La edición número 11 de la TDS, la siguiente en distancia del Ultra-Trail du Mont-Blanc promete ser un acontecimiento histórico, una nueva aventura con un pasaje más largo en el Beaufortain. Un camino de 145 km y 9.100 m positivos (en vez de los 122 km y 7.300 m+de hasta la fecha) en el que compartir y descubrir, en el que conocer a los habitantes del valle, su savoir-faire, sus caminos, pero también su patrimonio natural y…. gastronómico.
En cuanto al desafío, nunca ha sido tan emocionante y magnífico, increíble y técnico, salvaje e inusual. Diseñado con la ayuda de la experimentado corredor local, Thierry Bochet, el nuevo recorrido entra en el corazón de la Savoie y pasará por los lugares esenciales del macizo, como el Pas d’Outray, un verdadero mirador del Beaufortain, con sus impresionantes vistas de la Pierra Menta y del Gran Mont, pero también el monte Vorès con su atmósfera alpina y verde donde pastan las vacas Tarine y Abondance. Por no hablar de los paisajes de los míticos lagos del valle al paso de la Gittaz, que transportan a los corredores en el corazón del macizo. Con paisajes anhelados en el mundo entero, como el Passeur de Pralognan, el Col de la Sauce o el paso del Cura, la TDS será más que nunca una carrera de nivel internacional y la aventura de toda una vida.
Un recorrido que garantiza la aventura
Otro punto fuerte de este nuevo recorrido es su adaptabilidad en caso de condiciones climáticas adversas, con unas variantes que permiten estar lo más cerca posible de la ruta original. Desde el punto de vista logístico, la carrera siempre saldrá de Courmayeur y la llegada será en Chamonix.
La salida se pospone 2 horas (a las 4:00 horas) para que los atletas tengan el tiempo necesario para correr los 23 kilómetros y los 1800 metros de desnivel positivo adicionales. Lógicamente, la barrera horaria se postergará, dejando 42 horas para que los participantes lleguen a la meta en lugar de las 34 horas del 2018.
Por parte de los acompañantes y espectadores, el seguimiento de la carrera se ve facilitado con la reubicación de la base de Cormet de Roselend en Beaufort, donde los aficionados podrán beneficiarse de las actividades e infraestructuras del pueblo. La nueva ruta también pasarápor Hauteluce con sus numerosas aldeas, sus chalets alpinos y sus impresionantes vistas del Mont-Blanc.