“Para un corredor de élite, acabar el UTMB es fácil. Lo difícil es ganarla o ir deprisa”. Con ese ánimo enfrenta Kilian Jornet una de las carreras más destacadas del año, que en esta ocasión tiene el aliciente de concentrar a los mejores.
“Normalmente, en una ultra trail sabes que estás entre el par de personas que se van a disputar la victoria. Pero en esta ocasión resulta que hay diez, y eso es lo que realmente nos gusta cuando competimos: la batalla, la concurrencia, el juego. Eso es lo que nos motiva”. Así pues, cuando cambiaron los planes de su expedición al Everest a principios de verano y vio que la UTMB podía tener un hueco en su agenda, no se lo pensó demasiado, ha explicado en la rueda de prensa.
“La parte buena del mal tiempo es que puedes ser menos conservador»
Muchas de las preguntas apuntaban hacia uno de los temas de este verano, las irresponsabilidades en la montaña por imitar a ídolos como él, a lo que contestaba así: “Lo que la gente recuerda es la montaña, pero no lo que explicas detrás: que he subido muchas veces el Mont Blanc, por ejemplo; que la primera vez fue con mis padres, luego con los amigos; que cada vez lo he hecho con un tipo de material según las condiciones. Pero la gente solo recuerda que la última vez fue así o asá”.
El tiempo para la UTMB se espera malo, por eso Kilian cree que será una prueba “muy de estrategia”. él ha esbozado la suya: “La parte buena del mal tiempo es que puedes ser menos conservador. Yo sufro mucho con el calor y con el mal tiempo sé que puedo hacer esfuerzos más grandes sabiendo que recuperaré mejor. También es verdad que todo dependerá de la gente. La cosa es salir, ver cómo estás y observar si los otros van muy rápido, porque no me gusta quedarme muy atrás”.