Están imparables. Esta edición de la Gore-Tex Transalpine Run está siendo una auténtica masacre producida por la pareja formada por Iker Karrera y Philipp Reiter que, tras ser segundos en la jornada que abría la competición, no han dejado ni las migas para el resto de competidores, sumando victoria de etapa tras victoria.
En este quinto parcial, de 32,8 kilómetros de longitud y 1.821 metros de desnivel positivo acumulado, el dúo hispano-alemán ha puesto todavía más tierra de por medio con sus principales perseguidores, los teutones Florian Holzinger y Volkma Rolfes, que llegaron a la meta con un retraso de nueve minutos y medio con respecto a los líderes, mientras que los terceros en la general “pincharon” y acabaron la etapa en sexto lugar.
De este modo, Iker Karrera y Philipp Reiter afrontan las tres últimas etapas de competición con un holgado colchón sobre Florian Holzinger y Volkma Rolfes, que ahora llega hasta la hora y 14 minutos de ventaja. Los terceros en la general provisional, los austriacos Gerhard Russegger y Marku Frickh, están a más de dos horas y 20 minutos de los líderes. Salvo algún imprevisto, la Transalpine Run 2012 debería ser para Karrera y Reiter.
Donde están las cosas mucho más interesantes, y también con españoles de por medio, es en la categoría de parejas mixtas, donde tenemos a Chemari Bustillo y Nuria Domínguez dando mucha guerra.
Y es que Bustillo y Domínguez, que llevaban dos etapas como líderes de la clasificación general provisional, perdieron ese liderato tras la disputa del cuarto parcial por apenas un par de minutos y a favor de la pareja italiana formada por Irene Senfter y Stefa Tschurtschenthaler, pero los españoles han vuelto a revertir la situación en el quinto parcial, en el que se han impuesto a los transalpinos.
En este parcial, Bustillo y Domínguez han conseguido no solo recortar la desventaja que tenán con respecto a ellos, sino que además, gracias a la ventaja que consiguieron de más de cho minutos, les ha servido para ponerse nuevamente en lo más alto de la general provisional a falta de tres etapas.
La sexta etapa de la Transalpine Run volverá a discurrir por entero en suelo italiano entre las localidades de Sand in Taufers y St. Vigil; este parcial tiene una longitud de 38,5 kilómetros en los que también se deberá hacer frente a 2.289 metros de desnivel positivo acumulado.
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