El pasado mes de mayo, Dakota Jones empezó a ser conocido en nuestro país; aunque los aficionados que más siguen la actualidad del trail running ya sabían que era una gran promesa norteamericana, muchos de los que se presentaron a ver la Transvulcania aún se preguntaban quién era ese chico que iba corriendo junto a Kilian Jornet.
Tras su victoria en La Palma, el nombre de Dakota ya no le es extraño a casi nadie, y casi todos los aficionados que acudieron a animar a los corredores en la Cavalls del Vent lo reconocían y animaban como a otros grandes corredores, como Miguel Heras, Kilian Jornet o Anton Krupicka.
Si las condiciones de la montaña en La Palma eran bastante parecidas a las que él suele frecuentar en los Estados Unidos, las del Parc Natural Cadí Moixeró eran muy diferentes, con tramos muy técnicos, frío y lluvia, por lo que parecía una prueba de fuego para comprobar si lo de Dakota no fue flor de un día o si, por el contrario, Jones es uno de los corredores más completos de la actualidad.
“íbamos juntos Miguel Heras, Anton Krupicka y yo; estábamos sobre el kilómetro 30 de carrera, y tenía frío, estaba húmedo y con pensamientos negativos, cuando Anton nos dice que esta es una auténtica carrera de montaña. Y la verdad es que sí, la Cavalls es una carrera tan de montaña como una carrera puede llegar a ser” cuenta Dakota en su blog personal.
“Teniendo en cuenta los números de la carrera, con 84 kilómetros, 6.000 metros de desnivel positivo y otros tantos de desnivel negativo, esta es la prueba de 50 millas más dura que he realizado por una diferencia de al menos un 25% con respecto a la siguiente más dura que haya corrido” reconoce Jones.
También reconoció que las condiciones endurecieron la carrera, pero añadiendo que es algo intrínseco a la montaña; “parte de pasar tiempo en las montañas es aguantar malas condiciones climáticas, y los corredores de Cavalls tuvieron que hacer frente a una gran cantidad de lluvia, frío y viento. Tras dos semanas de condiciones inmejorables, estas empeoraron justo el día de la carrera”.
Por su parte, Dakota aseveró que “yo corrí la mayor parte de la carrera con un corta vientos, empapado y pasando frío, el frío suficiente para saber que no podía bajar el ritmo o podría tener problemas y sufrir una hipotermia. Las cifras apuntan que poco más de 200 corredores acabaron, de los más de 1.000 que participaban”.
“No me sentí tan bien durante la carrera como me esperaba, no sé si por competir mucho últimamente o por los continuos viajes que h estado realizando. Creo que mi tercera plaza se debió más a que supe sufrir hasta la línea de meta que a que corrí bien. Es una lección que aprendí en la HardRock de hace dos años. Nunca hay que dejar de moverse.”
También Dakota quiso destacar la carrera ofrecida por las tres mujeres de cabeza, Nuria Picas, Anna Frost y Emelie Forsberg; “las tres chicas salieron con fuerza desde el principio y estuvieron todo el día apretando muy duro, y protagonizando una gran lucha durante más de diez horas”.
Tampoco pasó por alto el fallecimiento de una corredora durante la celebración de la carrera; “a pesar del gran esfuerzo de la organización por hacer de la carrera una competición segura, una corredora sucumbió a la hipotermia. Dadas las circunstancias, los organizadores hicieron un buen trabajo a la hora de evacuar a los que habían abandonado, ya que dada la distancia entre los controles, no se puede monitorizar a un corredor todo el tiempo”.
Para finalizar, Dakota añadió que “el día después de una carrera es genial; nadie está estresado y mucha comida nunca es demasiada para nadie. Espero poder volver el año que viene, no sólo porque creo que es una carrera fantástica, sino como modo de apoyar a la organización tras el fallecimiento de una participante”.
