Se acabó lo que se daba. Fin de curso invernal para nuestros dos mejores esquiadores de montaña, Kilian Jornet y Mireia Miró, que afrontan este fin de semana la última prueba de la temporada, toda una Patrouille des Glaciers, una de las carreras más clásicas de la disciplina junto a la Pierra Menta y la Mezzalama.
Dos son los títulos que quedan en juego; además de la propia victoria en la carrera, la prueba creada por el ejército suizo es la última que puntúa de cara a la Grande Course, una competición de dos años formada por seis carreras. La Patrouille es la última de ellas, por lo que decidirá a los nuevos campeones del prestigioso circuito internacional.
De forma diferente encaran Jornet y Miró esta última prueba, consecuencia de dos temporadas encontradas, en el que la sombra de la lesión de rodilla ha perseguido durante meses a la catalana, mientras el de La Cerdanya ha vuelto a vivir unos meses de ensueño, compaginando victorias con proyectos más personales, como correr la Pierra Menta junto a su gran amigo Marc Pinsach.
La Copa del Mundo ya está en su bolsillo, con lo que en cuestión de títulos, Jornet ya tiene la temporada amortizada; aun así, la Patrouille des Glaciers supone un desafío en sí misma y lo hará haciendo equipo con William bon Mardion y Matheo Jacquemond. Además, los que previsiblemente iban a ser uno de sus mayores rivales, la pareja de italianos Matteo Eydallin y Manfred Reichegger, no participará.
A falta de la disputa de esta prueba, Kilian es en estos momentos el cuarto clasificado, con un total de 600 puntos, mientras que el líder de la general en la Grande Course es el francés William Bon Mardion, con 729, por lo que la victoria en el circuito no es posible, pero sí finalizar entre los tres primeros.
Por su parte, Mireia Miró afronta esta Patrouille tras una temporada en la que una lesión de rodilla no le ha dejado rendir al 100%. Esto, unido a una Laetitia Roux que ha completado un año de escándalo, ha hecho que Miró no haya podido reeditar la victoria en la Copa del Mundo y tampoco haya saboreado el aroma a oro en los europeos.
A pesar de ello, Mireia afronta esta carrera con muchas garantías, toda vez que forma equipo con la propia Roux y con la suiza Severine Pont. Las tres formarán el equipo más fuerte de la competición y será difícil que se les pueda escapar la victoria en la Grande Course.
Y es que tanto Miró como Roux han competido en las anteriores cinco pruebas en el mismo equipo, lo que les ha hecho llegar con el mismo número de puntos a la cita final. Sus principales rivales serán, como no, el dúo italiano formado por Francesca Martinelli y Roberta Pedranzini, inseparables como la pareja hispano-francesa.
La ventaja es mínima para Roux y Miró, que suman el mismo número de puntos, 785, mientras que la dupla transalpina tiene en el saco 770, por lo que quien se lleve la victoria en Suiza, se llevará el triunfo en la mítica Grande Course.
Por tanto, la prueba será el escenario perfecto para el desenlace de una película de tensión y misterio como será la Patrouille, que, con unos ingredientes de 53 kilómetros, más de 4.000 metros de ascensiones y las zonas más míticas de los Alpes suizos, será la que decida quién saca la mejor de las notas en este fin de curso.