Desde hace tiempo, La Sportiva viene sacando al mercado unos modelos de zapatillas para trail running muy interesantes; utilizando su experiencia en otros deportes de montaña, los italianos rápidamente se situaron entre los corredores como uno de los fabricantes más prestigiosos de calzado deportivo. De cara a esta temporada, desde La Sportiva han apostado por la fusión de dos de sus modelos estrellas: Quatum y C-Lite 2 con un resultado sobresaliente: La Sportiva Q-Lite.
Descripción de la zapatilla
A simple vista, la Q-Lite enamora, con una combinación de colores en verde y morado que, personalmente, nos parece muy acertada. Asimismo, la zapatilla da la sensación de ligereza desde el primer momento, aunque cuando ves el tamaño de la suela sabes que no estás ante unas voladoras, sino ante un calzado que trata de combinar lo mejor de ambos mundos: ligereza, protección y agarre.
La parte superior está fabricada en una sola pieza de tela, la cual viene reforzada con una pieza plástica que arranca desde el chasis y alcanza la parte media, sirviendo también de agarre de los cordones y de estabilizador del pie. La parte delantera es lo más interesante, con una protección muy parecida a los pies de gato, muy ligera pero que, como veremos más adelante, tremendamente eficiente.
La parte de la lengüeta viene protegida por una pieza de tela que impide la entrada de piedras, ramas y otros objetos, mientras que los cordones son clásicos, aunque finos, buscando un buen pinzamiento de los podómetros.
El drop de la zapatilla, un valor que cada vez es más importante para los corredores, es de 8 milímetros, un valor intermedio, aunque tirando más hacia el calzado más clásico (26mm-18mm). La protección trasera es amplia, además de contar con una suela repleta de tacos de gran tamaño, que nos indica que esta zapatilla tiene un objetivo, estabilidad y agarre en los terrenos blandos.
La media suela, bastante prominente en este modelo, viene construida en el tan socorrido material de EVA, con un sistema estabilizador que evita la torsión desmedida de la zapatilla. El material de la suela es FriXion, con tacos “Spike” colocados en diferentes direcciones, destacando los de la parte lateral.
Para la construcción de la zapatilla, desde La Sportiva han apostado por su famoso Ergonomic Construction, utilizado en sus pies de gato, por el cual todo el upper es una sola pieza que se cose en la parte de la suela, lo que ayuda a fijar el pie dentro del calzado sin que se mueva un ápice, algo imprescindible en el mundo de la escalada deportiva y una corriente dentro del running actual.
El interior de la zapatilla también está bastante logrado; cuenta con almohadillado en la zona trasera y en la lengüeta, algo que ayuda a dar una mayor sensación de seguridad y binestar a la hora de correr. La plantilla es de perfil medio, con un mínimo acolchado en la zona del talón, pero con menos protección en la parte delantera.
El resultado es una zapatilla que no alcanza siquiera los 300 gramos, quedándose en cerca de los 290, un peso ajustadísimo que se consigue con una parte superior ligerísima y una parte inferior con gran amortiguación y taqueado. Ahora, llega el momento de ponérselas y correr con ellas.
Prueba de material
El momento de ponérselas es como uno se imagina cuando ve la parte superior de la zapatilla. Se debe apostar por un calcetín de grosor fino, ya que la zapatilla envuelve el pie de forma increíble. Una vez dentro, el pie queda fijado al interior de un modo que no llega a bailar en ningún momento, incluso parece que podrían sobrar los cordones. Una vez atadas, la sensación que dan es de ligereza y, gracias al ajuste, también parece, salvando las distancias, que llevas unas zapatillas medianamente minimalistas, que te dejan colocar el pie exactamente donde quieres hacerlo.
Correr con las Q-Lite es una sensación fantástica. El pie y la zapatilla se convierten en uno solo, haciendo que la impresión de velocidad sea muy elevada para la suela que trae la zapatilla. Los primeros kilómetros con las bambas en los pies son una delicia y en ningún momento se nota molestia ninguna, a pesar de la ajustado que el pie va dentro de la zapatilla. Eso sí, al ser tan ajustadas, la talla cobra especial importancia y es un aspecto a tener muy en cuenta a la hora de la compra.
La protección que ofrece la suela es en todo momento muy efectiva y protege tanto de las vibraciones como de los obstáculos de forma sobresaliente. Su protección delantera, a pesar de parecer algo escasa, demuestra que en La Sportiva saben los que se hacen y el material es resistente, a pesar de ser ligero y maleable. Ese último aspecto se demuestra en que, tras el primer uso, la protección delantera de deforma y coge rápidamente la firma de nuestro pie, algo de agradecer en un calzado ajustado.
Asimismo, la zapatilla se muestra estable en todo momento, sobre todo cuando llegan las zonas blandas; el barro, el césped y los charcos son su hábitat natural y donde las Q Lite dan todo lo que tienen para ofrecer: un gran agarre y una buena ligereza. Correr en terrenos blandos con este modelo es una gozada y el barro y la piedra suela no son un problema para estas zapas.
Por el contrario, y a pesar de su media suela tan ligera, el terreno duro es el hándicap de estas Q Lite. Los kilómetros en asfalto que mucho tenemos que hacer hasta llegar al monte se hacen incómodos debido a su taqueado. Por ello, debemos minimizar al máximo la distancia que hagamos en esta superficie, aunque a veces, incluso en carreras, tenemos que enfrentarnos a algunos kilómetros en carretera.
En mojado, la Q-Lite tiene una superficie que se le resiste sobremanera: la piedra. En piedra mojada, el profuso taqueado deja una zapatilla resbaladiza, que obliga a bajar mucho el ritmo en descensos y a andar con ojo en subidas de roca. Eso sí, con la piedra seca, no hay ningún problema y podemos exprimirlas sin miedo a caídas o resbalones.
En lo que a durabilidad se refiere, tras cerca de 200 kilómetros los tacos de la suela se muestran bastante intactos, algo normal si se tiene en cuenta que su hábitat son los terrenos blandos. La parte superior, aunque se adapta con facilidad al pie, no se deforma más de lo debido, al igual que la tela se muestra resistente y no da señas de haberse rasgado tras un uso en superficies exigentes. Por ello, apostamos que estas Q-Lite dan para muchos kilómetros, lo cual es de agradecer si tenemos en cuenta que llegan hasta los 130 euros en su precio más común.
El agua será una compañera habitual de este modelo, y desde La Sportiva han conseguido una zapatilla que desaloja el agua de forma sorprendente. Aunque se hunda el pie en un charco, nunca da la sensación de ir encharcado. El ajuste de la zapatilla ayuda a que no entre mucha agua y la que llega a entrar sale empujada rápidamente. En unos pasos ni nos acordamos que acabamos de meter el pie por completo en el agua.
En general, las zapatillas La Sportiva Q Lite son un modelo híbrido que consigue trasladar a un solo modelo las bondades de dos modelos que con el tiempo se han mostrado muy eficientes. Su ligereza y su amortiguación se entremezclan de forma sobresaliente, para dar un conjunto muy equilibrado, a lo que se añade una gran estabilidad y una sensación cercana a las zapatillas más ligeras, con la salvedad de los problemas en ciertos terrenos, como la piedra mojada.
Las Q Lite son una joya para distancias medias y cortas en terrenos técnicos y no tan técnicos, mostrándose adecuada para una gran variedad de situaciones. Si a esto unimos su gran durabilidad, este modelo puede ser una gran apuesta para acumular kilómetros tanto en entrenamiento como en competición.
