En un momento en el que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) intenta expandirse en el amplio mundo del trail running, la de Skyrunning (ISF) ha decidido mover ficha para reivindicar su espacio dentro del mapa organizativo. Por ello, tras un año de transición, realizará una serie de cambios importantes en sus World Series (SWS) 2019.
La principal modificación será la combinación de sus tres circuitos actuales (Sky, Sky Ultra y Sky Extreme) en uno solo, cuyas carreras tendrán entre 22 y 66 kilómetros y marcado carácter técnico. Además, las SWS repartirán a final de temporada 30.000 euros al mejor skyrunner masculino y femenino, que serán coronados en una gran prueba final.
Este es el resultado de un proceso de reestructuración interna que empezó hace dos años -con la entrada de la empresa SkyMan en las Skyrunner World Series- y que trata de recuperar la esencia del deporte que diseño Marino Giacometti.
“Todo el mundo es campeón del mundo”
Después de consultar con organizadores y corredores, la ISF ha detectado que una de sus principales carencias era la incapacidad para conocer al mejor skyrunner del planeta. Actualmente, los tres circuitos (Sky, Sky Ultra y Sky Extreme) -que fueron 4 en 2016-, y los Campeonatos que la misma federación organiza, coronan a no menos de 9 “campeones del mundo” al año. “Es algo difícil de explicar a la gente que forma parte de este mundillo, muy difícil de entender para el resto, y una queja compartida por muchos de los mejores corredores del planeta, entre ellos Kilian Jornet”, nos explica Albert Jorquera, uno de los responsables de las SWS.
Pero, ¿quién es el mejor del mundo: el que vence en las SkyRace, el de las Ultra o de las Extreme? El nuevo circuito de la ISF encumbrará al deportista más completo; ese que pueda ser competitivo en carreras de 20 km pero también de 60, que se mueva bien por terrenos expuestos, que le haga frente a la altitud y que rinda con frío y con calor. Ese ‘superatleta’ de la montaña será el campeón del mundo de skyrunning de cada temporada.
Además de la general, las nuevas SWS también presentarán un ranquin de 52 semanas, que se irá actualizará con cada nueva carrera, en el que también de las National Series. Los diez primeros de esta clasificación, similar a la que la ATP ofrece en el tenis, contarán con primas de apoyo para viajar y competir en las SWS.
Una vuelta a los orígenes
Podríamos definir al skyrunning como las carreras con grandes desniveles, que salen de un pueblo, llegan a una cima, pasan por terrenos técnicos e inhóspitos y regresan a la civilización. Tras años en los que la propia ISF ha entrado a competir en el mercado de la ultra distancia, cada vez son menos las pruebas que responden a este concepto originario, y ahora lo quieren recuperar. “Buscamos un deporte más atlético y técnico, con carreras más cortas y competidas, en las que no se haga de noche y se pueda correr mucho. Queremos ser el circuito de referencia hasta los 70 kilómetros”, expone Jorquera.
Para ello el nuevo circuito, que arrancará en 2019, contará de entre 15 y 20 carreras que tendrán aproximadamente entre 22 y 66 kilómetros y un marcado carácter técnico.
Adios a las grandes ultras
De esta manera, la ISF reduce de manera importante el número de carreras -22 ha tenido en 2017- y abandona la pelea por las ultras más largas, un terreno en el que la Asociación Internacional del Trail Running (ITRA) –federación que trabaja con la IAAF- está mejor posicionada con el circuito Ultra-Trail World Tour.
Entre las carreras españolas que tradicionalmente han formado parte del circuito, Ultra Pirineu –tal y como se realiza actualmente- sería la principal damnificada, mientras que Transvulcania debería ajustar su recorrido y Zegama seguiría encajando en el perfil. “Al margen de las distancias límite exactas que todavía están por definir –continúa Jorquera-, sí que tenemos claro que los primeros deben tardar menos de 8 horas”.

SkyRace, SuperSky Race y Sky Masters
Entrando en el funcionamiento del nuevo calendario de las SWS, es importante resaltar escalonará sus carreras en tres categorías. Las SkyRace, que entre 10 y 15 pruebas, otorgarán 100 puntos al ganador y repartirán 6.000 euros entre el top10 masculino y femenino. Las SuperSky Race –tipo Grand Slam en tenis- serán cuatro citas de referencia que intentarán reunir al máximo número de corredores de élite. Otorgarán 400 puntos y sumarán 10.000 euros.
Por último, para resolver la competición habrá una gran final, denominada Sky Masters, abierta solo para aquellos atletas que hayan calificado durante la temporada. Aunque los criterios todavía están por cerrar, nos han avanzado que para solo podrán correr aproximadamente los 30 primeros de los dos ránquins de las SWS y aquellos que hayan quedado entre los 7 primeros en alguna de las SuperSky Races y en el top3 de alguna de las SkyRaces. Acudirán por lo tanto los 100-150 mejores corredores y serán decisivas para la clasificación final, por lo que otorgarán la mayor de las puntuaciones –seguramente 500 -.
Unos premios que apuntan a la profesionalización
¿Alguien se acuerda de quién ganó la Copa del Mundo en 2015? Probablemente no, y es que la visibilidad del circuito ha sido más bien reducida en los últimos años, algo que repercute negativamente en el interés de los corredores por el mismo. Todo lo contrario ocurre, por ejemplo, en el Ultra-Trail del Mont Blanc, una carrera que no invierte en atraer corredores de élite, pero en la que todos los gallos quieren participar precisamente por el nivel y proyección que ofrece. Esta es una de las apuestas de futuro de la ISF que se verá materializada en las Sky Masters con una ceremonia de entrega de premios por todo lo alto.
No en vano, en esa velada se repartirá un total de 100.000 € en premios, un 33% más que en años anteriores. El campeón y la campeona se llevarán 15.000€ -sumado a lo que hayan ganado en cada una de las carreras (ver tabla)-, los subcampeones 10.000€ y así hasta los 1.000 € del décimo clasificado (ver tabla).
“Es un gran esfuerzo económico, pero pensamos que es la manera de atraer a los mejores y de reconocer el esfuerzo. Nuestra filosofía es que este deporte se pueda profesionalizar porque así ganaremos todos: corredores, marcas y organizadores”, finaliza Jorquera.