Para muchos correr no es tan solo un deporte, es una forma de evadirse del mundo que le rodea, de canalizar el estrés y liberar tensión. Muchos deciden hacerlo en solitario, para conectar con ellos mismos, para encontrarse y buscar sus límites; mientras que a otros les resulta más divertido hacerlo acompañado de un amigo o de su pareja, lo que les ayuda a motivarse y seguir avanzando.
Ahora bien, practicar un deporte como el trail en pareja no es tan fácil como parece. Muchas veces ocurrirá que la persona con la que queremos compartir el entrenamiento no está a nuestro mismo nivel, por lo que saber adaptarse y encontrar un equilibrio entre ambos es vital para disfrutar de esta bonita experiencia. Y es que no debemos olvidarnos de que la idea de salir juntos tiene como objetivo motivarse, no lo contrario.
Así pues, lo primero que debemos saber identificar y/o reconocer es quién de los dos es el más rápido. Hay que ser sinceros. No podemos engañar a nuestro compañero, porque hacerlo puede llevarnos a la frustración, al objetivo opuesto que nos hemos planteado. Una vez identificada la persona más veloz lo mejor es que sea ella quien lleve la iniciativa, restando presión a su compañero, que se centrará únicamente en terminar el entrenamiento y no en detalles innecesarios.
A menudo, cuando salimos solos no nos exprimimos todo lo que deberíamos, por lo que este es el momento de sacar el máximo de nosotros mismos y darnos cuenta hasta dónde podemos llegar. De manera que los más lentos podemos aprovecharnos de la rapidez de nuestra pareja, dejar que nos tire y llegar hasta donde en solitario no seríamos capaces. Para hacer este tipo de entrenamiento es muy importante comunicar bien las sensaciones, recordemos que lo hacemos para disfrutar, no para vivir una experiencia desagradable.
También es muy importante seleccionar una ruta adecuada y cómoda en la que ambos disfruten a partes iguales. Puede tener subidas, pero tampoco es necesario que sean excesivamente pronunciadas o técnicas, siempre es mejor ir de menos a más. Así mismo, antes de salir es vital fijar objetivos realistas. Si nos exigimos más de lo que podemos dar, no solo puede provocarnos una lesión muscular; sino que también puede resultar una experiencia desagradable para ambos que nos provoque el abandono definitivo.
Pero si hay un factor clave que se trabaja en un entrenamiento en pareja es el psicológico. Cuando salimos a correr la mente juega un papel fundamental. Un pensamiento negativo puede arruinar tu carrera. En una salida en pareja transmitir positivismo, fuerza y confianza en los momentos complicados puede ayudar, también, a avanzar.
Y si queréis poneros a prueba, y siempre después de haberlo entrenado, tenéis carreras en las que podéis competir como equipo. En España, la primera en ofrecer dicho formato fue la Epic Camí de Cavalls 360º en Menorca, que además es por etapas.
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