiempo y pasión haciendo lo que más me gusta, correr en montaña. Sin duda carreras cortas con mucho desnivel siempre serán de mi interés, pero de momento mi prioridad es culminar mi dos proyectos de velocidad.
«Lo más importante es llegar al Elbrus en una excelente forma, bien aclimatado y tener la ventana de buen clima durante toda la semana.»
Uno de tus retos será en el Elbrus. ¿Con qué mentalidad acudirás al techo de Europa?
Tuve la oportunidad de estar ahí en el 2016 y fue muy nuevo para mí el no poder comunicarse ni en ingles en muchas ocasiones, pero la montaña como tal fantástica, nada técnica, fría y muy concurrida. Tres días antes del evento empezó a nevar mucho lo cual hizo que se acumulara mucha nieve en el último tercio; no obstante fue una gran escuela y pienso volver este año, humilde, más preparado y sobre todo ya sabiendo cómo es la movida tanto en carrera como la montaña como tal, incluso la vestimenta ideal. Espero la montaña nos dé una oportunidad y espero estar a la altura de la misma para poder hablar de un intento de velocidad, si la salud y la suerte me acompañan.
Ya estuviste allí, ¿cuáles son las principales dificultades de esta montaña?
Es un montaña que hasta los 5.300 parecería que estas en los Alpes, abrigados y marcados hasta que de pronto te sorprende un viento muy helado que te acompaña hasta la cumbre que te puede congelar. En pocos minutos la temperatura del cuerpo baja drásticamente, debes ser precavido porque si te sorprende sudado y sin vestimenta pueda que sea determinante para un sólido ascenso.
El idioma es complejo, todo está escrito en ruso y casi nadie habla palabra en inglés u otro idioma pero por suerte nacimos con manos y sonrisa, siempre hay manera de hacerse entender o sino al menos te diviertes intentándolo. No es una montaña técnica. Dos tercios de la montaña es una pista de esquí en donde jamás antes en mi vida había podido correr, fue nuevo, requiere de técnica, el último tercio ya es a lo que estoy acostumbrado: poca huella, mucha nieve, mucha altura, mucho frío pero un terreno seguro en todo momento.
¿Cuáles crees que podrían ser las claves para conseguir el desafío?
Entrenar mejor; al no tener pendientes con tanta nieve acumulada los arenales me sirven. Bajar de peso, por más flaco que sea es una carrera tan veloz que cada gramo cuenta y sin duda tener un equipo, el año pasado fuimos tan solo 2 de los top 5 que fuimos sin equipo y se pierde tiempo en sentarte, cambiarte, buscar tu equipo… Pienso que lo más importante es llegar en una excelente forma, bien aclimatado y tener la ventana de buen clima durante toda la semana.
«Se vienen muchos proyectos si la salud, los auspiciantes, el apoyo y la fuerza nos acompañe pero sobre todo que nunca falte el equilibrio con la familia.»
Tras el Elbrus, aseguraste que el siguiente sería, probablemente, el McKinley. ¿Ya has estudiado algo ese pico?
Pensaría viajar en el 2018 ya que son proyectos muy costosos y estoy buscando la manera de ir a guiar primero, familiarizarme con la montaña, pedirle permiso y planificar post grupo un intento como lo pude hacer en el Kilimanjaro y Aconcagua. Me interesaría hacer el trayecto completo a pie, sin esquís ya que quisiera completar los 7 Summit en velocidad todos de la misma manera.

Estos meses has hecho algún reto por Centroamérica. ¿Podrías contarnos cómo ha sido tu invierno?
Luego del Huascarán (Jul. 2016) me tomé un tiempo para recibir a nuestro hijo que nació en Agosto. En Enero estábamos próximos a encarar el viaje al Ojos del Salad,o pero a tan solo tres semanas de abordar hubo un problema con el auspiciante de dicho proyecto en Chile y lo postergamos aún sin fecha concreta, pero me gustaría que sea este mismo año ya que le teníamos bien estudiada a la montaña y me parece un proyecto factible económicamente. El Sajama también está entre nuestros próximos proyectos en Bolivia. El Chimborazo en Ecuador de igual forma intentaremos este año. Se vienen muchos proyectos si la salud, los auspiciantes, el apoyo y la fuerza nos acompañe pero sobre todo que nunca falte el equilibrio con la familia que son la razón por la que hago y hacemos cada una de estos proyectos.
«Sin duda La Antártida es el proyecto que más anhelo, más que el Everest, siento que te hace conocer a ti mismo mejor que cualquier montaña, el caminar hacia el horizonte tantos días…»
¿Cómo va el proyecto de subir el pico más alto de cada país andino?
Es un proyecto que lo estamos haciendo en conjunto con mi gran amigo Nicolás. Hemos iniciado el proyecto el año pasado en el Huascaran, Perú con mucho éxito. Este año Nicolás rompió el record 360° en el Aconcagua y yo sigo teniendo el récord de la ruta normal por lo cual Argentina y Perú están vigentes y realizados. Ahora se viene Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Venezuela para culminar el mismo.
Cruzar la Antártida era otro reto en mente. ¿Crees que podrás realizarlo en un futuro próximo?
Sin duda es el proyecto que más anhelo, más que el Everest, siento que te hace conocer a ti mismo mejor que cualquier montaña, el caminar hacia el horizonte tantos días… Ya tenemos el equipo humano con los que quisiera hacer esta hazaña,; sin duda es costosa, así que no está entre los proyectos próximos a realizarse pero sin duda queremos hacerlo en unos 2-3 años.
¿Esperas poder hacer alguna expedición al Himalaya?
Sin duda, ya he empezado a planificar con lupa, buscar trabajo como guía allá en agencias importantes para conocer un poco más de cerca los ochomiles y poder entrar a un nuevo mundo. Me ha servido mucho la experiencia ganada en montañas altas de Sudamérica, hace poco subí por séptima vez el Aconcagua. Siempre son granitos de arena que aportan, pero para llegar a los 8848 sin oxígeno y exigido al máximo aún me siento novato y quiero ganar más y más experiencia paso a paso hasta poder hacerlo una vez, pero en la mejor versión de Karl Egloff en unos años. En el 2019 tengo un grupo al que voy a guiar en el Cho Oyu 8201mtrs, también aportará mucho como conocimiento y preparación.
«Pienso que jamás se debe perder el respeto a la montaña, ser cauto y muy calculador con la indumentaria.»
Muchos montañeros dicen que la paternidad cambia tu forma de asumir riesgos en la montaña. ¿Te ha pasado algo parecido?
Desde que soy padre pienso en rutas más complicadas, quieres mostrarle a tu hijo que de que estás hecho, pero obviamente quieres pasar todo el tiempo en casa. De que cambia un chip en la cabeza es un hecho, pero no sé si ese chip te vuelve más cauto, en todo caso te vuelve más consciente, más calculador, y sobre todo se te complica mucho entrenar como antes. A su vez, es lo mejor que me ha pasado en la vida, vivir por los hijos es mi lema de vida, dejar una huella, una huella de humildad y respeto por la montaña, una huella de que solo gana el que más se esfuerza, que nada te dan sin esfuerzo y que la cumbre es solo un complemento. El trayecto y la experiencia que rodea es lo que te forma el carácter.
¿Cómo ves el escenario del Speed Climbing en la actualidad?
Pienso que llama cada vez más la atención pero también pienso que me debo retirar pronto por que se vienen generaciones que aplastaran con los récords actuales. Pienso que jamás se debe perder el respeto a la montaña, ser cauto y muy calculador con la indumentaria. Sin duda espero que el deporte del Speed Climbing siga creciendo más y más.
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