Hemos hablado con Alejandro Forcades, el corredor de montaña mallorquín que ha vestido la camiseta de la selección española de la FEDME en diferentes ocasiones. La última en la Vall de Boí, donde junto a sus compañeros logró colgarse el oro en la modalidad Sky. Ahora, con la temporada ya finalizada, hace un resumen de cómo ha sido el año, cómo ve el mundo del trail y sus próximos objetivos.
Hola Alejandro, ¿qué tal? ¿Cómo te encuentras? Bueno, nos hemos enterado que estás recuperándote de una pequeña lesión. ¿Qué ha ocurrido? ¿Marcha bien?
Durante la temporada pasada es lo típico que dejas pasar. Me molestaba bastante la fascia del pie, pero me permitía correr. Y es que a los 10 minutos se calentaba y el dolor se pasaba, tanto en carrera como en entrenamientos. Pero después de Chamonix decidí parar porque quería recuperarme al 100%.
Para algunos de los que nos estén viendo o leyendo puede que seas un desconocido. ¿Quién es Alejandro Forcades? ¿Cómo empezaste en esto del trail?
Yo soy de Mallorca y en 2017 corrí mi primera carrera fuera de aquí. Fue Zumaia Flysch Trail, Campeonato de España FEDME, estuve allí con la selección balear y quedé subcampeón. Desde entonces he ido entrenando bastante en serio y compitiendo ya más a nivel internacional hasta este año.
El problema es que 2020 fue un año raro para todos y hay un poco de desconcierto. No sabes cómo está cada uno. Yo tuve una progresión bastante hacia arriba y creo que últimamente, con esta situación, la gente está un poco desorientada. Nosotros tampoco sabemos el nivel que tiene cada uno.
«Tengo la suerte que mi tío es preparador físico, trabaja con Rafa Nadal»
En tu día a día cuentas con la ayuda de un gran entrenador. ¿Cómo trabajas con él?
Yo tengo la suerte que mi tío es preparador físico, trabaja con Rafa Nadal. Tiene un pasado de atleta y ha entrenado a muchos otros deportistas en otras disciplinas deportivas: tenis, motociclismo, atletismo… Es una persona que tiene una visión muy orientada al multideporte y también a la montaña. Creó un módulo de formación profesional orientado a la montaña. Gracias a eso, poder hablar cada día con él, yo soy una persona como cualquier otra con una jornada de 40 horas, una familia con tres hijos… Sin su ayuda, poder optimizar el entrenamiento, no podría estar compitiendo con quien lo estoy haciendo ahora. Yo siempre digo que me conformo con ser competitivo con esta gente, porque tampoco es mi actividad principal y disfruto haciéndolo.
En Mallorca lo bueno es el tiempo en la montaña. La nieve está bien, pero eso conlleva frío, lluvias y días que no puedes salir, yo puedo hacerlo siempre. También el terreno es muy técnico y cuando voy a carreras sobre todo de la FEDME estás acostumbrado y no te sorprende.
Tu última carrera y victoria fue en la Mozart el pasado mes de septiembre. Una prueba “corta” pero no poco exigente.
Me habían comentado que esta carrera era muy bonita y lo fue. Yo corrí la media maratón, la famosa es la ultra, pero yo hice la más corta. Había mucho nivel. Fue una semana después de la OCC, estuve una semana sin entrenar para llegar un poco fresco y fue muy bien. Pero fue, a falta de 3 km de meta, que tenía que parar porque el tema del pie era insoportable.
Además, llegabas allí tras tu participación en la OCC, una carrera en la que sufriste mucho. ¿Qué pasó?
Me pasaron a buscar por Chamonix para ir a la salida y ya desayunando me encontraba mal. Tuve problemas estomacales y mi cuerpo aguantó los 45 minutos que tenía de energía, ya que cuando intenté comer no podía. Hasta que no pasaron un par de horas en carrera, me recuperé y pude empezar a comer algo no pude hacer nada. Al día siguiente pude ir a correr porque la segunda parte de la carrera caminé.
Lo que ocurre es que el primer tiempo de paso estaba contento, pero ya tenía un problema de antes.
«En un calendario normal no creo que vuelva a ir a esa carrera [UTMB]»
Y cuando estás en una carrera a la que has dedicado tantas horas y te encuentras así, ¿cómo lo gestionas?
Yo en un año normal no es una carrera a la que iría, básicamente por lo que comentas. Requiere muchas horas de preparación como para que ese día todo salga mal. El día siguiente pensé: “esto está muy bien, es un sitio muy bonito, pero…”. Me di cuenta que había un nivel de exigencia y presión muy alto, con tal de estar allí es suficiente, da igual que en el kilómetro 10 te retires. Yo no entiendo el deporte de esta manera. Fui porque no ha sido un año normal y mi sponsor es una de las carreras a las que da importancia, pero en un calendario normal no creo que vuelva a ir a esa carrera. Al final corres porque disfrutas y te gusta, tanto sacrificio para que ese día no salga algo bien… No le veo mucho sentido.
Además, la presión que te pones a ti mismo, llega el día, estás mal… La frustración también afectará a los objetivos que puedan llegar después.
