Falta menos de una semana para la celebración de la décima Carrera Alto Sil, que viene este año con una maratón “edición limitada”, el GP Prozis, en la que se repartirán hasta 7.000 euros en premios. Tras conocer a los candidatos en las diferentes distancias, esta vez hemos hablado con el director del evento, Lolo Díez, para conocer las cuestiones más destacadas del recorrido.
Una combinación de la clásica Alto Sil y del KV Bobia
El nuevo maratón coincide en su primera sección con la Carrera Alto Sil pero en su punto más alto, La Campona (1.600 m), seguirá ascendiendo hasta la cota 1.780. Desde allí toca bajar hasta Salentinos (1.200 m) antes de empalmar con el recorrido del Kilómetro Vertical de Bobia desde cuya cima (1.900 m) espera un largo descenso hasta Braña antes de hacer la última subida del día al Pico Negro y terminar en Santa Cruz de Sil.
La nieve, decisiva
A día de hoy, el recorrido cuenta con 15 kilómetros de nieve, aunque es posible que se reduzcan con las lluvias. Este será el principal obstáculo para los participantes en el maratón que, en otras condiciones, presenta un trazado bastante corrible, con un 60% de sendero y un 40% de pista y terreno urbano.
El manto blanco, que no está dura por lo que no se exigirán crampones, comienza antes de coronar La Campona y se mantienen, con un grosor de más de 1 metro, en los llaneos que hay a partir de los 1.700 metros de altitud. A pesar de que la organización se esforzará por abrir huella, es posible que este factor penalice de forma importante a la cabeza de carrera.
Tras unos tramos más con nieve en el ascenso y descenso a Bobia, el tramo final cuenta con 8 kilómetros con barro y fango en los que triunfarán más aquellos que se sepan mover por terrenos farragosos que los amantes de la velocidad más pura.
La meteorología podría endurecer aún más la carrera
La primavera todavía no llega a Paramo de Sil en el Bierzo (León). Las previsiones hablan de una semana cubierta en la que habrá nuevas precipitaciones en forma de agua y nieve, aunque no serán abundantes. Estas condiciones invernales, que dependerán en gran medida de las rachas de viento, por ahora desdeñables, marcarán el devenir de la carrera, favoreciendo a los corredores más adaptados al frío.
