Las previsiones se cumplieron en el 2KV Collarada, tanto en cuanto a la meteorología, como en la cuestión deportiva. Un sol inmisericorde golpeo sobre los participantes y aficionados de esta emblemática carrera, que desde Villanúa (Huesca) alcanza la cumbre del pico Collarada (2.886 m), techo de La Jacetania.
El calor no pudo, sin embargo, con el espectáculo de un evento que regresaba tras dos años de parón por la pandemia de COVID-19. Tampoco amilanó a los grandes favoritos que se consagraron en las dos modalidades disputadas: Puyar y Baxar, en la que vencieron Miguel Caballero y Maite Maiora, y Puyar nomás, con triunfo para Antonio Alcalde y Laiane Arrospide.
El director de la espectacular carrera, Anchel Terrén, lo había dicho en los días previos: “Sólo me quedo tranquilo cuando todos, participantes y voluntarios, regresan a Villanúa salvos y sanos”. Y este domingo, excepto algunas lesiones leves, algunos pies en carne viva y muchos dolores musculares, todos volvieron a la localidad pirenaica y celebraron la que se ha convertido por derecho propio en una de las ediciones más duras, dramáticas y épicas de los diez años de historia de la 2KV Collarada. Pero el dolor y el sufrimiento son elementos intrínsecos al único doble kilómetro vertical de ascenso y descenso de España y uno de los pocos existentes en Europa. Así es que al final todo fue una fiesta y Collarada un testigo silencioso pero insobornable de una carrera que cada año gana más adeptos y emoción.
Puyar y Baxar
Anchel Terrén también había asegurado en las horas previas que había dos favoritos indiscutibles en la modalidad Puyar y Baxar, la más dura de las dos que se celebran, pues no solo sube hasta este coloso calcáreo del Pirineo, sino que también tiene que bajar. Eran Miguel Caballero, del club de montaña de la Guardia Civil y Maite Maiora, la campeona del mundo de Ultratrail el pasado año en Vall de Boi. Y Terrén, que lo conoce todo en el mundo de las carreras extremas, no se equivocó.
La vasca, que había sido duda hasta última hora por una lesión, no tuvo rival y con un tiempo de 2 horas, 44 minutos y 29 segundos logró el primer puesto en la categoría femenina, aunque lejos del récord de la prueba que ella misma ostenta desde 2018 (2:34:20). En la línea de meta, reconoció que se había sentido mejor de lo esperado y que el calor, aunque intenso, no les afectó de manera tan agresiva a los que cubrieron con más rapidez los 17 km del recorrido (8,5 km de subida y otros tantos de bajada). Cuarto triunfo para la de Mendaro (Guipuzcoa) que ya se coronó en 2013, 2018 y 2019.

En la categoría de hombres, Miguel Caballero, que venía de ganar recientemente La Boca del Infierno y se encuentra en un momento fantástico de forma, cumplió con todos los pronósticos y ganó por primera vez en su vida la carrera de Villanúa, aunque para ello tuvo que emplearse a fondo. El veterano corredor sintió el empuje de las nuevas generaciones, en especial de Raúl Criado, que le puso las cosas muy difíciles en el primer tramo de la carrera. De hecho, en el refugio de La Trapa, antes del paso final de ascensión a la cima de Collarada, fue quien llegó primero con apenas un segundo de distancia sobre Caballero.
El miembro de la Guardia Civil sabía que tenía que llegar arriba con al menos 3 minutos de diferencia sobre Criado para cubrir el descenso con garantías. Y en ese terreno, el más duro, que va desde los 1.720 m de altitud del refugio hasta la cima (2.886 m), el madrileño residente en Jaca le metió más de 6 minutos, suficientes para alcanzar el triunfo en Villanúa. En la meta logró un registro de 2 horas, 9 minutos y 25 segundos, mientras que Criado, que sufrió un accidente bajando y se lastimó la mano, llegó con 2:10:56.
Caballero aseguró en la meta que su estrategia era clara: “Apretar a partir de La Trapa para sacar la renta suficiente en la cima porque en la bajada me lo iba a quitar todo o casi todo”. Y Criado, con la caída incluida, estuvo a punto de anularle en el descenso la holgada ventaja que la había sacado en la cumbre. “Estoy contento de haber podido ganar, por fin, esta carrera que tenía fijada entre mis objetivos desde hace tiempo”, señaló al final.

Puyar no más, única en su especie
En la modalidad de Puyar Nomás, el ganador masculino fue Antonio Alcalde, con un tiempo de 1 hora, 26 minutos y 23 segundos, algo más de 2 minutos por encima del récord de la prueba, logrado por Ferran Teixidor en 2015. Alcalde se mostró feliz en cumbre de Collarada, al igual que Laiane Arrospide, que llegó primera en la categoría absoluta de mujeres con un tiempo de 2 horas y 5 segundos, lejos de la marca de Virginia Pérez (1:42:19).
Anchel Terrén, director de la prueba, estaba exultante al acabar la jornada: “Todas las carreras de montaña son duras y exigentes, pero esta en especial, así es que es toda una felicidad ver que todo ha salido perfecto y que las participantes, salvo algunos incidentes pequeños, han llegado bien a la meta y todos han disfrutado”, indicó.
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