El número de zapatillas para trail running disponible en el mercado se ha multiplicado en los últimos años. Al creciente número de personas que se enganchan a este deporte se ha unido la llegada de varias marcas que tratan de abrirse hueco en este segmento.
Ante semejante oferta y variedad, elegir la zapatilla más adecuada se ha convertido en un reto en sí mismo. Por eso te ofrecemos 40 consejos e indicaciones que te facilitará seleccionar tu modelo ideal. Eso sí, ten en cuenta un detalle: más que haber buenas y malas zapatillas, hay buenas y malas decisiones a la hora de comprar.
Relativos a la distancia
• Las prestaciones que debes priorizar en una zapatilla si participas en carreras de maratón o de ultra-trail (distancias de 42 kilómetros y superiores) son la amortiguación, la comodidad y la estabilidad. Todo lo demás es secundario.
• El agarre y la tracción son dos características que pierden importancia según aumenta la distancia, pues los ritmos son más bajos cuanto más larga es la carrera y, por lo general, no suele haber un exceso de tramos técnicos. Por eso no conviene decantarse por una suela agresiva para solo unos kilómetros y sacrificar la comodidad el resto de la competición.
Si vas a correr largas distancias en verano o en climas más bien calurosos, evita que la zapatilla presente un exceso de termosellados y protecciones en la parte superior.
Cuantos más materiales y añadidos, menos transpirabilidad. Por supuesto, que tampoco cuente con membranas impermeables.
• Para competiciones de corta distancia busca zapatillas más estrechas, ligeras y bajas. Eso sí, siempre y cuando tengas cierta técnica de carrera, compitas a ritmos alegres (que llegues dentro del primer tercio de clasificados en una prueba) y no seas propenso a las lesiones.
• Si vas a probar con carreras de Kilómetro Vertical (todo el recorrido se presenta con pendiente ascendente), opta por un modelo ligero, flexible y con tracción en la parte delantera de la suela, pues los apoyos que harás durante toda la competición serán con esta zona.
• Es importante para correr distancias largas elegir zapatillas con horma ancha, sobre todo si entrenas y compites en climas que no sean fríos, pues los pies van a dilatarse con el paso de los kilómetros y es importante que los dedos sigan teniendo espacio en la parte delantera. De lo contrario, lo normal es que suframos fricciones y, como consecuencia, ampollas y rozaduras.

Acerca del terreno
• Si corres por zonas embarradas y técnicas (lo habitual en muchos lugares del norte peninsular), es imprescindible que el dibujo de la suela ofrezca cierta agresividad y un taqueado más bien alto a lo largo de toda su superficie.
• En terrenos secos y en buen estado, como pueden ser pistas forestales o senderos de tipo GR, es preferible usar un dibujo de menos altura en la suela para no sentir una excesiva dureza en el momento del impacto.
• Si eres aficionado a las carreras técnicas, también es innegociable que el taqueado sea agresivo, incluida la zona del medio pie, a menudo vaciada para no perjudicar la flexibilidad de la zapatilla.

• Para practicar la modalidad de snowrunning (correr sobre nieve), muy en auge en estos últimos tiempos, necesitarás acoplar a tu zapatilla un crampón de trail. Por lo general cualquier crampón del mercado se adapta bien a las zapatillas existentes en la actualidad.
Para afrontar carreras desérticas, incorpora a tu zapatilla de trail una polaina que te aísle del terreno y evite la entrada de arena al interior por la zona del collarín o la rejilla del upper.
• Si entrenas alternando zonas naturales y de asfalto, elige un modelo híbrido que te permita correr bien en ambas superficies. Hay varios fabricantes que tienen en su gama de zapatillas este tipo de calzado ‘todoterreno’. No es el ideal para el asfalto ni para las zonas de alta montaña, pero cumple con esa versatilidad ante escenarios tan cambiantes.
Componentes y materiales
• Algunos modelos incorporan en su lengüeta un pequeño bolsillo para guardar la lazada sobrante de los cordones. Es un detalle interesante que evitará que llevemos los cordones sueltos y puedan engancharse en raíces o en la vegetación.
Los cordones deben apretarse con firmeza pero no con dureza. Y debemos intentar que exista la misma tensión desde los primeros ojales hasta los últimos, para no desvirtuar el ajuste.
• Fíjate en la cantidad de almohadillado del collarín. Es importante que ofrezca una sensación esponjosa si pretendemos hacer muchos km seguidos con esas zapatillas.
• Revisa cada cierto tiempo los componentes del upper, que con frecuencia son los primeros en sufrir desgaste por el sudor y la arenilla. Puedes aplicar algún pegamento para evitar que sigan deteriorándose.
• Si eres propenso a sufrir molestias en los dedos, cerciórate de que la zapatilla presente protecciones delanteras que refuercen la puntera. Son imprescindibles para no hacernos daño en los pequeños choques contra las rocas del camino.
• Cada cierto tiempo, colocando la zapatilla en una superficie lisa a la altura de nuestros ojos, comprueba que su morfología no está deformándose por tu pisada. De lo contrario, deberás acelerar su proceso de jubilación.
• La mediasuela es realmente el componente clave porque su desgaste es origen de muchas lesiones. Cuando percibas que tu zapatilla ya no te ofrece la misma amortiguación, no te arriesgues y empieza a pensar en adquirir una nueva.
• El Gore-Tex es una membrana impermeable que a la vez permite una transpirabilidad notable. Si vas a correr en climas fríos y carreras con terrenos encharcados, opta por un modelo que lleve esta membrana.

