Sólo dos años corriendo por montaña, viviendo en una zona sin montañas, compitiendo cada fin de semana para poder salir por la montaña… Así se preparaba Gemma Arenas para ser Campeona de la Copa del Mundo y, aun teniendo todo en su contra, la manchega ha logrado un objetivo que a principio de temporada parecía más que complicado. Ahora, con el título en la mano, nos cuenta cómo ha sido este año tan especial para ella.
¿Cómo es eso de ser Campeona del Mundo?
Pues la verdad es que todavía no me creo que sea Campeona del Mundo.
«Tras el UTMB, tenía la espinita clavada y venía con mucha ilusión y mucha fuerza. Al final tuvo un buen desenlace, tras una carrera muy reñida.»
¿Cómo fue la Ultra Pirineu?
Muy bien. Después del UTMB que me tuve que retirar por el estómago, tenía la espinita clavada y venía con mucha ilusión y mucha fuerza. Al final tuvo un buen desenlace, tras una carrera muy reñida. Hillary supo mantenerme la misma distancia, entre 10 y 15 minutos, de ahí no pasaba. Fue bonita, con mucha tensión de no poder bajar el pistón, porque la primera ganaba la carrera y la Copa del Mundo. La verdad es que estuvo muy bien, las dos luchando mano a mano.
¿Cómo fue ir con Hillary detrás tantos kilómetros?
Teníamos referencias al principio, pero a partir del kilómetro 40 no las había, por falta de cobertura. Ir sin referencias de donde viene la segunda, hace que haya más presión todavía. La última subida se me atragantó un poco y no sabía cómo venía ella por detrás. Pero al final mantuvimos la misma distancia.
Y la presión fue hasta la misma meta…
Claro, porque no sabía cómo venía. Miraba para detrás, pero no veía ningún frontal. No sabía si se había acercado
¿Qué te parece la Ultra Pirineu?
Yo la hice el año pasado y ya dije que es una carrera que me gusta mucho porque tiene de todo, subidas pronunciadas, bajadas técnicas, partes de correr… Me gusta mucho porque la organización está muy bien.
«La más dura fue la de Val d’Isere. Tenía mucho desnivel, con mucha nieve que no te dejaba correr bien. Yo no estoy acostumbrada a la nieve y me sentía muy patosa»
¿Y las carreras de la Copa del Mundo?
Transvulcania muy bien, una carrera que me gustó. Después gané en Madeira, y me gustó incluso más que Transvulcania. Luego fue la de Val d’Isere, muy dura y con mucha nieve. La única que descarté fue The Rut, en Estados Unidos. Son carreras entretenidas.
¿Cuál fue la que más te gustó de todas?
Madeira me gustó mucho y Ultra Pirineu también. Son las dos que más me han gustado. Transvulcania también me gustó. Cada una tiene su cosa.
¿Y la más dura de todas?
La más dura fue la de Val d’Isere. Tenía mucho desnivel, con mucha nieve que no te dejaba correr bien. Yo no estoy acostumbrada a la nieve y me sentía muy patosa. Además había muchos kilómetros de nieve.
Sería dura viviendo en La Mancha, donde no hay nieve…
Aquí por no haber no hay ni nieve ni barro siquiera.
«Yo corro con Dynafit y tengo otros tres patrocinadores: la empresa donde trabajo, una empresa de muebles y la Diputación. Gracias a todos ellos he podido hacer la Copa del Mundo, porque es muy costosa»
¿Cómo te costeas un circuito tan caro como las Skyrunner World Series?
Yo corro con Dynafit y tengo otros tres patrocinadores: la empresa donde trabajo, una empresa de muebles y la Diputación. Gracias a todos ellos he podido hacer la Copa del Mundo, porque es muy costosa, sobre todo las veces que tienes que volar.
¿Y también has ido con tu marido a las pruebas de la Copa del Mundo?
