Muy pocos habían oído el nombre de Eli Anne Dvergsdal, pero su victoria en la reciente edición de Zegama-Aizkorri la acaba de catapultar a la élite del trail running. La noruega llegó al maratón de montaña vasco sin hacer ruido. No tenía patrocinador, ni aparecía en las quinielas, pero su amigo Stian Angermund-Vik, poseedor del récord absoluto de la prueba, sabía que lo podía hacer muy bien.
De hecho, él mismo la había convencido en Bergen (Noruega) -la ciudad en la que ambos residen- a prepararla enseñándole fotos y vídeos de la pasión con la que los aficionados viven esta gran fiesta de las carreras por montaña. “No había visto nada igual, nada que se le pudiera comparar, así que tenía ganas de verlo con mis propios ojos”, nos explicó.
“Llegué a pensar que me había podido salir de recorrido”
Una vez en carrera, la nórdica no dio opción a sus rivales. Se escapó nada más tomar la salida y se dedicó a esperar a que la adelantaran, algo que no ocurrió. “No sabía qué ventaja tenía y cada kilómetro que pasaba me extrañaba de que no me hubieran alcanzado. Llegué a pensar que me había podido salir de recorrido, pero entonces veía a algún chico que me sacaba de la duda”.
Sorprendida de sí misma y con una eterna sonrisa, la atleta de 27 años cruzó en primer lugar la meta con un tiempo de 4h36’06’’. Lastrada por las altas temperaturas, no batió el récord de Maite Maiora (4h34’27’’), aunque la diferencia con sus perseguidoras, más de 11 minutos, evidencia la calidad y el potencial atlético que posee. “No esperaba ganar. Venía con la intención de pasármelo bien en este gran evento y de terminar la carrera, pues ha sido mi primer maratón. Nunca había estado corriendo tanto tiempo seguido”.
“Empecé a correr hace cuatro años para mejorar como futbolista”
¿Pero de dónde había salido esta chica a la que ni el calor frenaba por las cuestas del Aizkorri? Durante la mayor parte de su vida, Dvergsdal ha sido jugadora de fútbol. Si en la adolescencia lo había combinado con el esquí de fondo, deporte de referencia en Noruega, después se sumergió específicamente en el deporte del balón hasta llegar a jugar profesionalmente en la primera división y con la selección de su país.
“Empecé a correr hace cuatro años para mejorar como futbolista. Como vivía en Jølster, un pueblo rodeado de montañas, salía todas las semanas a entrenar por allí. Un fin de semana que no tenía partido, decidí apuntarme también a una carrera y vi que esto se me daba bien”. Tan bien como que se llevó el subcampeonato noruego de Mountain Running, clasificándose para el Europeo de Porto Moniz (2015) donde también conseguiría la medalla de plata. “Allí empezaron las dudas. Yo entrenaba a fútbol todos los días, además de los partidos, pero quería saber hasta dónde era capaz de llegar corriendo”.
Finalmente se decantó por las zapatillas de correr, compaginando la pista, el asfalto y las carreras por montaña, especialmente las pruebas en subida. “Me encanta esforzarme, dar mi máximo e intentar empujar mis límites. Eso es lo que me motiva y también probar cosas nuevas. Creo que el fútbol me ha dado unas piernas fuertes y también una mentalidad de equipo. Aunque el trail running sea un deporte individual, aquí también los que te rodean te ayudan a superarte. El ambiente entre nosotros es muy amistoso”.
“Me gustaría que esta victoria me ayude a conseguir patrocinador”
Los sueños de Dvergsdal están ahora en todas las formas del correr. Quiere mejorar su marca personal en los 3.000 m, en los 5.000, en los 10 km y en la Media Maratón, además seguir compitiendo en las más prestigiosas pruebas de montaña. “Entreno dos veces al día, todos los días, trabajo dos días a la semana como fisioterapeuta y llevo una vida sana y normal. Me gusta estar con los amigos, aunque siempre soy la primera que se va a casa en los cumpleaños”.
Sus planes inmediatos ahora son descansar unas semanas antes de volver a preparar el Cto. de Noruega de Mountain Running, donde se podría volver a clasificar para el Europeo de Zermatt. También le gustaría hacer un par de pruebas más de las Golden Trail Series, aunque no sabe si será posible. “El año pasado quise venir a Zegama y no conseguí dorsal. Es difícil competir fuera porque con mi trabajo no puedo costearme los viajes. Me gustaría que esta victoria me ayude a conseguir patrocinador”.
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