Los 24 km han sido salvajes y muy duros. La segunda etapa de la Everest Trail Race fue la jornada reina. Los atletas superaron 3.500 m de desnivel positivo sin prácticamente un metro llano y pisaron el techo de la carrera, la cima del Pikey Peak a 4.100 m de altitud.
Después de salir de Jase Bhajyang los participantes tuvieron que superar una bajada de 600 m negativos hasta el valle para llegar a uno de los puntos más bajos de la carrera a 1.500 m de altitud. Después de cruzar el rio empezó un ascenso brutal de 16 km sin respiro con 2.600 m+ del tirón para llegar a la cima del Pikey Peak.
Luis Alberto Hernando y Ester Alves pasaron líderes por todos los puntos de control ampliando la distancia a sus principales rivales. Hernando además ha conseguido por segundo día consecutivo el récord de la etapa con un tiempo de 3 horas y 35 minutos. Casi 10 minutos más rápido que el récord alcanzado en el 2013 por Upendra Sunuwar. Después de coronar la cima del Pikey Peak con unas vistas preciosas de los ochomiles del Himalaya, empezó un descenso no apto para cardíacos. Era muy técnico y dejó a los corredores a 3.500 m de altura con una última subida con las fuerzas casi KO para llegar al campamento de la segunda etapa. Detrás de Hernando llegaron a meta el corredor Nepalí Suman Kulung en segunda posición a 15 minutos y tercero el atleta noruego Sondre Amdahl. El corredor burgalés ha querido conseguir la brecha más amplia posible ante el atleta local ya que la tercera etapa tiene fuertes bajadas con 4.110m de desnivel negativo. “Kulung desciende muy bien y se caracteriza por ser muy técnico, rápido y podría adelantarme”, explicaba Hernando ya en el campamento después de una jornada con buena meteorología. Muy distinta a la noche que se espera muy fría en las tiendas de campaña para corredores y organización. El último dato que llega desde el campamento es de tres grados bajo cero… y bajando.