El pasado sábado Camille Herron batió el récord de las 100 millas en la Tunnel Hill 100, dejándolo en 12h42m. No era la primera vez que la carrera de Vienna (Illinois) acogía un hecho similar. Mike Bialick estableció allí la mejor marca sobre un sendero (trail) de 2015, con 12h52m, y el año anterior fue la atleta Tracy Falbo quien escribió su nombre en el libro de los récords con el récord mundial de las 100 millas (trail), con 14h45m.
¿Pero por qué esta carrera es el escenario de tantas hazañas? En primer lugar, como ocurre en el Kilómetro Vertical de Fully, tiene un recorrido ideal para el máximo rendimiento. “Cuando vivía en las cercanías de Paducah (Kentucky), pasaba muchos días sobre los senderos de Tunnel Hill. Me fascinaron los vagones viejos del tren, su magnífico paisaje y, sobre todo, el túnel oscuro y fresco”, explica su director Steve Durbin, a lo que añade: “Tras completar mi primera carrera de 100 millas en 2004, comencé a pensar en alojar allí una carrera. Tardé muchos años, pero en 2014 hicimos la primera. ¡Qué rápida es!”
Y tanto que lo era. El Tunnel Hill State Trail, el camino que ha quedado tras el abandono de la infraestructura ferroviaria, lo tiene todo para prometer un avance fluido. Es plano, con menos de 100 metros de desnivel en sus 50 millas de recorrido y una pendiente máxima del 2%, pisa sobre un terreno firme de pequeñas piedras calizas, que permite correr sin problemas por la noche, y cuenta con largas secciones en las que dejarse llevar. La elección de la fecha, a mediados de noviembre, cuando las temperaturas son más agradables, tampoco era casual.
Por otro lado, es una carrera certificada por la USATF, el organismo nacional estadounidense que dirige las pruebas de atletismo, cros y asfalto. Por este motivo se rige por sus reglas, como la prohibición de recibir asistencia fuera de las áreas designadas o de la ayuda de pacers. Esta certificación que se añade a la de la IAAF, implica también controles antidopaje -al contrario que en del La Fully- después de la carrera.
Por si faltaran atractivos, la organización de Steve Durbin premia desde 2017 con 1.500 dólares el récord de las 100 millas, y con 750 el de la modalidad corta de 50 millas. Un botín al que hay que sumarle, como hizo Herron, 1.000 dólares más si se rompe también el mejor crono americano. ¿Será esto suficiente para que otros élite internacionales se fijen en la Tunnel Hill 100?
