Tom Evans está rompiendo todos los clichés de los corredores de ultra-trail. El exsoldado de la Armada Británica, cuyo palmarés luce victorias tan notorias como la de la CCC 2018, ha vuelto a demostrar que puede brillar también en pruebas mucho más explosivas. Finalizó el pasado fin de semana una prueba de 5.000 en ruta con 13 minutos y 41 segundos. Es decir, que los corrió a un ritmo medio de 2’44”/km, mejorando con nota su mejor marca anterior, lograda en pista en 2017, de 15’01”.
Este rendimiento le permitió ser cuarto en la Podium 5K, una de las primeras carreras tras el parón del COVID-19, en la que algunos de los mejores especialistas de su país quisieron evaluar su estado de forma. Los resultados fueron sorprendentes e incluso se batió el récord de Gran Bretaña en la distancia con 13’20” (Marc Scott).
“Se trata de una marca espectacular para un corredor de sus características. Es cierto que la nueva generación de zapatillas con placa de carbono está teniendo un gran impacto en las carreras de asfalto, por lo que seguramente en pista podría hacer entre 10 y 20 segundos más. Sin embargo, está al nivel de los 10 mejores atletas españoles en la distancia y bastante por encima, hoy por hoy, de cualquiera de nuestros corredores de trail”, apunta Juan Carlos Granado, entrenador y responsable del área de Trail Running de la Federación de Atletismo (RFEA), que recuerda la marca de Oriol Cardona (14’58” en pista) o los entrenamientos de Kilian Jornet (3x5k en asfalto a aproximadamente 15’).
Tras saltar a la escena del trail running en 2017, con 25 años, con un tercer puesto en el emblemático Marathon des Sables, 2018 fue el año de la gran eclosión de Tom. Subió al podio del Campeonato del Mundo auspiciado por Penyagolosa Trails, por detrás de Luis Alberto Hernando y Cristofer Clemente, y unos meses más tarde se hizo con los 100 km del Ultra-Trail del Mont Blanc. Ya en 2019 siguió cosechando éxitos como las medallas de bronce en la Western States o Lake Sonoma, dominadas por Jim Walmsley y Jared Hazen respectivamente.
A finales de ese año, sin embargo, sorprendió con su renuncia al Mundial WMRA de Argentina para el que figuraba como uno de los favoritos. Su objetivo era diametralmente opuesto: conseguir una plaza en su selección para el Europeo de campo a través. Lo consiguió y compitió en diciembre en Portugal, terminando en la posición 44ª (32’03” en 10,2 km). En 2020, temporada en la que quería regresar al trail running por todo lo alto, la crisis sanitaria del COVID-19 solo le ha dejado competir, de momento, en la Tarawera Ultramarathon, que también se llevó al bolsillo.