El giputxi completó el pasado sábado el trekking que rodea los macizos de Monte Perdido y Vignemal en un asombroso tiempo de 13 horas y 42 minutos, marcando un nuevo récord en la ruta. Tras algunos meses con una menor atención mediática, consecuencia también de su lesión, este fastest known time (primer tiempo conocido, FKT por sus siglas en inglés) de La Alta Ruta de los Perdidos le devuelve a la primera página de la actualidad en un año en el que espera recuperar sus mejores sensaciones.
“Había perdido toda la motivación y me encontrada desconectado. Al regresar, decidí hacer a esta ruta con mi mochila y allí cargué las pilas.”
¿Cómo surge la idea de completar este reto pirenaico?
Tengo que reconocer que tenía una pequeña deuda con La Alta Ruta de los Perdidos. El año pasado volví de la Alpen X 100 muy rallado mentalmente. Había perdido toda la motivación y me encontrada desconectado. Al regresar, decidí hacer a esta ruta con mi mochila y allí cargué las pilas.
Para bajar en más de 7 horas la anterior mejor marca de Daniel Magallón, un corredor local que conoce palmo a palmo la zona hay que prepararlo muy bien, ¿no?
Como te comento, conocía la zona bastante de esa y otras escapadas, pero la semana anterior decidí volverla a hacer para ajustar el material y la comida que tenía que llevar. La hice en dos etapas y mi objetivo era fundamentalmente comprobar cómo estaban los pasos de nieve.
“Como no iba a tener a nadie haciéndome la asistencia me dejé preparados con sales 4 bidones soft flasks”
¿Y por qué material te decidiste?
Vi que no era necesario llevar el piolet, pero sí los crampones ligeros porque había algunos pasos con nieve como la subida desde el lado francés al refugio de Tucarroya, que además es bastante empinada. Allí fue finalmente el único momento donde me los tuve que poner. Por lo demás, tampoco llevaba mucho peso: una mochila de 8 litros con un chubasquero, pantalón impermeable, manta térmica, guantes, móvil, frontal, una cámara de acción, bastones, barritas y geles…
¿Cómo gestionaste la hidratación?
En la ruta hay un montón de agua, por lo menos en estas fechas. Como no iba a tener a nadie haciéndome la asistencia me dejé preparados con sales 4 bidones soft flasks. Solo llevaba uno lleno en cada momento, pero así no perdía tiempo en hacer la mezcla, sólo tenía que coger agua.
“Yo quería salir con mi mochila y, si me faltaba algo, conseguirlo por el camino”
¿Hiciste la ruta completa en autosuficiencia?
Mi idea era no hacerlo en autosuficiencia total, pero tampoco tener asistencia externa, es decir, poderme apoyar en los servicios con los que cuenta cualquier montañero que haga la ruta, pero no tener a una persona que específicamente me pueda dar o coger material o comida. Yo quería salir con mi mochila y, si me faltaba algo, conseguirlo por el camino. Así, comí en los refugios de montaña y también pasé también por el pueblo de Gavarnie.
¿Cuál fue tu estrategia respecto a los horarios?
Si ves la página web de la ruta, normalmente se hace en el sentido contrario. Yo decidí empezar en dirección al refugio de Oulettes de Gaube por varios motivos. El primero es que el valle del Ara era la parte más corrible del recorrido y no entrañaba ningún riesgo aunque fuera de noche, por eso salí a las 4:30 de la madrugada. El segundo motivo fue que tanto la subida a Tucarroya como el tramo de las Olas, entre Añisclo y el refugio de Góriz, me parecieron más seguros en esa dirección.
“No quise exprimirme demasiado ya que con el calor que hacía podía haberme pasado mucha factura”
Háblanos un poco de La Alta Ruta de los Perdidos. Tiene que ser impresionante.
En mi opinión es el trekking más completo de Los Pirineos. Tiene muchísima variedad de paisajes y zonas espectaculares como la cara Norte del Vignemal, el circo de Gavarnie, la Norte de Monte Perdido, los valles de Pineta y Añisclo o la Brecha de Rolando. No hay otra ruta que te ofrezca tanto en menos de 100 kilómetros, por algo, además de ser parque nacional, es territorio declarado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
¿Se puede comparar este reto con alguno de los anteriores que has realizado?
