Silvia Ainhoa Trigueros Garrote rubricó la semana pasada su mejor temporada como corredora por montaña con una incontestable victoria en el Tor des Géants. Lo hizo además batiendo el récord con 85h23’ y cruzando en la sexta posición general la meta de Courmayeur (Italia), tras dominar de cabo a rabo los 330 km y 25.000 m positivos de su recorrido.
No era su primer gran triunfo en este 2019. Ya lo había hecho en otra decena de plazas, incluyendo algunas tan renombradas como la Travesera Integral de Picos de Europa o la Ronda dels Cims. Sin embargo, el del TDG ha sido de todos el más importante, tanto por el alto nivel deportivo como por cerrar un ciclo en la vida de la atleta. En los últimas cuatro temporadas ha sido uno de los principales objetivos de la de Abadiño (Vizcaya). Ha sido la carrera que le ha hecho soñar y mantenerse en vela, que le ha hecho esforzarse hasta la extenuación y que le ha dado fuerzas para continuar cuando las cosas no iban demasiado bien.
Por méritos propios, la vasca se ha convertido en una de las grandes ‘mujeres TOR’. Su palmarés allí cuenta con una quinta plaza (2016), una segunda (2017) y dos victorias (2018 y 2019), lo que la iguala con las otras tres mujeres más laureadas del evento: Lisa Borzani, Francesca Canepa y Annemaria Gross.
Todavía es pronto para saber si regresará a la emblemática prueba del valle de Aosta. Ahora mismo sus planes pasan por descansar e imaginar lugares y carreras nuevas.
“Hay mucho esfuerzo detrás, pero no hay que volverse loco; es tan solo una carrera”
Hola Silvia, ¿cómo estás
después de una carrera de casi 4 días?
Mejor de lo que pensaba. Al cruzar la meta me sentía muy cansada e intenté
dormir, pero solo pude hacerlo un par de horas. Desde hace tiempo arrastro
problemas con el sueño y me cuesta ir recuperándolo. Como suelo decir, esta es
la segunda parte de la carrera.
A nivel emocional
estarás pletórica, supongo.
Todavía estoy asimilando lo que ha pasado. Es fácil subirte un poco a las
nubes después de una vivencia y de todas las felicitaciones que recibes, pero
tengo la suerte de que mi entorno cercano me hace tocar con los pies en suelo.
Es cierto que hay mucho esfuerzo detrás, pero no hay que volverse loco; es tan
solo una carrera.
“Este año había mucho nivel femenino y el riesgo era salir demasiado rápido”
Has bajado en 2 horas
y 27 minutos tu mejor tiempo. Imagino que venías mejor preparada que nunca.
No lo sé. En la Ronda dels Cims ya vi que estaba muy fuerte, aunque tenía
ciertas dudas de llegar al Tor pasada de kilómetros. El mes de agosto fue un
poco caótico con las vacaciones y los horarios con los niños, pues mi marido
trabajaba, y se complicó un poco. De lo que sí que estoy segura es de que hice
todo lo que estaba en mi mano.
Durante la carrera,
enseguida marcaste una diferencia importante con tus perseguidoras. ¿Lo tenías
todo controlado?
Durante el previo de la carrera me mentalicé en mantener la cabeza fría para
no caer en ninguna trampa. Este año había mucho nivel femenino y el riesgo era
salir demasiado rápido. No sé si lo llegué a cumplir, pero especialmente desde
que me fui sola en cabeza estuve centrada en hacer mi propia carrera. Tenía un
plan de tiempos y me he dedicado a cumplirlo.
“Sé que tengo que hacer 3, 4 o 5 horas para encontrar a mi marido en los avituallamientos”
Dicho y hecho.
Todo lo contrario. Como se sabe, en las ultras siempre tienes que afrontar
malos momentos antes o después. Yo tuve fundamentalmente dos: el primero por
problemas estomacales, que me dificultaron comer y beber; y el segundo por un
dolor en la rodilla que me impedía correr en las bajadas y que se terminó de
acentuar con un fuerte golpe. En una carrera tan larga, pasarte varias horas
con este tipo de problemas te desgasta muchísimo y lo pasas realmente mal.
Y, además, pocas
opciones para compartir los disgustos. Fuiste en solitario la mayor parte del
recorrido.
Sí, pero esto es algo a lo que estoy acostumbrada, sé que tengo que hacer
3, 4 o 5 horas para encontrar a mi marido en los avituallamientos. En la
primera parte vas pensando en mil cosas y el tiempo pasa más rápido. Con el
paso de los kilómetros se va haciendo más tedioso. Eso sí, esta vez, al estar
el récord en juego, tenía esa motivación.
“Cuando vine al Tor por primera vez, tenía la motivación al máximo y estaba más fuerte que nunca, pero se me torció”
Fuiste sexta en la
clasificación general y un ejemplo más de que cuanto más largas son las
carreras, menos diferencias hay entre hombres y mujeres.
Sí, es un tema evidente porque además de la fuerza y la resistencia entran
en juego más aspectos como la gestión de la nutrición o el descanso. Por eso,
la experiencia también es un factor muy importante.
¿Qué has aprendido en ediciones anteriores?
Una infinidad de cosas. Cuando vine al Tor por primera vez, tenía la motivación al máximo y estaba más fuerte que nunca, pero se me torció. Pasé de ir primera a la quinta plaza, de pensar en hacer 90 horas a acabar en 109. Poco a poco he ido viendo cómo se adapta mi cuerpo a estas circunstancias y he ido afinando cada vez más.

“Aquí se vive la carrera de una forma muy especial y me han pasado cosas que no me han ocurrido en ningún otro sitio”
Concretamente, ¿qué
has cambiado este año?
Por ejemplo, no he dormido nada. Ahora sé que con estar tumbada mi cuerpo se
recupera. Muchas veces llegas a una base de vida muy cansada y, como sabes que
no te vas a dormir, te dan ganas de continuar aunque estés muy cansada. Eso es
un gran error, hay que cumplir también los tiempos de descanso.
Llegados a este punto, ¿qué significa para ti el Tor des Géants?
Ha marcado un antes y un después en mi vida. Es impresionante, sobre todo, por cómo te tratan. Aquí se vive la carrera de una forma muy especial y me han pasado cosas que no me han ocurrido en ningún otro sitio, como que alguien se baje de un coche en un cruce para hacerse una foto conmigo. Además, es una carrera a la que puedo venir con mi marido y que le encanta a él también.
“Ahora el cuerpo solo me pide descansar, pero no creo que regrese”
Entonces, a por el
triplete en 2020, ¿no? Si lo consigues serías la mujer más laureada de la historia
del TDG.
No, creo que ya está. Este año he cumplido el doble objetivo de la victoria
y el récord, y creo que este es el punto y final. No me cierro la puerta porque
todavía es demasiado pronto y ahora el cuerpo solo me pide descansar, pero no
creo que regrese.
¿Tienes alguna idea para
la próxima temporada?
No, en una semana sacaré un folio en blanco y a ver qué se nos ocurre. A
priori me apetece conocer sitios nuevos, dentro de mis posibilidades. Lo único
que sé es que en diciembre iré a la Sierra de Chiva.
¿Y kilometradas todavía
mayores como la del Tor des Glaciers?
Sinceramente, soy un poco desastre con el GPS y no me gusta llevar una
mochila demasiado grande porque no se puede correr. Me gusta competir en
caminos marcados y pudiendo moverme con soltura.