Se le están dando bien las carreras en España a Ida Nilsson. La sueca ha demostrado que se ha adapta perfectamente tanto al calor atlántico de Transvulcania, donde hace poco más de dos semanas venció por tercera vez consecutiva, como al barro de la sierra vasca del Aizkorri. O tal vez será el ímpetu del público local el que le hace volar, pero el hecho es que aquí ya ha tachado dos de las competiciones más prestigiosas del país.
La corredora, afincada en Noruega “porque tiene mejores montañas” y vecina de Emelie Forsberg y Kilian Jornet, llegaba “más enérgica que de costumbre” a la localidad guipuzcoana. Le veíamos en los días previos compartir movimientos y risas nerviosas con sus compañeros del equipo Salomon Internacional. El listado de candidatas para el maratón de montaña más apasionante del mundo asustaba y, aunque su nombre era uno de los que sonaba más fuerte, las incógnitas sobre su rendimiento, en un recorrido desconocido y que no había preparado, copaban sus pensamientos.
Cuando se echó a correr, las dudas se disiparon. Nilsson fue controlando la carrera desde la segunda posición y en el descenso desde Andraitz (km 30) impuso un ritmo de crucero al que ninguna otra se pudo enganchar. “Había visto muchas fotografías y vídeos de Zegama, mucha gente me había hablado de ella y sabía que era una prueba especial. Sin embargo, la realidad todavía es más espectacular. Estoy muy feliz de estar aquí”, declaraba la atleta tras cruzar la meta.
«Había tramos en los que el suelo temblaba y el ruido del público era ensordecedor»
¿Cómo te sientes?
Estoy super contenta, el ambiente aquí ha sido increíble. Había tramos en los que el suelo temblaba y el ruido del público era ensordecedor. Tenía muchas dudas sobre el resultado antes de salir porque había por lo menos 20 chicas que podían ganar, pero ha sido una experiencia increíble.
Parece que le tienes cogida la medida a las carreras españolas.
No, todavía tengo muchas cosas que aprender aquí, llevo solo 3 años corriendo por la montaña. Transvulcania fue mi estreno en el Skyrunning y han pasado poco más de 2 años, por lo que soy todavía me falta mucha experiencia.
«Transvulcania me hizo darme cuenta de que me quería dedicar a esto»
Aquella victoria significó tu salto a la primera página internacional.
Cuando fui allí ni siquiera sabía si podría recorrer esa distancia. Había hecho otra de 90 km, pero apenas sin desnivel, así que fue algo realmente inesperado. Ese triunfo me abrió las puertas de los patrocinios y, sobre todo, me hizo darme cuenta de que me quería dedicar a esto.
Desde entonces eres una atleta profesional.
Sí, es una gran suerte poderme enfocar al 100% en lo que más me gusta y darle una oportunidad real a descubrir mi máximo rendimiento. Antes había trabajado de muchas otras cosas, como en las terapias con masajes o de cocinera. Tenía diferentes empleos de temporada y viajaba.
«Tal vez sin aquel problema no hubiera descubierto las carreras por montaña»
Pasaste una dura lesión en cadera, que te hizo pensar que nunca más podrías correr. ¿Qué sacaste de esa vivencia?
Antes yo era una corredora de pista, muy preocupada por el cronómetro. El parón me hizo cambiar de mentalidad y conocer nuevos mundos, fue entonces cuando empecé a disfrutar de la vida al aire libre. Tal vez sin aquel problema no hubiera descubierto las carreras por montaña.
¿Qué es lo que más te atrae de este deporte?
Para mí más que un deporte es una forma de vida, en la que pasas mucho tiempo en la montaña, en el bosque y te conectas con la naturaleza. Además, lo haces corriendo que es mucho más divertido que salir simplemente a caminar.
«Creo que todavía puedo tener mi oportunidad. Siento que aun me quedan años para explorar y mejorar»
Con 37 años, estás en un momento de forma increíble. ¿Notas que sigues mejorando?
Sí, mi trayectoria tal vez sea algo diferente a la del resto. Normalmente, la gente puede ser competitiva durante 10 años. En mi caso, tuve que parar 5 años por el problema en la cadera, así que creo que todavía puedo tener mi oportunidad. Siento que aun me quedan años para explorar y mejorar.
También estás subiendo el nivel en el esquí de montaña.
Sí, es una modalidad que me interesa mucho porque completa mi perfil de deportista de las montañas. Me gusta mucho la idea de subir y bajar de las montañas con nieve, sobre los esquís. Poco a poco voy siendo más competitiva, gracias también a Emelie Forsberg con quien compartí entrenamientos en Chamonix y ahora en Noruega.
«A mi primer ultra me apunté el día de antes, así que no tuve tiempo de pensar si estaba bien preparada»
¿Cómo le explicarías a una persona ajena a este mundo qué es un ultra?
Un ultra es difícil de explicar, es mucho mejor probarlo. Hace unos pocos años para mí también era una completa locura pensar en correr durante tantas horas. Pero si tanta gente lo hace, será por algo. A mi primer ultra me apunté el día de antes, así que no tuve tiempo de pensar si estaba bien preparada. No sabía lo que ocurriría conmigo en 90 kilómetros, igual tendría que detenerme, pero quería saberlo y me di cuenta de que el cuerpo humano es maravilloso. Podemos hacer muchas más cosas de las que pensamos y, además, es muy divertido explorar estas experiencias.

¿Cuál es tu reto ahora?
Poco a poco me gustaría hacer carreras más largas, e incluso llegar a las 100 millas. En el UTMB, por ejemplo, ves a mucha gente que lo hace y que además no se dedica profesionalmente, sino que tienen sus trabajos, sus familias y entrenan cuando pueden.
¿Irás este año al UTMB?
Si todo va bien, este año me estrenaré en el evento con la CCC, nunca he corrido nada tan largo. Pero antes voy a hacer las Golden Trail Series así que competiré en el Marathón du Mont Blanc y en Sierre Zinal.
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