Claro. Es que además las distancias y el desnivel que se manejan en ese evento condicionan mucho el resto de la temporada. Yo me di cuenta que la gente salía de allí muy tocada. Hay tantas carreras que no se si merece la pena dedicar tanto esfuerzo en esto como si fuera un tótem.
¿Podemos decir que está un poquito sobrevalorado UTMB?
No, el sitio es espectacular. Ir allí se lo recomiendo a todo el mundo. Yo entiendo que si tu te dedicas a la ultra distancia tiene más sentido ir, pero al UTMB, a la prueba reina. Pero todo lo otro me da un poco la sensación que está muy sobrevalorado. La gente salen como locos y da igual lo que ocurra.

«Cuando me convocan es una oportunidad para estar y entrenar con corredores que son mejores que yo»
Este 2021 has vuelto a ser internacional con la FEDME, estuviste en el equipo que compitió la modalidad Sky. Una convocatoria que llegó tras tu brillante participación en Olla de Núria. ¿Cómo se viven esas experiencias?
A mí me encanta cuando me convocan, porque es una oportunidad para estar y poder entrenar con corredores que son mejores que yo y en lugares diferentes, lo que es muy motivamente. Además es una carrera, ya que tienes un objetivo y conseguirlo es un premio al esfuerzo y la entrega que todos hacemos. Para mí en 2021, que lo sigo considerando un año sin un calendario normal, pues he sido convocado, he ido a un mundial y he podido correr allí. Cosa que solo podemos decir los que hemos ido a este mundial.
¿Te propusieron ir también al Europeo?
No, no me lo propusieron, pero yo lo entiendo. Se tenía que haber demostrado un buen estado de forma en carreras como Gorbeia u otras de la Copa del Mundo. No tuve ninguna comunicación, pero en mi caso no pretendía en ningún momento ir, ya que mi objetivo era recuperarme para la próxima temporada.
«Desde que conseguí ser quinto en Zegama en 2019 estoy con BOA»
Al final el 2021 ha sido un año muy bueno para ti, ¿no? La firma con tu patrocinador, BOA, ha dado un plus a tu carrera deportiva imaginamos.
Bueno, yo desde que conseguí ser quinto en Zegama en 2019 estoy con BOA, aunque fue en 2020 cuando firmamos. Me siento muy cómodo aquí, me ayudan mucho y tengo como un sobresueldo. Yo quería empezar en 2020 sin patrocinadores, pero ellos aceptaron el mínimo que les impuse. Siempre nos hemos entendido muy bien.
Y yo tengo que preguntártelo… ¿cómo es posible compaginar tu vida laboral, entrenamientos con tres niños?
Bueno, en mi caso es ser una persona muy ordenada (aunque mi mujer diga lo contrario). No perder tiempo durante el día entre que te despiertas y vas a trabajar, después de comer o cuando sales del trabajo y llegas a casa. Yo hasta las 21:30 horas no paro. Es entonces cuando, tanto yo como mi mujer, dedicamos un tiempo para leer o voy a ver un partido de fútbol.
Y hablando de esa conciliación… Es una pregunta que hacemos muchas veces los periodistas, pero ¿cómo ves tú la profesionalización del trail? ¿Crees que es viable?
Yo creo que simplemente se tienen que encontrar dos necesidades: una empresa que te quiera patrocinar y una persona que sepa negociar. ¿Qué se necesita para ser profesional? ¿Un salario de 40 mil euros brutos? ¿50 mil? Pues no lo sé. Pero si alguien lo consigue, ya es profesional. Siempre teniendo en cuenta que no es un deporte profesional, pero hay otros que sí lo son como el atletismo que es una carrera corta en la que hay que tener un plan B, por el que luego tirar el resto de tu vida.
Si alguien sabe encontrar los patrocinadores y son capaces de llegar a las expectativas que tiene, puede vivir solo del trail.
«Al final esto es una guerra de codazos»
¿Cómo ves este deporte en el futuro?
Lo primero que tiene que ocurrir, que será muy difícil y si no es impuesto no va a suceder, es que haya un ranking que sea único, válido y respetado en todas las partes en el que se diga quiénes son los mejores, que es lo que ocurre en cualquier otro deporte. En las carreras por montaña o trail no podemos ir en contra de la corriente de organizar pruebas, porque a la gente nos gusta y se debe incentivar. Yo la solución que veo es un ranking, en el que cada evento tenga una puntuación, ITRA es un buen punto de partida, pero no es bueno… Debería ser algo parecido al tenis y sería compatible con el tema de las federaciones y circuitos. Así todo el mundo entendería que esa carrera es la buena. A partir de ahí podríamos empezar a decir que vamos en la buena línea.
Al final esto es una guerra de codazos. A una persona joven le diría que disfrute, que corra porque le guste y que luego haga resumen de lo positivo que le deja este deporte.
Con la temporada ya cerrada… ¿Objetivos para 2022?
Como cada año digo, mientras tenga dorsal en Zegama estaré allí, podemos decir que es una carrera que ya estoy preparando. También me gustaría hacer las Sky World Series, pero viendo cómo ha sido este año el circuito, que no lo vi muy bien organizado, tengo que esperar a diciembre para ver cómo queda en el panorama internacional. Siempre me gusta ir con la selección balear a los campeonatos de España vertical y en línea, y seguro que alguna carrera más cae.
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