La historia de la humanidad está llena de serendipias; algunos de los más importantes descubrimientos se produjeron por una deliciosa e improbable casualidad. Colón llegó a América buscando un camino a las Indias. Fleming descubrió la penicilina tras una contaminación de un cultivo de bacterias.
De una forma similar, Gordy Ainsleigh creó, sin querer, la primera carrera del ultra trail moderno. La historia, ya famosa, comenzó con un problema con su caballo con el que pretendía completar una carrera de 100 millas. Al final, acabó creando la Western States, un mito de la ultradistancia que vive sus mejores momentos.
Y es que a día de hoy, la prueba californiana es una de esas pruebas que aparece en la lista de cualquier corredor de ultras. Sus 100 millas, pistas corribles, partes más técnicas, la historia minera detrás del recorrido… Todo ha contribuido a crear ese aura de misticismo de la que sólo la Western States puede presumir.
Desde aquella aventura de Gordy Ainsleigh en el año 1974, la prueba ha evolucionado mucho, si bien no ha sido hasta la última década en la que se ha acabado por convertir en un fenómeno global, gracias a la mayor visibilidad y a la presencia de cada vez más corredores internacionales que hacen que cada vez más ojos estén pendientes del último fin de semana del mes de junio para saber qué ocurre en Squaw Valley.
En más de cuatro décadas, la prueba ha vivido momentos de estancamiento, en el que no dejaba de ser una prueba de ámbito nacional, en el que no participaban corredores de otros países, a tener una lista de espera de cientos de corredores de todos los rincones del planeta.
El gran punto de inflexión de cara a Europa fue la participación de Kilian Jornet en 2010. Por aquel entonces, Jornet ya era conocido en nuestro país y había ganado grandes pruebas, pero en Estados Unidos no creían que ese chaval con cara de niño pudiera ser tan bueno como decían los aficionados del viejo continente.
No ganó, pero ya dejó claro que estaba al nivel de los mejores corredores yanquis. Al año siguiente regresó y se llevó la victoria con claridad. Desde entonces, también en Estados Unidos reconocen a Kilian Jornet como el mejor corredor de ultradistancia del mundo.
369, el número mágico
Ese número es la cantidad de dorsales que compiten cada año en la Western States, ni uno más. La legislación de Parques Naturales casi acaba con la prueba en el año 1983, pero la historia de la prueba consiguió convencer a la administración de que era un evento que enriquecía al estado de California. Como medida de protección, se impuso un límite de participantes que coincidía con los que habían tomado la salida el año anterior a la creación del Parque Natural.
En 2016, la organización recibió 3.510 solicitudes para lograr un dorsal. Apenas 10 años antes, esa cifra apenas superaba las 800 peticiones, lo que da una idea del nivel de crecimiento que ha experimentado la carrera en los últimos años. Desde la primera participación de Kilian Jornet, se ha doblado el interés por conseguir un dorsal para la Western.
En estos años, la Western ha seguido evolucionando: forma parte del circuito Ultra Trail World Tour, uno de los más importantes de la larga distancia por montaña, y en poco tiempo será el primer ultra cuyo recorrido será accesible de forma íntegra desde Google Street View. Y es que la modernidad y lo clásico, en este caso, se dan la mano.
En fin, que la Western States regresa un año más, a finales del mes de junio, para volver a celebrar no sólo una carrera, sino un nuevo ciclo de vida de un símbolo para un deporte que vive sus mejores momentos. Porque la Western States no es una carrera cualquiera, es la carrera, la carrera que lo empezó todo.
