‘Back to Sahara’ ha sido el eslogan de los 100 km del Sahara. Un regreso después de cuatro años de ausencia de las arenas tunecinas por los motivos geopolíticos que todos conocemos. Un retorno que de alguna manera ha compensado la espera con el excelente resultado de esta 18ª edición de la carrera.
Aproximadamente 50 competidores han podido disfrutar plenamente de la belleza del Sahara tunecino, gracias también a un clima particularmente favorable que ha mitigado en parte la fatiga de las dos últimas y más duras etapas: 50 y 42 kilómetros. El cielo parcialmente cubierto y el aire fresco, con incluso un poco de lluvia en la noche, se han alternado con el cielo despejado y el calor, ofreciendo condiciones ideales para correr. Hay que llamar la atención de manera particular a la presencia de un gran número de nordic walkers que se han enfrentado con determinación y la misma pasión que el resto a cada una de las duras etapas.
El primer contacto con el desierto ha ofrecido a los corredores la posibilidad de disfrutar de noche de 8 km en las dunas que rodean el oasis de Ksar Ghilane. Un fantástico prólogo que comenzó a las 18:30 horas, justo atardeciendo, y causó grandes emociones a muchos participantes que no habían vivido la experiencia de correr a la luz del frontal en un entorno absolutamente único y fascinante. Desde el punto de vista deportivo, Gianluca Giuttari se hizo con los mandos de la carrera inmediatamente, imprimiendo un ritmo insostenible para todos los demás competidores, seguido por Enrica Carrara, campeona mundial de media maratón en la categoría de +50. La cena preparada especialmente por la organización y la noche en el campamento de Ksar Ghilane cerraron el primer día intenso.
La mañana siguiente ha dado comienzo la primera larga distancia, 50 kilómetros. También para esta etapa mucha tensión y emociones dado el kilometraje y el terreno desafiante, con mucha arena y un perfil rompepiernas. Después del primer tramo de dunas, una sucesión de largas pistas para continuar con cadenas de pequeñas dunas que han convertido esta etapa en un verdadero desafio. El ranking de esta etapa también ha tenido a Gianluca Giuttari y Enrica Carrara en los primeros dos lugares, pero ha llamado la atención un grupo sorprendente de mujeres que han terminado segunda y tercera: Cristiana Lo Nigro, Manuela Dalla Valle y Monica Sartore, ¡con un total de cuatro mujeres en los primeros cinco lugares! La noche en el campamento en medio del desierto, con la fantástica cocina del chef Roberto «Pepe» Salardi, ha sellado un día agotador pero memorable para todos.
Como última etapa, la distancia reina de todo corredor: un maratón. Con un clima más cálido y cielos casi completamente nublados, la etapa de 42 kilómetros ofreció extenuantes tramos de dunas a lo largo de los cuales, con la pista prácticamente desaparecida bajo la arena, solo el trazado perfectamente marcado proporcionaba puntos de referencia válidos para una orientación segura de los competidores. La llegada a Douz, cruzando la Puerta del Desierto, volvió a ver al dúo Giuttari y Carrara, separados por unos 25 minutos, y el gran grupo femenino de Dalla Valle, Lo Nigro y Sartore a continuación. La cena de gala con la consiguiente entrega de premios en el hotel han sellado este «Regreso al Sahara» de la mejor manera, un feliz regreso que seguramente se repetirá en 2019.
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