El próximo domingo se celebrará la 68ª edición del Pikes Peak Marathon que este año, sin embargo, estará a la sombra de la más reciente modalidad Ascent, parada de las Golden Trail Series.
Independientemente, la carrera de Manitou Springs (Colorado, EE.UU.), que consiste en subir y bajar hasta los 4.302 m de esta cumbre de las Montañas Rocosas, no solo es una de las carreras por montaña más antiguas y prestigiosas de Estados Unidos, sino también la primera del país que vio llegar a la meta a una mujer en la mítica distancia. Fue Arlene Pieper en 1959, aunque su impresionante historia quedó en la sombra durante muchos años.
Una carrera sin discriminación
Como herencia de una prueba automovilística, Pikes Peak Marathon nació en 1956 como un experimento contra el tabaquismo del Dr. Arne Suominen, que comprobó cómo los tres fumadores de los trece participantes de aquella edición inaugura se quedaron sin cruzar la meta. Ya desde entonces, permitió la participación de mujeres, siendo el primero en su país acabar con esta discriminación habitual en carreras de larga distancia.
No fue hasta 1958, sin embargo, cuando apareció la primera competidora. Fue la propia Arlene, propietaria de un gimnasio para mujeres llamado Arlene’s Health Studio en el cercano Colorado Springs, quien decidió detenerse en la cima del Pikes Peak tras casi 6 horas de esfuerzo por el popular sendero Barr. Al año siguiente, se creó la modalidad ‘Ascent’ (que había vivido ya una edición experimental en 1936, también con participación femenina), que estaba reservada solo para mujeres. Katherine Heard compitió contra Arlene y su hija Kathy, llegando primera a la cumbre con 5h17’.
Pero Arlene, que llegó 4 minutos más tarde, decidió no quedarse allí esta vez, siendo la única chica que descendió de nuevo. Con un tiempo de 9 horas y 16 minutos, se convirtió en la primera mujer en completar oficialmente un maratón de montaña. Bien es cierto, que el recorrido tuvo aquel año 38,6 km, y que a partir de 1960 fue ampliado a los 42 km actuales. También que lo hizo sin avituallamientos, vestida con una blusa blanca atada en nudo y calzada con unas zapatillas de tenis de una tienda de “todo a 100”.
Boston Marathon no acogió el primer maratón femenino de la historia
La hazaña de Arlene pasó desapercibida en aquel momento. Incluso tapada también por la de su hija, que con tan solo 10 años sorprendió a los espectadores presentes en la cima con un gran tiempo de 5h44’. De hecho, mientras la participación femenina iba creciendo en el Ascent (que se abría también a niños y veteranos hasta levantar las restricciones totalmente en 1970), ninguna otra mujer se midió con el citado maratón hasta que 1971, cuando Joyce Swannack estableció 7h07’.
Posiblemente nadie se hubiera dado cuenta, si no hubiera sido por las controvertidas y sonadas historias del Maratón de Bostón: primero con Roberta Gibb terminando la prueba sin dorsal (ni tiempo oficial) en 1966, y luego con Kathrine Switzer en 1967, que evitó su detención antes de cruzar la meta en 1967 (4h20’). El maratón nacido en 1897, seguramente el más antiguo de los que se siguen celebrando, no fue por lo tanto el primer maratón femenino. Llegaba más de un lustro después del Pikes Peak Marathon de Arlene, pero también 40 años más tarde que Maratón Windsor-Londres de Violet Piercy y 50 del Maratón de París de Marie-Louise Ledru.
Encuentra a Arlene Pieper: recompensa de $ 300
Tal y como explica wbur.org, fue entonces cuando la dirección del Pikes Peak empezó a buscar a Arlene, que se había mudado de esta localidad de unos 4.000 habitantes. Nadie sabía dónde estaba y fue pasando el tiempo con varios intentos de búsqueda infructuosos. Ya en 2002, llegaron incluso a contratar un detective privado, pero tampoco dio resultado.
Se acercaba 2009 y el director Ron Ilgen estaba empeñado en reconocer los 50 años de aquella gesta. Ya sin apenas esperanza, decidió publicar un anuncio en el periódico que decía: “Encuentra a Arlene Pieper: recompensa de $300”. Llegó a los ojos de la genealogista Linda Vixie, que investigó hasta dar con su paradero en California. Ella misma la informó de que era la primera mujer en los Estados Unidos en correr un maratón, algo de lo que no era consciente.
Finalmente se realizó el emotivo homenaje. Medio siglo después, Arlene Pieper recuperó el sitio que le corresponde en las historia del running y de las carreras por montaña. Ella no paró de firmar autógrafos, contestar entrevistas a la televisión y dio la salida a los corredores. Desde entonces y hasta su fallecimiento el pasado mes de marzo de 2021, siempre regresó a Manitou Springs para ver a esas corredoras a las que unas décadas antes había abierto el camino.
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