Andreu Simon Aymerich está viviendo un 2018 mayúsculo. Venció en la Cinc Cims, se proclamó campeón de Cataluña en la Cameta Coixa y, el pasado fin de semana, se vistió el primer peto de líder de la Copa de España de Carreras en línea con una imponente victoria en el Trail Cara los Tajos. “Mi objetivo este año es seguir el circuito de la FEDME así que la tenía marcado en rojo en el calendario. Las sensaciones fueron muy buenas, he conseguido sacar los puntos y he visto también qué otros candidatos hay”.
Si todo va bien, el de Sant Vicent dels Horts (Barcelona) podría cerrar el año estrenándose en la distancia ultra. Su mirada está puesta en el Campeonato de España Ultra, que este año se disputa en el Ultra Trail Valle de Tena. “Saltar a los ultras siempre es un reto, pero siendo diabético lo es todavía más”.
¿Cómo empezaste en esto de las carreras?
En el pueblo donde vivía ya había gente que corría por montaña. Un día me animaron, luego otro y me pasó lo que creo que otros muchos: me di cuenta de que cada vez iba más rápido. Esa sensación de mejora es lo que me fue enganchando.
“Cuando empecé a correr todavía Kilian Jornet no había despuntado y todos nos fijábamos en Kiku Soler”
¿Quiénes han sido tus referentes en este deporte?
Cuando empecé a correr todavía Kilian Jornet no había despuntado y todos nos fijábamos en Kiku Soler. Actualmente me sigo identificando mucho con él, por los valores que transmitía. Era el corredor ideal por su base atlética transportada a la montaña y representa la misma idea que yo persigo: correr lo más rápido por montaña, tanto para arriba como para abajo, sin necesidad de nada más. Era el símbolo de la libertad y de la anarquía en las carreras por montaña y tuve la suerte de conocerlo gracias al Centro de Tecnificación de Cataluña.
¿Y qué te ha aportado?
Sobre todo mucha confianza en mí mismo; saber que puedo fijarme un objetivo y que lo puedo cumplir. Correr me ha aportado mucha estabilidad emocional y también el hecho de compartir momentos de superación personal en la montaña. Me siento afortunado de todas las personas que he ido conociendo con quien, además de compartir afición, puedes hablar de otras inquietudes.
“Sé que puedo dar todavía mucho más de mí, pero no quiero precipitarme”
Hace años que corres, incluso el año pasado en la Copa del Mundo de Skyrunning, pero este arranque de temporada está siendo espectacular. ¿Cómo nos lo explicas?
Antes iba un poco más a lo loco, no le prestaba la atención que se merecen las competiciones. Este año estoy preparando las carreras con un poco más de sensatez y detenimiento, entrenando mejor y haciendo los correspondientes descansos antes de las carreras. Me alegra saber que el trabajo que estamos haciendo está funcionando. Sé que puedo dar todavía mucho más de mí, pero no quiero precipitarme.
¿Te gusta más entrenar o competir?
Lo que me gusta es salir a correr. Siempre he sido muy anárquico y, sin ser un adicto, me gusta la libertad de los entrenamientos. Además, cuando hay carreras también hay que parar y eso es lo que peor llevo. Eso no quita que cuando me pongo el dorsal el cordero se convierte en lobo.
“No podemos tomar lo que hay en los avituallamientos en función de lo que nos pide el cuerpo, porque si en ese momento tenemos alto el azúcar puede suponer un riesgo para tu salud”
¿Qué supone tener diabetes para un corredor de montaña?
En mi caso, yo soy diabético tipo 1, insulinodependiente. Esto me obliga a llevar un control constante de los niveles de glucosa en sangre y a inyectarme para asimilar los azúcares que voy ingiriendo. Como corredor esto implica, por ejemplo, vigilar las calorías que metes en tu cuerpo los días previos a la carrera, cuando solemos hacer un incremento de los hidratos de carbono, y también conocer muy bien cómo responde tu cuerpo ante el esfuerzo.
¿A qué te refieres concretamente?
Durante las carreras y entrenamientos hay un descenso de los niveles de glucosa. En una persona no diabética el páncreas gestiona esto y es capaz de generar más, pero el mío no. Por eso tengo que vigilar no caer en una hipoglucemia y siempre llevar algo de azúcar encima. También tenemos que vigilar el caso contrario. No podemos tomar lo que hay en los avituallamientos en función de lo que nos pide el cuerpo, porque si en ese momento tenemos alto el azúcar puede suponer un riesgo para tu salud.
“Para carreras más largas, como en Zegama o el Olympus Marathon, estoy probando un chip”
¿Cómo realizas ese control?
Ahora mismo en las carreras más cortas me conozco bien y no necesito ninguna herramienta externa. Ya sé que a partir de la hora de carrera mis niveles bajan más de lo normal y tengo que meterme un gel o una barrita, por ejemplo. Para carreras más largas, como en Zegama o el Olympus Marathon, estoy probando un chip que llevas pegado al brazo, como un parche, que con otro dispositivo te permite conocer de forma instantánea el nivel de azúcar.
Una herramienta muy útil.
Sí, con este aparato puedes llevar un buen seguimiento sin perder el tiempo que implicar el análisis con el pinchazo en el dedo convencional. De todas formas está todavía en fase de desarrollo y no es fiable al 100%, además de que su precio es bastante elevado.
“Cuando salgo a correr prefiero mirar la cara de mis amigos que el móvil”
¿A qué te dedicas?
Acabé hace 4 años INEF y hace casi dos años aprobé unas oposiciones de técnico de deportes en el Ayuntamiento de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona). Es un trabajo con buenos horarios, que me llena y ha facilitado el momento dulce que estoy viviendo ahora mismo.

Así que tu visión de las carreras por montaña es únicamente como un hobby.
Aunque todavía tengo recorrido, llevo ya unos años en esto y sé dónde están mis limitaciones. Los pocos que pueden vivir de este mundo están lejos de mi alcance y, además, es algo temporal. Tampoco creo que mi perfil encaje demasiado bien con lo que buscan algunas marcas. No me gusta publicar demasiado mis aventuras en internet; cuando salgo a correr prefiero mirar la cara de mis amigos que el móvil.
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