Son las 6:00 de la mañana, suena el despertador. Lavado del gato, últimos preparativos y a dejar el bolsón en la recepción del hotel. Desayuno apetitoso, el primer día, monótono y aburrido los siguientes. Si la salida está cerca paseíto mañanero hasta el punto acordado y si no hay que pillar el bus que mueve a todos los corredores. Esto si estas alojado en hotel, hay otros que están en el “Camp”, grandes pabellones deportivos que están mas cerca de todo el montaje pero con menos comodidades.
Empieza la batalla sobre las 8:00 y normalmente hasta las 17:30 es el margen para terminar la etapa, eso si has pasado los controles horarios intermedios en hora. Llegas y el cielo abre sus puertas. En meta hay un ambientazo tremendo cada día. Los sponsors de la carrera ofrecen comida, bebida (cerveza para dar y tomar), productos energéticos. Música y los speaker ambientando. Con la cara todavía llena de chorretones de sudor empieza el rollito velcro.
Uno con otro comentando el día, la subida infernal del principio, la bajada de las cuerdas fijas, el tramo de asfalto del final, las vacas que no dejaban pasar. Conversaciones divertidas. No tanto otras que hablan de lesiones y momentos difíciles por el agotamiento o porque han tenido que abandonar. Es una especie de puesta en común. Algo así como el Facebook pero cara a cara.
Sin darte cuenta, la unión entre los equipos que hemos navegado juntos se estrecha. Cada uno tiene su grupeta con la que casi todos los días coincides. Si el idioma no es una barrera compartes más que si es solo chapurreo, pero aun así hay gestos que no entienden de fronteras.
Llegan las 18:00 y a la Pasta Party. No terminamos de pillar el horario de lo que en mi pueblo es la merienda y que aquí es la cena. A las 19:00, apurando los últimos macarrones o con el pastelillo en las manos empieza la ceremonia de entrega de premios del día de todas las categorías. Sin tiempo que perder Wolfy, el director de carrera, ofrece todos los pormenores de la etapa siguiente. Oriol nos traduce al español y da las últimas instrucciones logísticas.
Llega el momento más emocionante, las fotos y el video de la jornada. Sensacional cobertura con excelentes fotógrafos y cámaras que con su buen trabajo transmiten de forma espléndida mil y un detalles de la etapa. Todos a la cama, a eso de las 21:00 ya puedes cerrar los ojos, el cansancio pronto nos lleva a dormir a pierna suelta.
Llevamos unos días de carrera muy intensos. Nos dicen que estamos haciéndolo muy emocionante porque mantenemos una lucha cuerpo a cuerpo con la pareja italiana por la victoria. Con continuos cambios de liderato. Desde dentro, Nuria y yo sufrimos una pelea muy estresante. Hemos comprobado que son muy fuertes en terrenos llanos y subidas suaves, corren que se las pelan. Nosotros nos movemos mejor en terrenos técnicos, sobre todo en las bajadas. Pero para bajar rápido hay que llegar fresco arriba y a veces llegamos tostados. En las dos últimas etapas nos ha sorprendido la marcha que llevan y la continuidad que dan a los cambios de ritmo. Hasta el punto de perderlos de vista.
Por eso hemos puesto toda nuestra energía en mantener una velocidad de crucero y pasar los tramos técnicos todo lo rápido que podamos. Así hasta hoy, séptima y penúltima etapa pero no hemos sido capaces de recortar diferencias. Mañana gastaremos la poca energía que nos queda y pondremos todo nuestro empeño intentándolo por última vez.
Chemari Bustillo