La Buff Epic Trail Ultramarathon fue más complicada de lo que ya se le presupone a una carrera de 105 km y casi 8.000 m de desnivel positivo. La cara más dura de la montaña emergió en forma de tormenta cuando los corredores encaraban la segunda parte del recorrido y la organización decidió neutralizar la prueba entre Espot y el Estany Gento, dejando sin posibilidad de llegar a la meta a la inmensa mayoría de los participantes.
4 corredores, sin embargo, consiguieron escaparse del corte. Ya habían atravesado los puntos más conflictivos y les restaban los últimos 20 kilómetros para llegar a la meta. Pero eso no significa que no viviera sus propias penurias. La buena gestión de esta situación caótica y por momentos peligrosa fue una de las claves de la victoria de Gerard Morales. Era su cuarta participación en la Buff Epic Trail, su cuarta meta y su primer triunfo.
“Nos cayó agua, piedra y hacía un viento horrible, que no te permitía casi ni protegerte, pero lo que más nos preocupaba fue la tormenta eléctrica”
¿Cómo iba la carrera hasta que llegó la tormenta?
Mi sensación era que Yeray Durán llevaba muy bien controlada, está en un estado de forma muy bueno, pero las condiciones de la montaña se volvieron complicadas y decidió parar a esperarnos.
¿Tan mal se puso la meteo?
Nos cayó agua, piedra y hacía un viento horrible, que no te permitía casi ni protegerte, pero lo que más nos preocupaba fue la tormenta eléctrica. Caían muchos rayos y lo pasamos muy mal.
“Nosotros habíamos venido a correr, a competir, pero así no se podía”
Imagino que os sentisteis muy vulnerables.
Los rayos espantan muchísimo, sobre todo si vas con palos de carbono porque sabes que son conductores, e íbamos acojonados. Nosotros habíamos venido a correr, a competir, pero así no se podía.
Y en el refugio de Saboredo, Yeray Durán, Pau Bartoló, Ernest Ausiro y tu decidís poner fin a vuestra carrera.
Sí, le dijimos al responsable del puesto que la meteorología se estaba poniendo muy complicada y que veíamos peligroso continuar, también que veíamos conveniente que pararan la prueba pensando en la seguridad de los que venían por detrás. Al cabo de unos minutos decidimos bajar trotando a Espot y es allí donde nos comunicaron que seguíamos en carrera.
“Piensas que ya has terminado, bajas el ritmo y de repente te dicen que el dorsal sigue en activo”
¿Y qué pensáis en ese momento?
Fue una sensación muy rara porque piensas que ya has terminado, bajas el ritmo y de repente te dicen que el dorsal sigue en activo y que continúes corriendo.
Allí se queda Bartoló y continuáis Durán, Ausiró y tú, del equipo Buff, junto a Luis Duarte.
Sí, salimos con la sensación de que todavía hay un corredor delante nuestro y, a buen ritmo, intentamos alcanzarlo. Al cabo de un rato, nos damos cuenta de que vamos en cabeza. Esa subida desde Espot es realmente dura, una pista que lo único que hace es subir y tiene mucha pendiente. Allí, Yeray comienza a perder velocidad y yo me voy para adelante.
“El portugués Duarte va muy fuerte y me va recortando tiempo en cada parcial. Por mi cabeza solo pasa la idea de que me iba a ganar”
El canario se retira y solo 4 corredores pasáis por el Estany Gento antes de que la organización corte la carrera.
Todavía faltan las últimas subidas y las cosas se empiezan a apretar por atrás. El portugués Duarte va muy fuerte y me va recortando tiempo en cada parcial. Por mi cabeza solo pasa la idea de que me iba a ganar. En el tramo llano del final saqué lo poco que me quedaba dentro y conseguí mantener un ritmo hasta la meta.
Tu primera victoria en cuatro participaciones en la Buff Epic Trail. ¿Estaba en tus planes?
Mi objetivo era terminarla, ni en sueños pensaba que podría ganar. Sabía que iba a venir gente más fuerte que yo, pero me he encontrado bien y, tal y como se ha puesto la carrera, ha aparecido mi oportunidad. La llegada ha sido increíble.
“Soy una persona que cuando se pone el dorsal se vuelve muy competitiva”
Siempre dices que tu filosofía es la de disfrutar de las carreras, pero con estos resultados, parece que hay algo más.
Soy una persona que cuando se pone el dorsal se vuelve muy competitiva, pero ahora no estoy tan centrado en las carreras como lo pueden estar otros corredores. Mi objetivo siempre es hacerlo lo mejor que sé y, aunque son carreras en las que se sufre mucho, también hay que saberlas disfrutar.
Con más de 40 años y habiendo jugado durante más de 15 al tenis de alto nivel, ¿cómo crees que te lo tomarías si esta victoria llegase con 20 años menos?
Si volviera a ser joven repetiría algunas cosas de las que he hecho, pero intentaría ser más profesional de lo que he sido. Siempre he hecho las cosas de forma muy anárquica en los entrenamientos, tanto corriendo como en el tenis.

“Pensé que la gente que se dedicaba a esto estaban directamente locos. Pero ha sido como una droga que te acaba enganchando”
¿Qué recuerdas de tus inicios?
Mi estreno en las ultras fue en 2009 en la Cavalls del Vent y las pasé canutas. Pensé que la gente que se dedicaba a esto estaban directamente locos. Pero ha sido como una droga que te acaba enganchando. Lo que empieza poco a poco con alguna carrera de fin de semana fue cogiendo fuerza.
¿Cómo ves que ha ido evolucionando este mundo?
Cada vez hay carreras más importantes y mejores dotaciones económicas y eso hace que todo sea más profesional, sobre todo los corredores. Ahora entrenamos más, nos planificamos la temporada y nos cuidamos más. Creo que en esto ha sido importante la introducción de la figura del team manager, que sabe bien como guiar a los que competimos.
¿Y este año como te lo planteas?
Quiero ir bajando el número de ultras y también probar cosas diferentes, como por ejemplo carreras por etapas, por relevos y también carreras más cortas.