Sí, porque a él también le gusta correr y las suele correr como yo. Me suele ganar él, aunque alguna vez le he ganado yo. él sube mucho mejor que yo, en las bajadas puedo alcanzarlo, pero luego se me escapa. Suele llegar un poco delante de mí, menos en Madeira y Val d’Isere.

Osea, que os despedís en la salida y luego a muerte…
Claro, que gane el mejor (risas). Luego en meta volvemos a ser un matrimonio, pero durante la carrera competimos. Llevamos ritmos muy parecidos. Coincidimos durante las carreras porque vamos muy similares. Cuando yo llego a un avituallamiento, él puede estar en él. Cada uno hace su carrera.
¿Corrió también la Ultra Pirineu?
Sí, él también la ha corrido. Llegó un poco delante de mí. En la última subida me atasqué y me adelantó en el final de la subida y se fue antes a meta que yo.
«Ninguno de los dos teníamos apoyo. Comemos lo de los avituallamientos, que suelen ser muy completos. No tenemos problemas con eso.»
¿No llevabais equipo de apoyo de ningún tipo?
No, nada. Ninguno de los dos teníamos apoyo. Comemos lo de los avituallamientos, que suelen ser muy completos. No tenemos problemas con eso. No solemos tomar nada especial. A no ser que venga algún amigo a ver la carrera, no solemos tener equipo de apoyo.
¿Y no pierdes un poco más de tiempo que los corredores con apoyo?
Tampoco te creas, porque no estás 10 minutos parado. Cogemos fruta, rellenas el agua, bebes y sigues adelante.
¿Qué objetivos te quedan para el resto de la temporada?
Me queda todavía el Campeonato del Mundo de Portugal, que es el 29 de octubre. Hasta esa fecha descanso totalmente de la competición.
«Fuimos a la plaza a recoger a mis hijos que estaban allí y estaba medio pueblo en la plaza, me subieron al ayuntamiento, abrimos champán. Me emocioné un montón, porque no me esperaba nada y fue un sorpresón.»
Va a ser tu descanso más largo de la temporada…
Suelo descansar el mes de diciembre y enero. Ahora toca seguir entrenando para llegar fuerte al mundial.
Además, tú tienes que entrenar compitiendo al no tener montaña cerca…
Como aquí no tenemos montaña hay que entrenarla de alguna manera y para entrenarla necesito ir a carreras. Por eso compito tanto. Durante la semana entreno en llano.
¿Cuántas horas entrenas por semana?
Depende de lo que esté preparando. Como aquí entreno en llano, hago hora u hora y media. Si voy al monte voy más tiempo. En las carreras sí que puedo entrenar bastante la distancia, los ascensos, los descensos… Aquí no puedes estar cuatro horas corriendo en llano. Tengo que competir para poder entrenar.
«Cuando hice el calendario a primeros de año, estaba dentro de los planes. Era muy difícil. Yo quería hacer podio, pero era el gran objetivo del año»
¿Cómo fue ir a Almagro tras ser Campeona del Mundo?
Un espectáculo. Me dieron un sorpresón. Fuimos a la plaza a recoger a mis hijos que estaban allí y estaba medio pueblo en la plaza, me subieron al ayuntamiento, abrimos champán. Me emocioné un montón, porque no me esperaba nada y fue un sorpresón. Mis amigos y el ayuntamiento se lo curraron mucho.
¿Sigues trabajando?
Sí, claro. Trabajo 15 días sí y 15 no, porque es media jornada y la hago toda junta. Así tengo más tiempo para los peques y para entrenar.
¿Era ganar la Copa del Mundo tu gran objetivo de la temporada?
Sí, era mi objetivo. Cuando hice el calendario a primeros de año, estaba dentro de los planes. Era muy difícil. Yo quería hacer podio, pero era el gran objetivo del año. Son cinco carreras en las que hay que estar muy bien. No es lo mismo prepararse una carrera que cinco.
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