Es habitual en invierno ver a Luis Alberto Hernando en la estación de esquí de Astún. Normalmente en la pista que sube a La Raca (2.278 m), una de las cimas emblemáticas del lugar y un recorrido perfecto para en entrenar el esquí de montaña. Lo que no es tan habitual es verlo coger telesillas y, menos, el mismo remonte hasta 188 veces. ¿Por qué lo hace?
“Contactaron conmigo de un programa de televisión que se llama Full Activity de Javier Olave. Cogen a un deportista y le embarcan en un reto fuera de su zona de confort. En mi caso, se trataba se saber cuántos metros de descenso podríamos hacer esquiando en 24 horas”, nos introduce el burgalés.
Así, a las 8 de la mañana del miércoles 24 de enero pegaron las botas a los esquís, sin poder separarlas hasta el alba del día siguiente. “No hago nunca esquí alpino, así que estaba falto de técnica, de entrenamiento y de fuerza. Aunque pueda parecer algo monótono, el tiempo ha pasado muy rápido, pues he estado muy acompañado”, comparte Hernando, que por el día se centró en la pista ‘Muros’ y por la noche no salió de la ‘Toboganes’. “Elegimos estos recorridos porque eran idóneas al ofrecer buen desnivel sin demasiada exigencia física”.
En total, 81.780 metros de descenso y 420 kilómetros lineales esquiados registrados por un representante de la Real Federación de Deportes de Invierno. Unos datos que el bicampeón del mundo de Trail IAAF no se atreve a catalogar como récord del mundo, aunque así haya sido reflejado en la prensa. “He oído que hay un registro superior, pero en el que utilizaron helicóptero -añade el GREIM afincado en Jaca (Huesca)-. De todas maneras, es una actividad muy exclusiva, en la que necesitas el apoyo de la estación.”.
Con este entrenamiento “no demasiado ortodoxo”, Luis Alberto Hernando, que fue décimo en el Campeonato de España de Cronoescalada, sigue adelante en su temporada invernal y sumando volumen en sus piernas de cara a las citas importantes en el verano. “Aunque seguramente no es lo más apropiado, todos los esfuerzos suman. Y además de esto me parecía una oportunidad tener la estación para mí durante toda la noche, aun sabiendo que hay miles de personas que esquían mejor que yo. Soy una persona fácil de liar”.
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