Ni el COVID-19 consiguió parar a la Spain Backyard Ultra, una de las pocas pruebas que se celebraron en Galicia una vez declarada la pandemia en 2020, y que además lo hizo por partida doble con el campeonato mundial de esta especialidad. «La carrera sin final» de Castro Caldelas (Orense), incluido en la lista de los Pueblos más Bonitos de España, volverá a su esencia el próximo 25 de septiembre, con salida y llegada de cada loop desde el patio de armas del Castillo de la localidad orensana.
El primer paso será la apertura de inscripciones, el próximo 26 de marzo, para sus 130 plazas disponibles. Si en esta atípica prueba no gana el más rápido, para conseguir dorsal sí hay que serlo, ya que el año pasado se completó en menos de dos días. “El interés desde entonces no para de crecer, así que imaginamos que este 2021 puede ser todavía más rápido”, explican desde la organización.
Como muchos sabréis, el formato Backyard Ultra consiste en recorrer bucles de 6,7 km el mayor número de veces posible, con salidas cada hora. En el caso de la que por el momento es la única versión española del evento, el trazado discurre por caminos de bosques de robles y castaños entre otras especies, en un enclave excepcional como son los Cañones del Río Sil en la Ribeira Sacra, la división natural entre Lugo y Ourense. Ello le confiere uno de los desniveles más altos de las casi 200 backyards que ya existen actualmente en todo el mundo. Pero sus 240 m positivos no fueron suficientes para que en la segunda edición se consiguieran 9 vueltas más que en la primera, llegando Dani Corvo hasta la 32 con casi 215 km -empujado por el también gallego Gonzalo Novoa (31)-. En la edición inaugural había ganado Simon Gfeller con 154 km.

Como decíamos, en 2020 hubo ración doble de Backyard. Y es que el 17 de octubre, tan sólo tres semanas después de la Spain Backyard, Castro Caldelas representaba a España en una carrera sincronizada con otros 20 países, con una selección de 15 corredores, tal y como había marcado su creador Lazarus Lake para esta edición especial de su Big Dog Backyard. Lo que iba a ser una competición local sin vencedores extranjeros en EE.UU. debido al covid-19, se convirtió en un experimento de tal éxito que acabaría decidiendo instaurarlo cada 2 años intercalado con la prueba original en Tennessee (EE.UU.).
Hasta allí, hasta el patio trasero de Laz se desplazarán este año el propio Dani Corvo, que ganó su pase en la prueba española, y Jorge García, el componente del equipo español que más vueltas consiguió en la edición internacional sincronizada con 36 y 241 km -de nuevo empujado por Gonzalo Novoa que superaba en 4 sus bucles de tres semanas antes-.
Esta es una de las características raras de esta prueba, o sello de su creador Gary Cantrell, el ganador sólo puede completar una vuelta más que el último eliminado, al que consideramos segundo. Aunque pueda realizar muchas más, sólo cuenta una, y si por el contrario, no es capaz de completar en una hora esos 6,7 km como último hombre en pie, la prueba queda sin vencedor.

Este año, como novedad principal, habrá competición por equipos en la Spain Backyard, cada 4 corredores podrán agruparse y sumar sus loops para ser el cuarteto vencedor. Habrá alguna sorpresa más si el COVID-19 lo permite, gastronómica como no podía ser de otra manera en una prueba gallega. Y como el año pasado los participantes pueden conseguir de 1 a 6 puntos ITRA/UTMB en función del número de vueltas completadas.