Segundas partes nunca fueron buenas. Esa frase, tan manida en el mundo del cine, a veces no tiene su correspondencia en otros ámbitos en los que las segundas versiones superan con creces a las primeras. Es el caso de la evolución de la chaqueta de Salomon, la XT II SoftShell, que nace con la misma filosofía pero con un importante avance tecnológico que hace de esta chaqueta una gran opción por su versatilidad y sus óptimas características.
Comenzamos este test con la impresión inicial, la que da la chaqueta una vez está en nuestras manos. La prenda está confeccionada en dos tipos de material, que la dividen en la parte de la espalda y el resto. La parte trasera está hecha en un material más parecido al algodón, mientras que la parte delantera y las mangas están confeccionadas en un material de aspecto más sintético y flexible.
El tacto de ambos tejidos es asombroso; realmente suave y con unos acabados que le otorgan a la prenda una sensación de calidad que es recurrente en los productos de la marca francesa. Asimismo, la chaqueta va desvelando que los detalles son muy importantes para Salomon, y en este caso acaban redondeando un producto de alta calidad.
Llega el momento de ponérsela y ahí es donde la XT II Softshell demuestra todo su potencial; la chaqueta se ajusta al cuerpo de forma totalmente natural; siguiendo las líneas que imperan, se trata de una prenda ajustada, pero que no agobia, por lo que tampoco bailará mucho una vez estemos en plena acción. El bajo es un poco alargado, buscando una mayor protección contra el frío en la baja espalda y en la zona del pubis.
Las mangas, que combinan los dos tipos de tejido con los que está confeccionado el conjunto, acaban con una goma que fija la manga a la muñeca, dando una mayor sensación de estanquidad sin hacer mella en la transpiración. La parte delantera superior de la manga izquierda es el lugar elegido por Salomon para colocar so nombre, confeccionado en material reflectante para otorgarnos mayor visibilidad.
La chaqueta dispone de dos bolsillos frontales que pueden ser cerrados con cremallera; su disposición, quizá un poco más centrada que en otros modelos, hace que el acceso a ellos sea algo más dificultoso, pero gana a la hora de que dan al conjunto un plus de ergonomía que hace que esta prenda pueda ser usada para otras actividades e incluso, debido a su corte, para vestir de forma deportiva.
Una vez corriendo con la prenda, esta XT II Softshell se comporta de maravilla; la chaqueta se ajusta al tronco sin pegarse ni resultar asfixiante. A esto hay que unir que, pese a la ligereza de materiales, es capaz de dar una gran sensación térmica, en parte gracias al tejido de Salomon ClimaWind, con el que se aguantan temperaturas realmente bajas. Eso sí, a veces es necesario empezar a correr unos minutos con frío, pero a poco que nuestro cuerpo empiece a subir de temperatura, la chaqueta consigue mantener sin dificultad una temperatura corporal muy agradable.
En el tema de transpiración, esta XT II no se queda atrás, ya que consigue evacuar nuestro sudor hacia el exterior de forma muy rápida, aunque si la temperatura exterior es algo elevada, comenzaremos a notar un pequeño encharcamiento en la zona de la espalda y en el interior de los codos.
Tras el aspecto térmico y el de transpirabilidad, los dos más importantes en una chaqueta para el trail running, es mmento de entrar en los pequeños detalles de esta XT II Softshell; tras un intenso uso, la chaqueta no presenta ningún signo de desgaste, a pesar de haber atravesado zonas “espinosas” que suelen dejar “carreras” en nuestra ropa deportiva.
El cuello es una parte esencial en esta prenda; éste se ajusta a nuestro cuello y se ciñe a él de una forma que en unos primeros usos puede resultar algo opresiva, pero con los siguientes usos, vemos que proporciona una gran protección en días de viento y que, conforme nos vamos acostumbrando, se hace más y más cómodo, hasta el punto de echar de menos esa compresión en otras chaquetas.
Para que no molesta, Salomon dispone de una pequeña solapa para que la cremallera no entre nunca en contacto con nuestro cuello. Esta cremallera principal tiene un agarre muy grande y cómodo, algo que se echa en falta en las cremalleras de los bolsillos, más difíciles de manipular sobre todo si tenemos las manos frías o llevamos guantes.
Como no se puede tener todo, el punto flaco de una chaqueta cuyo uso es sobre todo en épocas frías es que apenas aguanta la lluvia. En pocos minutos bajo una lluvia leve, la chaqueta se empapa, recogiendo grandes cantidades de agua y mandándolas al interior. Cuando esto pasa, como es natural, la chaqueta se vuelve incómoda, se pega al cuerpo y cuesta correr con ella. Eso sí, puede ser una opción perfecta para salidas primaverales en las que vayamos a alcanzar cotas por encima de los 1.000 metros, en los que el viento rebaja la sensación térmica.
Además, la chaqueta puede resultar algo “pesada” para la competición, que es cuando buscamos las opciones más ligeras. Plegada ocupa un espacio importante, pero también debemos resaltar que es debido a que nos va a dar más opciones de uso que otras chaquetas más ligeras. Asimismo, su vida útil es más larga que los cortavientos menos pesados.
A grandes rasgos, la Salomon XT II Softshell es una chaqueta muy polivalente, que vale para ser usada durante gran parte del año, con una gran capacidad de mantener nuestra temperatura sin perder un ápice de comodidad, apuntalada por el corte ajustado y por la forma de la prenda. Esto la convierte en una herramienta para usar en diferentes disciplinas, no sólo el trail running, sino que la BTT, las marchas de montaña o el montañismo en cotas bajas también pueden ser otros campos de batalla.
