La Western States 100M Endurance Run es la prueba más antigua del mundo de esta distancia y cuyo origen se remonta a 1973. Entonces Gordon Ainsleight paticipaba en la Tevis Cup Ride, una famosa carrera de caballos que en aquel momento recorría el actual circuito de la famosa prueba norteamericana y que no pudo completar debido a una cojera que sufría su animal. Y aunque entonces tuvo que irse a casa, el año siguiente regresó a la línea de salida de la prueba y esta vez lo hizo, para sorpresa de todos, sin rocín. Y es que su reto era demostrar que aquel recorrido de más de 160 kilómetros también podía completarse andando.
Y así lo hizo. Tras 23 horas y 42 minutos Gordon Ainsleight cruzaba la meta corriendo dando origen a lo que hoy se ha convertido en una de las carreras más míticas y longevas de ultra distancia del mundo que este próximo fin de semana celebrará su 44 edición.
Grandes nombres lucharán por la victoria
Será este sábado 26 de junio cuando a las 5:00 horas cuando más de 300 corredores tomarán la salida de una carrera mítica en la que la victoria se venderá muy cara. Y es que el cartel de favoritos tanto en categoría femenina como masculina es muy amplio, lo que hace realmente difícil dar un nombre.
Así, destaca la participación en chicas de Clare Gallagher, ganadora en 2019 de la prueba; Brittany Peterson, segunda en aquella misma edición; o Kaci Likteig, tercera en 2016 en la Western States. Además, en la línea de salida también estarán Beth Pascall, Camelia Mayfield, Nicole Bitter, Ruth Croft o la holandesa afincada en Cataluña Ragna Debats.
En el cuadro masculino el máximo favorito a la victoria es Jim Walmsley, quien llega a Squaw Valley buscando su tercera victoria consecutiva en una carrera de la que posee el récord. Junto a él tomarán la salida grandes atletas como Jared Hazen, quien tiene el segundo tiempo más rápido de la prueba; Matt Daniels, Mark Hammond, Stephen Kersh o Patrick Regan.
Un viaje desde Squaw Valley hasta Auburn
Más de 160 kilómetros con un desnivel positivo de 5.500 metros y uno negativo de 7.000 metros. Ese es el trayecto que deberán completar los afortunados que tras un sorteo tendrán la suerte de estar en la línea de salida de este famoso ultra y que deberán completar en menos de 30 horas. Y es que aquellos que superen este tiempo serán descalificados y no podrán lucir su hebilla de finisher.
La Western States Endurance Run empieza en la estación de esquí Squaw Valley, California, lugar que albergó los Juegos Olímpicos de Invierno de 1960. Desde aquí comenzarán el ascenso hasta el Paso de los Inmigrantes, a más de 3.000 metros de altitud. Y de la nieve, al calor. Poco a poco los atletas irán abandonando la alta montaña a través de unas pistas corribles con las que alcanzarán la cumbre de la Montaña Calva e iniciarán el descenso hasta los cañones, donde podrán alcanzar temperaturas de hasta 40ºC.
Una carrera llena de contrastes y aventura. Y es que en la segunda parte de la prueba deberán cruzar varios ríos, como el Rucky Chvoky, donde el corredor será atado a una cuerda para poder alcanzar la otra orilla.
El río americano o el puente Quarries dan paso a unos kilómetros finales en la que el corredor no encontrará unas pistas sencillas que le conducirán hasta la pista de atletismo Aubun y cruzar la meta.