Limpieza y mantenimiento
• No introduzcas jamás tus zapatillas de trail running en la lavadora; frótalas con un paño humedecido (no mojado, sino humedecido) por toda la zona del upper.
• Utiliza un cepillo de dientes viejo y de púas suaves para poder llegar a todos los huecos y rincones de difícil acceso en el que se incrusta la suciedad.
• Extrae la plantilla de la zapatilla y lávala con bicarbonato de sodio o jabón para quitarle los malos olores, evitando así que pierda sus propiedades.
• Para la suela puedes aplicar un chorro de agua sobre el caucho y, después, con un cepillo de púas más rígidas, frota con fuerza para extraer la suciedad del dibujo.
• Tras limpiar tus zapatillas, no las coloques cerca de una fuente de calor (ni junto a la calefacción ni expuestas directamente al sol), ya que las altas temperaturas pueden deteriorar los materiales o deformarlas.
• Trata de guardar las zapatillas en un lugar fresco y aireado, e incluso mantener en su interior el cartoncillo de serie para evitar, en la medida de lo posible, la deformación de su horma.

Tendencias
• En la actualidad el mercado ofrece cada vez zapatillas más altas y “blandas”, modelos que ofrecen la comodidad necesaria para correr en montaña muchas horas.
• No te dejes llevar por las modas del drop bajo o alto; lo importante es que la zapatilla te funcione bien a ti. No por llevar un drop más bajo vas a correr más rápido. En ese aspecto, trata de alejarte del marketing lo máximo posible.
• Un error muy común sigue siendo dejarnos llevar por la estética de la zapatilla. Los colores no van a otorgarte comodidad, ajuste o estabilidad en carrera. No te fijes en eso, sino en sus prestaciones.
• No todas las zapatillas son para todos los corredores. Debemos ser conscientes de que hay modelos fuera de nuestro alcance por las características que presentan y por nuestro perfil como corredores.
• Asistimos a un ‘boom’ de la ligereza en cuanto a material de trail running, también en las zapatillas. No te fijes demasiado en el peso de la zapatilla; a los ritmos a los que corre un atleta aficionado ese ahorro es prácticamente imperceptible y puede suponer una carencia de amortiguación con el paso de los kilómetros.
Consejos generales
La talla de las zapatillas de trail running, por norma general, debe ser medio número más que la talla usada en calzado urbano. El motivo es porque en los descensos en la montaña los dedos tienden a deslizarse unos milímetros en el interior de la zapatilla.
Ten este aspecto en cuenta a la hora de comprar. En la medida de lo posible, trata de probarte una zapatilla antes de comprarla. No todas las marcas tienen los mismos tallajes y es fácil equivocarnos al elegir si no la hemos probado antes.
Además, dentro de una misma marca, dependiendo de la horma y el modelo, nuestra talla podría variar hasta medio número. Los consejos que te den los atletas de alto nivel “cógelos con pinzas”.
Ellos van a ritmos mucho más rápidos y tienen una técnica de carrera mucho más depurada que nosotros. Sus sensaciones y las nuestras con unas mismas zapatillas pueden ser muy diferentes.
Trata de no comprar unidades de segunda mano. Nuestra salud como corredores es una prioridad y las zapatillas son demasiado importantes como para arriesgarnos a usar un modelo que ya presente ciertos vicios adquiridos de otro corredor.
Si bien cada zapatilla tiene una vida útil, a partir de los 600-700 kilómetros debemos revisarlas periódicamente porque el riesgo de desgaste va a ir en aumento.
No experimentes demasiado. Si una marca y un modelo te funciona bien, no pasa nada por repetir zapatilla y asegurase otro buen puñado de kilómetros con un producto que ya conocemos y es fiable para nosotros.
