El mundo del deporte despidió el pasado 11 de febrero a la estadounidense Arlene Pieper, una de las grandes pioneras del trail running y, sobre todo, del maratón. Su entrada en meta en Pikes Peak Marathon (Colorado, EE.UU.) en 1959 fue la primera realizada por una mujer en Estados Unidos (y una de las primeras del mundo). De hecho, faltaban todavía ocho años para la famosa gesta de Kathrine Switzer en el Maratón de Boston.
Arlene completó la mítica carrera norteamericana, que consiste en subir y bajar hasta los 4.302 metros de esta cumbre de las Montañas Rocosas, en un tiempo de 9 horas y 16 minutos. Una historia que curiosamente quedó en la sombra durante muchos años, pues nadie dio importancia a aquella gesta. La estadounidense completó el recorrido sin avituallamientos, vestida con una blusa blanca atada en nudo y calzada con unas zapatillas de tenis de una tienda de “todo a 100”. Una indumentaria impensable hoy en día en una carrera de montaña.
Aquella hazaña conseguida por Arlene Pieper en 1959 en la Pikes Peak Marathon pasó desapercibida entonces y no fue hasta 50 años después, en 2009, cuando la norteamericana pudo recibir el merecido reconocimiento por parte de la organización de esta mítica prueba. No fue fácil, ya que para dar con ella el director Ron Ilgen tuvo que publicar un anuncio en el periódico en el que recompensaría a quien encontrara a Arlene con $300. Fue gracias a la genealogista Linda Vixie quien investigó hasta dar con el paradero de la corredora en California.
En aquel momento, Arlene Pieper no era consciente de lo que había conseguido años atrás, siendo la propia Linda la encargada de explicarle su gesta. Y así, finalmente, esta propietaria de un gimnasio pudo recibir el merecido homenaje y recuperar el sitio que le corresponde en la historia de las carreras por montaña.
«Desde entonces apareció en la línea de salida anualmente hasta que viajar se volvió demasiado difícil para ella. Siempre tenía una sonrisa amistosa y una palabra de aliento para todos los que se le acercaban. Su legado inspirará a generaciones de mujeres a abordar su montaña, sea lo que sea. La vamos a extrañar mucho», han publicado desde la carrera.
Ahora el mundo del trail llora la pérdida de una mujer que hizo historia y que será, siempre, una de los grandes referentes de este deporte. Su legado seguirá inspirando a generaciones de mujeres a afrontar sus retos, sea cual sea.