No, cada uno tiene sus características, pero sí quiero decir que mi objetivo principal era hacer un buen entreno para la Hard Rock 100, que es mi principal objetivo de este año. Con esto quiero decir que no quise exprimirme demasiado ya que con el calor que hacía podía haberme pasado mucha factura. El tiempo que he marcado se puede reducir.
“Si vas en una carrera, la competencia con otros corredores lo ocupa todo y el ambiente de la carrera pasa a un segundo plano”
¿Por qué te atraen este tipo de retos personales y alejarte de la dinámica de competición?
Disfruto muchísimo de todo el proceso: de planear la actividad, de reconocer el recorrido, de documentarme y mirar mapas. Además, la experiencia individual no tiene nada que ver, te conectas más con la montaña. Si vas en una carrera, la competencia con otros corredores lo ocupa todo, te preocupas sobre cómo vas tú y cómo van ellos, y el ambiente de la carrera pasa a un segundo plano. En una actividad así es todo lo contrario, te tienes que ir fijando constantemente en las condiciones, en las indicaciones… Creo que soy más montañero que atleta.
¿Cómo es tu relación con Los Pirineos?
Los conocí demasiado tarde; la primera vez que vine fue con una salida desde Pamplona cuando estaba en la Universidad y fue curiosamente al parque nacional de Ordesa. Fue un descubrimiento y desde entonces no he parado de venir. Me encantan porque puedes hacer actividades muy variadas de uno o varios días, y también por su dimensión humana. Creo que todos los pueblos del norte de la península estamos condicionados por Los Pirineos. Yo siempre me he sentido aquí como en casa.
“No es un trabajo nada gustoso reubicarse en este mundillo, pero sí muy interesante a nivel personal, te obliga a buscar de nuevo las razones por las que corres.”
En los últimos meses has estado algo alejado de los focos mediáticos. ¿Sientes que has dejado de estar en la primera fila del trail?
Nunca me han gustado los focos, pero es verdad que por la lesión he pasado un poco a un segundo plano. Cuando te tocan estas situaciones no queda otra que aceptarlo y buscar de nuevo tu sitio. No es un trabajo nada gustoso reubicarse en este mundillo, pero sí muy interesante a nivel personal, te obliga a buscar de nuevo las razones por las que corres.

¿Te genera presión ser un corredor patrocinado y no estar en el candelero?
Cada uno se pone la presión que quiere. No hace falta competir, ni estar bajo ningún foco, para disfrutar de correr por la montaña.
¿Qué has aprendido en este proceso?
Que aunque no puedas estar entre los mejores del mundo, en las montañas sigue habiendo muchas cosas que hacer. Cada uno tiene que encontrar sus motivaciones y no siempre están en los mismos lugares.
“Destaco la idea de que se pueden hacer grandes montañas de una forma más autónoma, más ligera y sin renunciar a la seguridad”
Por último, no quería dejar pasar la oportunidad de que conocer tu opinión sobre las dos cimas seguidas de Kilian Jornet en el Everest, la segunda en 17 horas subiendo y bajando hasta el Campo Base Avanzado.
La marca concreta de tiempo no me interesa demasiado, la verdad, lo que destaco es la idea de que se pueden hacer grandes montañas de una forma más autónoma, más ligera y sin renunciar a la seguridad. Es un concepto que de momento está solo al alcance de unos pocos y Kilian es uno de ellos. Para mí hay que poner ahí el foco y no en el tema de si ha rebajado o no tantos minutos a un récord anterior. A día de hoy, es posible que la actividad concreta no aporte demasiado, pero sí que marca la línea por donde irá el alpinismo del futuro, donde el desarrollo de nuevos materiales también tendrá mucho que ver.
2 comentarios
Esa es la mentalidad, ese es el estilo y ese es el objetivo, hacer montaña o alpinismo aunque sea mas horizontal pero con cierto grado de compromiso. Se trata de recorridos logicos y alpinos, nada que ver con esas actividades mediaticas llenas de kilometros y vacias de contenido. Hace falta mucha fuerza pero en definitiva es una cuestion de mentalidad y compromiso. Iker en este sentido es un referente y es de agradecer su implicacion y respeto por lo que hace.
Muchísima clase!