No corren buenos tiempos para la lírica, tampoco en el pequeño mundo del esquí de montaña. Un deporte que se ha ido creciendo con el foco puesto en el rendimiento atlético y en la accesibilidad, mientras dejaba a un lado aspectos que le hacían único, como el compromiso con la montaña invernal o el concepto de cordada. Es el precio que hay que pagar por intentar entrar en los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, todavía quedan pruebas como las de antes donde el nombre de esquí-alpinismo sigue cobrando sentido. Pruebas para montañeros con bagaje, que destilan la pureza, la pasión y el riesgo de aquellos comienzos. Y en la cúspide de ellas está la Pierra Menta. La conocida como “el Tour de Francia del skimo”, en Arêches-Beaufort (Savoie), cuenta ya con 33 ediciones a sus espaldas. Eso sí manteniendo el formato que le vio nacer en 1985.
La dificultad es el sello distintivo de esta maratón de las cimas, que requiere un fondo inquebrantable en el ascenso, pero también una técnica infalible en el descenso. El recorrido está jalonado por pendientes empinadas, subidas a lo largo de abruptos corredores, con aristas vertiginosas y escarpadas y bajadas especialmente arduas. Durante cuatro días y en cuatro etapas, más de 600 corredores se enfrentan, en equipos de dos esquiadores, en el ascenso de los más de 10.000 metros de desnivel positivo.
Pero si algo llama la atención de la Pierra Menta es su atmósfera. Y en eso, miles de espectadores, que suben cargados con sus campanas, acordeones y trompetas al icónico Grand Mont (2.686 m), tienen la culpa. Un evento popular donde terminar es una proeza, pero que también atrae a los más competitivos esquiadores del panorama internacional.
Por cuarto año, la prueba gala formar forma parte la Grande Course, la competición internacional bianual iniciada en 2013 que engloba las seis mayores carreras de esquí de travesía del mundo: la Pierra Menta (Francia), el Adamello Ski Raid (Italia), el Trofeo Mezzalama (Italia), el Tour del Rutor (Italia), la Patrouille des Glaciers (Suiza) y el Open-Altitoy Ternua (Francia).