La Epic Camí de Cavalls 360° no es una carrera más. En primer lugar, porque se trata de una prueba por etapas o, mejor dicho, de una experiencia deportiva de varias jornadas. Es curioso ver cómo los que se saludan como unos completos desconocidos en el briefing inicial, se despiden como amigos de toda la vida tres días después. Como en Gran Hermano, todo se magnifica.
En segundo, porque, aunque este año por primera vez también se ofrecerá un formato individual, se compite por parejas. Obviamente esto es una apuesta arriesgada y poco recomendable para matrimonios en vías –reconocidas o no- de divorcio, pero en general supone una vivencia intensa que dejará un gran poso en el corazón de ambos. Y es que en un deporte a priori tan solitario, ¿qué más se puede pedir que un compañero de fatigas en el que apoyarse en los momentos de flaqueza?
En tercero, porque discurre por un paraje natural extraordinario como es la costa menorquina. Todos habréis visto imágenes de sus aguas turquesa, de sus atardeceres rojos, de sus feroces acantilados o de sus entrañables faros. No engañan, Menorca es así de seductora.
Con estas condiciones, es fácil pensar que en la Epic Camí de Cavalls 360° ofrece el ambiente perfecto para vivir de pleno lo que significa una carrera por montaña. Pero os diremos más, allí hemos visto momentos entrañables, experiencias que solo son posibles gracias a la magia de una carrera en la que se cuidan todos los detalles.
Equipo Loleta, los últimos serán los primeros
La célebre expresión se cumplió en la edición de 2015. Los catalanes Jordi Baget y Aurea Pascual se inscribieron a la carrera sin apenas preparación. Amantes del senderismo, pensaron que era una buena idea apuntarse a esta aventura de 3 días en la isla para celebrar que ella había superado un cáncer de mama. Sin embargo, cada día llegaban los últimos. Y, aunque ellos no pensaban en la competición, el peso de los kilómetros iba poco a poco haciendo huella en la pareja.
En una situación antagónica se encontraban los fortísimos Miquel Capó y Moisés García. Tras las dos primeras etapas en las que habían afianzado su liderato, se enteraron de la historia de Jordi y Aurea. En un gesto que dice mucho de su calidad humana, decidieron cederles el dorsal para la jornada final.
Pero el equipo Loleta no solo portó el dorsal de “leader” de la Epic Camí de Cavalls 360°, sino que realmente lo fue. Durante los 3 primeros kilómetros del último día, el resto de participantes decidió concederles este privilegio, dibujando un precioso momento en el que todos compartieron la alegría frente a la enfermedad vencida.
Equipo Txalategi, mi carrera es también tuya
Roberto Garay e Isusko Barrenetxea son dos vascos enamorados de Menorca, dos personas abiertas y alegres que desde que conocieron la carrera entraron en perfecta sintonía con su espíritu. Además de ello, son dos grandísimos corredores, como demostraron con su incontestable victoria en la edición de 2017.
Al año siguiente no pudieron repetir en lo más alto del podio, se quedaron un peldaño más abajo, pero eso no fue para ellos ningún tipo de fracaso. Todo lo contrario. Para ellos lo importante era rodar juntos, disfrutar de un entorno tan maravilloso y, sobre todo, compartir su experiencia con el resto de compañeros.
Por eso, Isusko no dudó en idear una gran sorpresa, en colaboración también con la organización. Cuando cruzaron la meta, ‘Rober’ recibió de manos del speaker un regalo. Era un muñeco de un bombero, su profesión, con un niño en brazos. Era la manera de decirle que iba a ser padre, un sueño que llevaban mucho tiempo persiguiendo.